El PP clama ante Rajoy contra la libertad de Puigdemont y exige respeto a la euroorden

La decisión del tribunal regional alemán de Scheleswing-Holstein de dejar en libertad a Carles Puigdemont marcó la segunda jornada de la convención nacional del PP reunida en Sevilla más que el máster de Cifuentes. La preocupación del Gobierno y la indignación de dirigentes regionales, eurodiputados, y hasta de invitados como el padre de Marta Del Castillo, salió a relucir en los foros y declaraciones de pasillo. Además de las gestiones de "concienciación" que ya hace la embajada española, en fuentes populares reconocen que el trato judicial al "golpista" prófugo pone en cuestión la figura de la euroorden y apuntan que el problema se tendrá que tratar en el próximo consejo europeo, aunque sea de forma reservada para no dar más bazas de propaganda a los independentistas catalanes.

Mariano Rajoy se pronunció en términos muy formales, de respeto a las decisiones judiciales, para comentar el paso que dio el tribunal alemán al entrar incluso a opinar sobre el grado de violencia con que actuaron los independentistas en su intentona contra el orden constitucional a las órdenes del entonces presidente de la Generalitat catalana. "El Gobierno acepta y aceptará las decisiones de los jueces", fue la primera respuesta de Rajoy, aunque siempre con la apreciación de que queda mucho recorrido en los tribunales, incluido un posible recurso al superior europeo.

Esteban González Pons aprovechó para desahogarse en una reunión que le había organizado a Mariano Rajoy con estudiantes de Erasmus

En el posterior desarrollo de la convención se desataron las críticas a los magistrados de Scheleswing-Holstein, acusado de cuestionar la efectividad de la euroorden y el principio de la confianza recíproca entre los Estados de la Unión con el consiguiente beneficio para los euroescépticos y populistas.

El portavoz de los eurodiputados españoles en el Grupo Popular Europeo, Esteban González Pons, aprovechó para desahogarse en una reunión que le había organizado a Rajoy con estudiantes de Erasmus. Y lo hizo para decir lo que no podía decir en público el presidente del Gobierno. "Si alguien que intenta dar un golpe de Estado no es devuelto al país en el que intentó darlo, puede que haber levantado la frontera acabe convirtiéndose en una mala decisión", dijo el dirigente del PP sin pronunciar el nombre del presunto golpista, del tribunal ni del país al que se refería.

González Pons, optimista

González Pons insistió en que si la euroorden no funciona, la 'zona Schengen' y la eliminación de fronteras entre los países miembros de la UE no tiene sentido. Entre las señales de aprobación de los presentes y los signos de complacencia del propio Rajoy, el jefe de los eurodiputados del PP se mostró más claro y contundente al recordar que la Unión Europea se fundamenta en la confianza mutua entre los Estados y que la unión solo es posible como proyecto solidario. En esa línea, se preguntó en los mismos términos manejados en las conversaciones informales de los asistentes a la convención sobre qué ocurriría en caso contrario: "¿Si alguien reclamara la devolución de un golpista a España, creéis que los jueces del Tribunal Supremo español se iban a negar? Estoy seguro de que no".

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I. Morillo. Sevilla

Al final, González Pons quiso mostrarse optimista y esperar a que la Justicia "siga su camino y encuentre sus cauces" para resolver un problema y dar la razón a los tribunales españoles y la fiscalía alemana "porque nuestra razón hoy es nuestra razón de la existencia de Europa". Rajoy quiso rematar la intervención de su portavoz en la Eurocámara y se refirió a "las cosas que contaba Esteban con razón" para asegurar que el problema será abordado con "inteligencia y habilidad", que es como, a su juicio, se resuelven los asuntos en las instituciones de la UE. En sus respuestas a los estudiantes, el jefe del Ejecutivo destacó la importancia de preservar los valores fundamentales de la Unión Europea como la libertad, los derechos humanos y "el imperio de la ley".