Rajoy presume del 155 y acusa a la oposición de no tener "ni idea" de España

Mariano Rajoy clausuró la convención nacional que el PP celebra en Sevilla con un discurso mitinero y de arenga dirigido a sus cuadros y bases para presumir de su defensa de la unidad de España con la aplicación del artículo 155 de la Constitución para frenar la intentona separatista en Cataluña.

También se aplicó en la descalificación del PSOE por haber dejado a España al borde de la quiebra o dedicarse ahora a “contar las naciones” y en cargar contra el partido de Albert Rivera por su absoluta inexperiencia y volatilidad de posiciones. Según el presidente del Gobierno, la oposición en su conjunto, además de carecer de “idea de España” ni siquiera sabe lo que es España.

Rajoy no perdonó a los militantes la glosa de sus logros de la recuperación económica y la creación de empleo, aunque a sus adversarios les molesta

La intervención del jefe del Ejecutivo ante los 2.500 dirigentes, cargos en todos los ámbitos de las administraciones y militantes del partido, resumió el objetivo de la convención nacional: levantar la moral de la organización ante el ciclo electoral que se avecina con andaluzas, autonómicas, municipales y europeas entre este otoño y mayo de 2019. Rajoy se mostró muy animoso y en tono patriótico, con la encina como símbolo de la reunión de fondo en el escenario del hotel Renacimiento que acogía la reunión, dio el primer mitin de la larga precampaña que se avecina llamando a la militancia a salir “a ganar porque cuando gana el PP, gana España”.

Rajoy no perdonó a los militantes la glosa de sus logros de la recuperación económica y la creación de empleo, aunque reconocía que a sus adversarios les molesta. “Pero a los ciudadanos es lo que les importa”, insistió. La novedad en su discurso fue la insistencia en recordar que ha sido su Gobierno el encargado de afrontar la más grave crisis institucional que ha tenido la democracia española por el reto independentista en Cataluña ante el que respondió primero con el precepto constitucional correspondiente (el 155) y después con el rechazo al primer intento de investidura del prófugo Carles Puigdemont.

El presidente del PP lanzó ataques constantes a quien, según las encuestas, es su principal adversario en la disputa por el espacio del centro derecha: el partido de Rivera. “No han gobernado jamás”, “el alcalde de Grazalema (del PP) sabe más de cuadrar cuentas y gestionar que cualquiera de ellos” y “cogen modelos y políticas de aquí y de allá como quien compra imanes para el frigorífico” fueron algunas de sus frases más celebradas por los asistentes a la convención.

Mariano Rajoy insistió en comparar la hoja de servicios a España de su Gobierno con el expediente en blanco de Ciudadanos o el pasado del PSOE frente a la crisis económica o la inspiración chavista de Podemos. Sin aludir en ningún momento al caso del máster de Cifuentes, se refirió a la oposición que se pasa el día “poniéndose medallas”, “dando lecciones”, postulando proyectos de “marcha atrás” o son meros “lenguaraces”. Frente a la izquierda y Rivera, el presidente de los populares quiso tranquilizar a los suyos al pronosticar que al final “la realidad se impondrá a la demagogia”.

El jefe del Ejecutivo apeló al orgullo de partido para que sus dirigentes, cuadros y militantes se movilicen para ganar las próximas elecciones. "No olvidéis una cosa, somos el PP, especialista en salvar las dificultades, el partido que resuelve las crisis, el partido al que recurren los españoles cuando las cosas van mal", proclamó.