Podemos unificará sus juventudes y evitará duplicidad de corrientes en los territorios

Podemos prepara un encuentro de juventudes para tratar de unificar en un mismo espacio común a las distintas ramas juveniles vinculadas al partido, atomizadas en juventud morada, círculo joven y marea joven. Otro de los objetivos es evitar duplicidades en los territorios, donde conviven estos tres espacios juveniles de Podemos, con distinto grado de vinculación oficial a los órganos autonómicos correspondientes o a las corrientes internas y otras con autonomía propia (como Jóvenes en Pie, vinculada al errejonismo, y Jóvenes Anticapitalistas). La idea pasa porque los espacios más minoritarios o en proceso de desarticulación —como sería el caso de marea joven— se integren en aquellos con más implantación en su respectiva comunidad autónoma.

Allí donde la principal organización juvenil sean los denominados círculos jóvenes, como son los casos de Cataluña, Baleares o Canarias, se buscará su oficialización a nivel orgánico, mientras que en el resto de territorios el referente serían las actuales estructuras de juventud morada. Marea Joven, que contó con una fuerte implantación en Madrid, quedaría al margen. Con todo, la intención del encuentro estatal es dotar de un nombre común para todo el Estado a la rama juvenil del partido, aunque no se descarta que puedan convivir los de los círculos jóvenes y de juventud morada, pero no el de marea joven, que cada vez contaría con menos fuerza según diferentes fuerzas. Principalmente, desde los últimos cambios en la ejecutiva madrileña, por las que perdió poder el sector anticapitalista de Podemos, el que más había empujado por la implantación de esta estructura juvenil.

TE PUEDE INTERESAR

Podemos urge a Ciudadanos que no sostenga "ni un minuto más" a Cristina Cifuentes

Agencias

Este mismo sábado se celebrará dentro del encuentro En Marcha, que reunirá a unos 3.000 militantes, una comisión de trabajo titulada "¿Hacia qué modelo caminar? Juventud y poder popular" en la que, según fuentes del área de juventud del partido encargado de coordinarla, se definirán el encuentro monográfico de juventudes y una serie de principios organizativos para regir la organización juvenil hasta su celebración. Básicamente, no podrá haber duplicidad de espacios en un mismo territorio, siendo durante este proceso de transición los únicos aceptables el círculo joven y juventud morada, pero nunca ambos a la vez como ocurría hasta el momento. Por otro lado, se diseñarán cuatro ejes de trabajo, basados en movimiento estudiantil, feminismos y LGTBI, ruta de precariedad y ocio alternativo. En cada uno de ellos se adoptarán compromisos y se nombrará a responsables.

A corto plazo habrá unas únicas juventudes de Podemos, después de que coincidiendo con las semanas previas a la asamblea de Vistalegre II se elevase el nivel de tensión entre las distintas ramas juveniles. Sin embargo, distintas fuentes señalan que la reproducción del conflicto en los espacios jóvenes se ha reducido mucho. El consenso desde Vistalegre II, señalan estas mismas fuentes, se centra en llevar a la práctica el mandato de "unidad" salido de la segunda asamblea ciudadana estatal del partido. De hecho, en aquel cónclave, la hoja de ruta de juventud morada fue asumida tanto por el proyecto liderado por Pablo Iglesias como por el de Íñigo Errejón.

Habrá unas únicas juventudes, después de que coincidiendo con la asamblea de Vistalegre II se elevase el nivel de tensión entre las ramas

Como se explica en el dosier preparatorio de la comisión de juventud, "en este espacio de trabajo se definirán las acciones unitarias que debe desarrollar la juventud de Podemos durante el año y medio próximo, y las maneras de organizarse en los espacios jóvenes para afrontar el reto electoral de 2019". Asimismo, añade que "hay muchos lugares donde poder aportar: en la organización, en el movimiento estudiantil, en los colectivos feministas o en el ámbito del ocio y de la contracultura. Existe, por tanto, un gran abanico de oportunidades para que la militancia joven pueda implicarse y cuente con un lugar donde traducir su propia realidad".

Desde juventud morada ya defendieron tras Vistalegre II que su documento fue aprobado mayoritariamente por los inscritos, momento a partir del cual se comenzó a crear un grupo de enlaces a nivel estatal, con personas de diferentes comunidades. El objetivo fijado entonces fue el de integrar a militantes de diferentes sensibilidades internas de cara a "remar todos juntos", evitando las dinámicas de familias. Desde Marea Joven, en cambio, se apostaba por preservar su espacio propio y evitar que se impusiese a nivel estatal una nueva estructura juvenil.

La descoordinación y atomización de las organizaciones juveniles es una de las problemáticas que venía arrastrando Podemos y que compartían también miembros que participaron en el área de política juvenil hasta su reestructuración tras el segundo congreso de Podemos. David Soto, responsable de juventud en la dirección del partido, subrayaba tras su nombramiento que lo fundamental era construir "movimiento popular" potenciando unas juventudes diferentes a las de los partidos clásicos, que solo generan más competitividad entre ellas o simplemente reproducen viejos vicios.