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El 'pacto de la chimenea' entre Podemos y Cs pone a la defensiva a PP y PSOE
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NUEVA AGENDA PARLAMENTARIA

El 'pacto de la chimenea' entre Podemos y Cs pone a la defensiva a PP y PSOE

El encuentro de la nueva política sirvió para constatar que hay sintonía para seguir adelante en su intento por reformar la Ley Electoral. Empieza el nerviosismo en el bipartidismo

Foto: Los portavoces parlamentarios de Ciudadanos y Podemos, Juan Carlos Girauta e Irene Montero, al inicio de su reunión este jueves en el Congreso. (EFE)
Los portavoces parlamentarios de Ciudadanos y Podemos, Juan Carlos Girauta e Irene Montero, al inicio de su reunión este jueves en el Congreso. (EFE)

La nueva política se siente en sintonía para sacar adelante asuntos de calado frente a la resistencia del bipartidismo, como la reforma de la Ley Electoral que negociaron este jueves Podemos y Ciudadanos en la Sala de la Chimenea del Congreso de los Diputados con resultados satisfactorios, según se encargaron de ratificar desde ambas organizaciones. Pese a estar en las antípodas ideológicas, no tendría por qué ser el único consenso al que podrían llegar —la reforma de la televisión y la radio pública apunta maneras—, y esta nueva agenda parlamentaria en la que la tercera y cuarta fuerzas están tomando la iniciativa comienza a agitar a PP y PSOE y, por ende, a la política de bloques, visibilizando cierto nerviosismo.

Instantes después de ratificarse el acercamiento entre Podemos y Ciudadanos, desde las filas socialistas se precipitaban a mostrar su disposición a escuchar, tras sentirse interpelados para abrir un "diálogo a tres", pero trasladaban la patata caliente a Génova 13 asegurando que no respaldarán una modificación de la norma que se quede únicamente en un cambio en la asignación de escaños o en la que no entre el PP. Afeaban asimismo que se esté "hablando de las cosas de comer", de las reglas de juego del sistema democrático y, por tanto, no valen "subastas". Con la fórmula de reparto puesta sobre la mesa, PP y PSOE perderían un total de 16 escaños tomando como referencia los resultados del 26-J (15 los populares y uno los socialistas).

Podemos y Ciudadanos buscan el apoyo del PSOE para reformar la Ley Electoral

El PP, por su parte, tampoco dudó en reaccionar entre reproches a la formación de Rivera por su acercamiento a Podemos. Y como no podía ser de otra manera, el partido del Gobierno lo que hará es poner encima de la mesa su conocida propuesta para garantizar las alcaldías a la lista más votada en las elecciones municipales. Esa es la principal baza que mantendrán para evitar cargar con el peso político de negarse a la reforma.

Foto: Comparación de escaños (actuales) en el Congreso entre la ley D'Hondt y el método Sainte-Laguë. (Imagen: EC)

El pragmatismo comienza a coger forma en dos formaciones ideológicamente antagónicas, pero que pueden entenderse en varias cuestiones que van desde la reforma electoral a RTVE, y otras iniciativas en el marco de regeneración democrática, máxime en un momento de distanciamiento y casi ruptura entre populares y Cs. Horas después de iniciarse el inédito acercamiento entre la nueva política, Podemos insistía en sus planes de futuro con su nuevo e inesperado aliado a través de la cuenta de Twitter del partido: "Hay cosas en las que nos podemos poner de acuerdo con Cs, y una de ellas es un sistema electoral más representativo". El 'pacto de la chimenea' puede, pues, extenderse a más "cosas".

Una postura que desde el lado naranja tratan con más cautela, mostrando resistencia a magnificar su posible relación parlamentaria con Podemos que tantas suspicacias levanta dentro del PP, pero dejando claro al mismo tiempo que su intención es cumplir con los grandes puntos de regeneración pactados en el acuerdo de investidura de Rajoy y sin renunciar a buscar mayorías alternativas con los de Iglesias y el Partido Socialista si los populares insisten en el inmovilismo.

El diputado y precandidato a la Comunidad de Madrid Íñigo Errejón, que también forma parte de la subcomisión del Congreso para la reforma electoral, era más claro todavía que su secretario general, a la par que entusiasta: "Algo se mueve, por fin, en las aguas estancadas de la política española", escribía. Al mismo tiempo, disparaba a la línea de flotación de los dos grandes partidos en la democracia española durante las últimas décadas: "Es preciso ser conscientes de que quedó atrás el tiempo de las mayorías absolutas".

placeholder El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), recibe al líder del PSOE, Pedro Sánchez (i), en La Moncloa.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), recibe al líder del PSOE, Pedro Sánchez (i), en La Moncloa.

Ante un futuro de mayor pluralidad, añadía Errejón, "necesitamos una ley electoral que no encorsete, que no estreche la diversidad de la sociedad española, sino que la represente con fidelidad para, de este modo, recuperar en las instituciones una cultura de negociación y consenso que nos permita afrontar los grandes retos que tenemos como país: reducir la desigualdad, salvar las pensiones, acabar con la precariedad, cerrar la brecha de género o afrontar con urgencia la transición ecológica".

En todo caso, el primer encuentro de los llamados 'nuevos partidos' en el Congreso sirvió únicamente —al menos por ahora— para constatar que ambos pretenden mover ficha y necesariamente deben tratar de sumar a los socialistas. El objetivo para ambos no pasa por consensuar una nueva Ley Electoral (discrepan en muchos aspectos), sino por avanzar en "los objetivos comunes, que los hay", y que fundamentalmente consisten en acercar el sistema electoral español a la premisa de "un ciudadano, un voto" sin necesidad de reformar la Constitución, al ser conscientes de que eso no ocurrirá en esta legislatura.

El PSOE trabaja en su propia propuesta

La nueva política se siente en sintonía para sacar adelante asuntos de calado frente a la resistencia del bipartidismo, como la reforma de la Ley Electoral que negociaron este jueves Podemos y Ciudadanos en la Sala de la Chimenea del Congreso de los Diputados con resultados satisfactorios, según se encargaron de ratificar desde ambas organizaciones. Pese a estar en las antípodas ideológicas, no tendría por qué ser el único consenso al que podrían llegar —la reforma de la televisión y la radio pública apunta maneras—, y esta nueva agenda parlamentaria en la que la tercera y cuarta fuerzas están tomando la iniciativa comienza a agitar a PP y PSOE y, por ende, a la política de bloques, visibilizando cierto nerviosismo.

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