Ley electoral, RTVE, regeneración: el nuevo frente común de Iglesias y Rivera
Podemos y Cs mantienen su primera reunión con el objetivo de unir fuerzas para reformar la ley electoral. Y esta puede no ser la única batalla que peleen contra PP y PSOE
Vuelven las reuniones bilaterales al Congreso de los Diputados ante un nuevo escenario de bloqueo político. Y la primera concentró meses después a los dos representantes de la nueva política. Unidos Podemos y Ciudadanos se vieron este jueves para negociar los pilares de una propuesta que pretende reformar la ley electoral ante el inmovilismo de PP y PSOE. "Hay muchos puntos comunes", reconocieron ambas partes antes de iniciarla. El objetivo es lograr un acuerdo de mínimos que sirva para poner encima de la mesa una iniciativa ambiciosa y real que mejore la proporcionalidad del sistema sin necesidad de abrir el melón de la Constitución. Lo que los dos grupos consideran "una reforma exprés", que necesita el apoyo del PSOE como mínimo y que querrían tener lista antes de que acabe el año para que estuviera en marcha en el próximo ciclo electoral.
El trasfondo político de la cita es de especial relevancia por motivos evidentes. Más allá de las discrepancias ideológicas que existen entre ambos partidos, la nueva política ha decidido dar un paso al frente y unir fuerzas para intentar agitar algunas de las propuestas de regeneración que el bipartidismo, entienden, ha ido obstruyendo. La ley electoral es el caso más claro. La subcomisión creada en la Cámara Baja para tratar la posible reforma se creó en mayo de 2017 y por ella han pasado solo cinco comparecientes (en la del pacto educativo, por ejemplo, lo hicieron 80). Fuentes del grupo liderado por Albert Rivera consideran que "la voluntad política" ha quedado retratada, sobre todo por aquellos partidos que animaron al diálogo y "no hacen más que bloquear". Podemos, por su parte, buscará consensos sobre cuestiones "transversales" en lo que queda de legislatura, sentándose para ello "con quienes piensan diferente", tal y como explicó Pablo Iglesias este miércoles.
Tanto es así que ya ha encargado a la portavoz del grupo confederal, Irene Montero, que establezca contactos tanto con el PP como con PSOE para sacar adelante la reforma de la Loreg. En el lado de Ciudadanos, su homólogo Juan Carlos Girauta y el portavoz de la comisión de Justicia, el diputado Nacho Prendes, establecerán también contactos con el resto de fuerzas. La reforma electoral que el partido morado pondrá sobre la mesa consiste principalmente en cambiar la fórmula de reparto, pasando de la regla D'Hondt al método denominado Sainte-Laguë. Con esta fórmula, el reparto de escaños se ajustaría más a los votos obtenidos, eliminando así la sobrerrepresentación de la primera fuerza (más de un 6% en el caso del PP) y la infrarrepresentación de la cuarta fuerza (de cuatro puntos en el caso de Cs).
Ciudadanos, por su parte, reconoce afinidad 'a priori' con el sistema de Sainte-Lagüe, "cualquier fórmula encaminada a mejorar la proporcionalidad está bien", aunque ellos ponen el acento en las listas abiertas y desbloqueadas para permitir a los electores escoger candidatos de distintas fuerzas estableciendo su orden de preferencia y favoreciendo la representatividad.
En todo caso, la cita lo que pone negro sobre blanco es el camino que toman una vez más los nuevos partidos enfrentándose a PP y PSOE. Otro ejemplo de actualidad es la reforma de RTVE, en la que las conversaciones definitivas se están produciendo entre los dos partidos mayoritarios en la Cámara. "Siguen con el pasteleo", insisten fuentes de Ciudadanos. Precisamente este miércoles el grupo de Rivera abandonaba también la negociación del Pacto por la Justicia ante la constatación, según miembros del grupo, de los "inexistentes avances" junto a populares y socialistas.
En esa linea, desde Podemos insisten en que la ley electoral no será la única propuesta concreta "que tiene que materializarse esta legislatura" y para la que buscarán aliados en todo el arco parlamentario. El diputado y precandidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, daba la puntilla al secretario general añadiendo que se debe combatir la sensación de que no hay alternativa mediante la aprobación de grandes transformaciones pendientes, en plural, que hagan que "esta legislatura no sea de balde". Además, concluía Errejón, "con el cambio del sistema electoral se facilitarán los acuerdos".
La nueva política tiene claro que el sistema bipartidista se ha ido para no regresar y desde Podemos se apoyaban en los resultados del último CIS para justificar esta visión. "Cualquiera puede ganar", concluía el secretario de Organización, atisbando un escenario en el que todo está abierto, tras constatarse el descenso del bipartidismo y la cercanía de las cuatro principales fuerzas a la barrera del 20%.
En este escenario abierto, y siguiendo con el CIS, sobre todo en lo concerniente a los trasvases de votos de una formación a otra, las formaciones de la denominada 'nueva política' incrementan su competición no tanto entre sí sino con los partidos provenientes de la 'vieja política'. Esto es, Ciudadanos con el PP y Podemos con el PSOE. En esta alianza tácita, tanto Cs como Podemos pretenden consensuar un primer gran acuerdo, el de la reforma electoral, y redoblar así la presión sobre PP y PSOE, respectivamente, para tratar de sumarlos a su propuesta de reforma, basada en una mayor proporcionalidad y acercarse lo máximo posible al principio de "una persona, un voto". Las agendas parlamentarias de los cuatro grandes partidos entran en una nueva fase.
Vuelven las reuniones bilaterales al Congreso de los Diputados ante un nuevo escenario de bloqueo político. Y la primera concentró meses después a los dos representantes de la nueva política. Unidos Podemos y Ciudadanos se vieron este jueves para negociar los pilares de una propuesta que pretende reformar la ley electoral ante el inmovilismo de PP y PSOE. "Hay muchos puntos comunes", reconocieron ambas partes antes de iniciarla. El objetivo es lograr un acuerdo de mínimos que sirva para poner encima de la mesa una iniciativa ambiciosa y real que mejore la proporcionalidad del sistema sin necesidad de abrir el melón de la Constitución. Lo que los dos grupos consideran "una reforma exprés", que necesita el apoyo del PSOE como mínimo y que querrían tener lista antes de que acabe el año para que estuviera en marcha en el próximo ciclo electoral.