Podemos y Cs ratifican su "total sintonía" para un cambio electoral que sume al PSOE
Los plazos marcados por ambas organizaciones para sacar adelante una reforma electoral no van más allá de este 2018, por lo que buscan ya un "diálogo a tres" que incluya a los socialistas
Podemos y Ciudadanos han ratificado su "total sintonía" en el objetivo compartido de reformar la Ley Electoral. Así lo avanzó la portavoz de la formación morada, Irene Montero, tras la reunión mantenida en el Congreso con su homólogo, Juan Carlos Girauta, en el que ha sido el primer encuentro negociador para consensuar un cambio del sistema electoral que haga del Congreso una Cámara "que se parezca más a España y a lo que votan los españoles". La cita, que se ha prolongado durante más de una hora, ha servido así para comprobar el grado de entendimiento para modificar la fórmula de reparto, que pasaría previsiblemente por cambiar la regla D'Hondt por el método denominado Sainte-Laguë, así como otras cuestiones relacionadas con la obligatoriedad de los debates entre candidatos y la reducción de los costes electorales mediante un mailing único.
Los plazos marcados por ambas organizaciones para sacar adelante una reforma electoral no van más allá de este 2018, al entender que "con la sintonía que hemos tenido hoy nos sería posible tener una propuesta para llevar a la subcomisión antes de junio", según ha avanzado Montero. Para ello los equipos técnicos nombrados por Podemos y Ciudadanos seguirán acelerando los trabajos con un canal de comunicación permanente, mientras que las direcciones políticas buscarán acercar a esta reforma a PSOE y PP. Principalmente al primero, según se deduce de las palabras de la portavoz podemista, que dijo tener "serias dudas de que el señor M. Rajoy de órdenes para tener un sistema electoral más justo" a los suyos de trabajar en esta línea. Con todo, y pese a remarcar sus dudas, ha asegurado que con el concurso de los socialistas sería suficiente construir una mayoría alternativa.
Para contar con el apoyo de Pedro Sánchez en este inédito frente abierto por la nueva política, Montero ha evitado concretar la nueva fórmula de reparto en la que se está trabajando, por si "al PSOE no le gusta nuestra propuesta y quiere proponer otra". Todo ello de cara a conseguir un "diálogo a tres" que lleve a un gran consenso para modificar la LOREG. En la misma linea se pronunció el portavoz de Ciudadanos, que adelantó incluso que el próximo contacto lo mantendrá con los socialistas "en las próximas horas" para intentar que el partido de Sánchez se sume a la iniciativa. En la formación naranja tampoco son partidarios de cerrar ya el sistema electoral por el que se decantarían y defienden trabajar de forma conjunta en distintas fórmulas que mejoren la proporcionalidad. Girauta puso el acento en lo que supone a día de hoy la Loreg, "de media al PP le cuesta un diputado 57.000 votos, mientras que Ciudadanos necesita 97.000".
Otras de las grandes medidas que desde Unidos Podemos quieren introducir en la reforma son la reducción de la edad mínima para tener derecho a voto, que pasaría de los 18 años actuales a los 16; la obligatoriedad de que las formaciones políticas presenten listas cremallera; la modificación del voto rogado para los residentes en el extranjero; la celebración de debates -dos como mínimo- entre los candidatos a la Presidencia del Gobierno y la reducción de gastos electorales mediante un 'mailing' único.
En los detalles la nueva política sí mantiene discrepancias. Mientras que el 'mailing único', la obligatoriedad de los debates y el voto rogado están entre las prioridades de Ciudadanos (Girauta aseguró que a día de hoy existen "posibilidades tecnológicas" avanzadas para permitir la identificación de las personas que quieran votar en el extranjero), bajar la edad mínima o las listas cremalleras no están dentro de la propuesta que defiende el partido de Rivera. Sobre las listas, insisten los de centro, deben ser desbloqueadas y abiertas para mejorar la representatividad.
Con todo, el objetivo de Ciudadanos y Podemos no pasa por consensuar todos los puntos, sino por avanzar en "los objetivos comunes, que los hay" y que fundamentalmente consiste en acercar el sistema electoral español a la premisa de "un ciudadano, un voto" sin necesidad de reformar la Constitución, porque entienden que no será el año en el que ese debate se inicie. Y no solo eso. Tampoco en Ciudadanos tienen grandes esperanzas de que los populares se vayan a sumar ni siquiera a la "reforma exprés" que pretenden impulsar con el grupo de Iglesias. Pedirán una reunión con el PP, pero dan por seguro que no contarán con su apoyo. "Hasta ahora solo han intentado bloquear", mantienen.
El trasfondo político de la cita que se produjo este es de especial relevancia por motivos evidentes. Más allá de las discrepancias ideológicas que existen entre ambos partidos, la nueva política ha decidido dar un paso al frente y unir fuerzas para intentar agitar algunas de las propuestas de regeneración que el bipartidismo, entienden, ha ido obstruyendo. La ley electoral es el caso más claro. La subcomisión creada en la Cámara Baja para tratar la posible reforma se creó en mayo de 2017 y por ella han pasado solo cinco comparecientes (en la del pacto educativo, por ejemplo, lo hicieron 80). Fuentes del grupo liderado por Albert Rivera consideran que "la voluntad política" ha quedado retratada, sobre todo por aquellos partidos que animaron al diálogo y "no hacen más que bloquear". Podemos, por su parte, buscará consensos sobre cuestiones "transversales" en lo que queda de legislatura, sentándose para ello "con quienes piensan diferente".
Podemos y Ciudadanos han ratificado su "total sintonía" en el objetivo compartido de reformar la Ley Electoral. Así lo avanzó la portavoz de la formación morada, Irene Montero, tras la reunión mantenida en el Congreso con su homólogo, Juan Carlos Girauta, en el que ha sido el primer encuentro negociador para consensuar un cambio del sistema electoral que haga del Congreso una Cámara "que se parezca más a España y a lo que votan los españoles". La cita, que se ha prolongado durante más de una hora, ha servido así para comprobar el grado de entendimiento para modificar la fórmula de reparto, que pasaría previsiblemente por cambiar la regla D'Hondt por el método denominado Sainte-Laguë, así como otras cuestiones relacionadas con la obligatoriedad de los debates entre candidatos y la reducción de los costes electorales mediante un mailing único.