Podemos fija su agenda social con récord de iniciativas para tapar el "monotema" catalán
La formación liderada por Pablo Iglesias ha pisado el acelerador social desde que, tras el 21-D, decidiese adoptar un perfil bajo respecto a Cataluña y priorizar la agenda en temas materiales
Hasta cuatro iniciativas registradas en el Congreso de los Diputados en lo que va de año, a pesar de que el primer mes del año es inhábil en la Cámara Baja, y una quincena de medidas sociales que marcan la política económica de Podemos en forma de "presupuestos alternativos". La formación liderada por Pablo Iglesias ha pisado el acelerador social desde que en su primer Consejo Ciudadano Estatal de este 2018, máximo órgano de dirección del partido, se decidiese marcar un perfil bajo respecto a las cuestiones territoriales y priorizar la agenda en temas materiales porque "el bloqueo del problema catalán ha provocado que solo se hable de este tema y queden tapados los problemas de la vida cotidiana de la gente, que siguen existiendo, afectan a la mayoría de la gente, y de los que antes se hablaba y ahora ya no se habla".
Este mismo lunes se presentaban las "cuentas para un nuevo país", según avisaba irónico el secretario de Organización, Pablo Echenique, "con permiso del monotema catalán". Además de salir del laberinto catalán, que ha generado un notable desgaste electoral en el resto de España, según concluye la mayoría de encuestas demoscópicas, Podemos trata de ganar una carrera en la que también se ha metido el PSOE de Pedro Sánchez: la de la izquierda por marcar la iniciativa social o, al menos, para que la ciudadanía y el desmovilizado electorado progresista así lo perciban.
La competición programática entre PSOE y Podemos comenzó con el impuesto de solidaridad a la banca, una vieja propuesta de Podemos que rescató Sánchez para destinar los ingresos provenientes de esta figura tributaria a salvaguardar las pensiones. Días después del anuncio de Sánchez, Unidos Podemos movía ficha y registraba una propuesta de ley (PL) para "recobrar parte de las enormes pérdidas en las que se ha incurrido por el rescate bancario, una vez que el sector vuelve a tener notables beneficios". Lo hacía bajo el 'leitmotiv' de "más propuestas y menos desayunos informativos", pues fue en este contexto en el que el líder del PSOE dio a conocer su intención de promover este impuesto extraordinario.
La formación afronta la hipotética investidura de Puigdemont sin ninguna previsión en su agenda, relegando el protagonismo a los 'comuns'
Tras la PL para crear el impuesto extraordinario a la banca, Unidos Podemos volvía al registro del Congreso para presentar otra referente a la revalorización de las pensiones. Una iniciativa de ley con el objetivo de que los pensionistas "dejen de perder poder adquisitivo", mediante "la supresión del índice de revalorización y del factor de sostenibilidad, que impiden en la práctica mantener el poder adquisitivo de nuestras y nuestros más de nueve millones de pensionistas". La reforma del Código Penal para ampliar la protección de los animales maltratados y la proposición no de ley para exigir al Gobierno que no renueve la concesión de las autopistas con peaje y pasen a ser de titularidad pública son otras de las principales iniciativas de la formación durante las últimas tres semanas.
La batería final de propuestas sociales ha llegado acompañando una suerte de presupuestos alternativos, que la formación ha presentado antes incluso del propio Gobierno, basándose en las previsiones que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas, y adelantándose también a Sánchez. Lo hace cuando la agenda política vuelve a estar copada por el conflicto catalán, coincidiendo con la hipotética investidura de Puigdemont de este martes, que la formación afronta sin ninguna previsión en su agenda mediática, para relegar todo el protagonismo sobre la cuestión catalana a sus aliados en el Parlament de Catalunya en Comú-Podem,
Entre las medidas expuestas en el informe destaca un plan de renta garantiza, la gratuidad de las escuelas infantiles de cero a tres años, un plan de empleo juvenil, una oferta extraordinaria de empleo público o un plan de alquiler social. Medidas que se traducirían en un incremento del gasto en 24.500 millones de euros mediante la relajación del déficit, la progresividad fiscal o la creación de nuevos impuestos, como el mencionado a la banca, pero también a las grandes fortunas o una tasa verde "pensada para corregir el reparto de la carga de estos impuestos entre familias y empresas, que en la actualidad se encuentra completamente desequilibrada sobre las primeras".
Queremos que se hable de aquellos otros temas que, además, afectan a la vida diaria de los catalanes y de todos los españoles
Podemos ha intensificado de este modo su discurso y agenda parlamentarios, tras varios meses centrado en la cuestión territorial y la plurinacionalidad, de la que no reniegan, pues siguen considerando importante, pero, según explicaban fuentes de la dirección cuando se estaba preparando la nueva hoja de ruta, "este no es ni el único ni el mayor problema de España, y queremos que se hable de aquellos otros que, además, afectan a la vida diaria de los catalanes y de todos los españoles, como la calidad de la sanidad, la precariedad del empleo o las pensiones, y a eso vamos a dedicar todos nuestros esfuerzos".
Pablo Iglesias también vuelve a moverse entre la lucha por la hegemonía de la izquierda y la mano tendida a los socialistas. No solo respecto a la moción de censura, sino también en cuestiones presupuestarias, pues como afirmaba respecto al plan de presupuestos alternativos, “otros países de nuestro entorno como Portugal también están demostrando que se puede gobernar de otra manera", subrayando, aun sin mencionar al PSOE, que para ello "solo hace falta voluntad política".
Hasta cuatro iniciativas registradas en el Congreso de los Diputados en lo que va de año, a pesar de que el primer mes del año es inhábil en la Cámara Baja, y una quincena de medidas sociales que marcan la política económica de Podemos en forma de "presupuestos alternativos". La formación liderada por Pablo Iglesias ha pisado el acelerador social desde que en su primer Consejo Ciudadano Estatal de este 2018, máximo órgano de dirección del partido, se decidiese marcar un perfil bajo respecto a las cuestiones territoriales y priorizar la agenda en temas materiales porque "el bloqueo del problema catalán ha provocado que solo se hable de este tema y queden tapados los problemas de la vida cotidiana de la gente, que siguen existiendo, afectan a la mayoría de la gente, y de los que antes se hablaba y ahora ya no se habla".