Feijóo se lanza a por Cs y defiende el "buen camino" del PP frente a atajos "ya recorridos"

Alberto Núñez Feijóo arrancó una semana decisiva para España en Madrid, en un desayuno informativo y arropado por cuatro ministros, entre ellos, Soraya Sáenz de Santamaria. El presidente de la Xunta de Galicia defendió férreamente la labor del Gobierno de su partido frente a la crisis catalana, “gobernar es indelegable” y aplaudió las últimas decisiones tomadas como el recurso presentado ante el Tribunal Constitucional pese al revés del Consejo de Estado. “Gracias a eso hay unas medidas cautelares que tranquilizan a todos los españoles”. Pero más allá de la cuestión catalana, Feijóo defendió con firmeza la labor de su partido frente a las nuevas fuerzas y se lanzó de lleno a por el principal competidor del PP, la formación liderada por Albert Rivera, reprochándole en primer lugar la afirmación de que “carecer de experiencia en la gestión sea un plus”. “Me pregunto por qué en todas las actividades la experiencia se tiene en cuenta menos en la política”.

Feijóo arremetió sin nombrar a Ciudadanos contra los “falsos profetas” e insistió en que “la experiencia y la tradición” también son buenos avales. Insistió en que “algo bueno se estará haciendo en España que ya crece al ritmo del 3%” y defendió estar yendo por “el buen camino, el de la estabilidad pese a las dificultades” frente a los “atajos que ya se han recorrido antes y que no llevan a ningún sitio” que proponen “otros”. No dudó, eso sí, en poner nombre y apellidos al partido del que hablaba cuando tocó, y tampoco titubeó para calificarlo de “imprevisible”. Eso, dijo el presidente gallego, es lo que ha demostrado hasta ahora: “Que puede gobernar con uno y su contrario, que puede decir no al 155 y luego ser apóstol de este artículo, que puede decirle a una senadora del PP que se vaya (en referencia a Pilar Barreiro) y decidir que su portavoz en Extremadura se queda por un caso igual”.

En ese sentido, Feijóo remarcó que no es suficiente “ser buen orador” sino que hace falta demostrar que se es “buen gestor”. El presidente gallego pidió “responsabilidad” al resto de partidos, recordando que “hay momentos en los que se necesita más que la táctica de partidos, que hace falta aparcar las siglas y estar dispuestos a interponer soluciones colectivas a todo”. Insistió en la necesidad de dejar a un lado “la política de instintos” para apostar por “la reflexiva y la unitaria”, "tan necesaria" a a hora de tratar los grandes temas que afectan al país, desde el asunto catalán hasta la financiación autonómica, la posible actualización de la Constitución o el futuro de las pensiones. “Con toda la humildad, hablando en representación de un pueblo que apostó por la estabilidad cuando nadie más lo hizo en toda España”, atizó el presidente gallego, recordando que el PP de esa comunidad mantiene la mayoría absoluta (la única tras las elecciones de 2015). Se trata sin duda de un punto clave en sus críticas a Ciudadanos, porque la formación naranja no logró representación en el parlamento gallego.

Feijóo aprovechó entonces para hacer una férrea defensa del estilo político del PP, en el que él se ve representado como también lo hace Rajoy. “Fíense más de un político que contesta depende frente al que da respuesta categóricas y sin matices”, afirmó, insistiendo el buen quehacer de la Moncloa en vez de la postura del "sabelotodo" en que sin duda encasilló a Rivera. En otras palabras, dijo, "la aplicación práctica del depende” -tan gallego- y que “muchos no entienden” afirmó el presidente de la Xunta puede ser la mejor opción, “frente a la realidad de un extremo y otro hay un punto medio que suele ser el encuentro y es el que yo defiendo”.

El asunto que esquivó sin mucha dificultad fue el de la sucesión natural de Rajoy y si él considera que lo es por, entre otras cosas, mantener la mayoría del PP en Galicia. “Obviamente no. Tiene poco que ver una cosa con la otra”, aseguró, para después zanjar el debate: “Hablar de lo que pueda ocurrir en 2020 es una pérdida de tiempo cuando además hay un presidente que cumple con sus funciones. Está claro, el presidente sigue, agotará la legislatura y en 2020 responderá esa pregunta”. Tampoco dio por segura una convocatoria electoral adelantada, “el presupuesto se puede prorrogar y además estoy seguro de que España finalmente tendrá presupuesto”.

La vicepresidenta no se siente cuestionada

De los cuatro ministros que acudieron a escuchar al presidente gallego, Rafael Catalá, Fátima Báñez, Dolors Montserrat y la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría fue la última en llegar. Insistió en que si Puigdemont viene a España “el camino ya se lo ha marcado el Tribunal Constitucional, tiene que ponerse a disposición judicial”. La vicepresidenta del Gobierno aseguró que el “recurso que ha planteado el Gobierno está claro” y las medidas cautelares dictadas lo están todavía más: “No se puede celebrar un pleno de investidura con un candidato que no asista presencialmente. Ni cabe el voto delegado ni telemático”. Además, aseguró que no se siente cuestionada, “no en absoluto”, tras el debate generado por el cambio de criterio del Ejecutivo, que en menos de 24 horas pasó de “no recurrir un anuncio” a hacerlo pese a que el Consejo de Estado no compartía la decisión. Santamaría zanjó al respecto: “Cuando se está en este cargo es más importante trabajar por el país que pensar en uno mismo”.

En esa misma linea se pronunció Núñez Feijóo, que respaldó la decisión del Gobierno y aseguró que la pregunta a formular es qué habría ocurrido si el Ejecutivo hubiera seguido a pies juntillas el dictamen del Consejo de Estado. El presidente de la Xunta insistió en que “no habría medidas cautelares” y, por tanto, insistió en que “lo que ha hecho el Gobierno, es eso, gobernar. Ha actuado y ahora todos los españoles estamos más tranquilos”