Ciudadanos prioriza Madrid y gobernar en plazas importantes a partir de 2019

La contienda de 2019 es la primera fijada en el calendario. El próximo año llegará una batería de citas electorales que pueden cambiar sustancialmente el panorama político en todo el país. Primero, las andaluzas. Y después será el turno de las autonómicas y municipales en prácticamente todas las regiones (amén de las elecciones europeas, que también se celebrarán el año que viene). Si en 2015 la irrupción de los nuevos partidos dio un vuelco al tablero hasta el momento conocido, 2019 podría ser la fecha definitiva para consolidar a los nuevos inquilinos políticos que, todo apunta, han venido para quedarse. Desde luego es el primer objetivo en Ciudadanos, que hace más de dos años se coronó como tercera fuerza municipal y fue la llave de cuatro gobiernos autonómicos, entre ellos el de Madrid, aunque optó por no formar parte de los mismos.

Eso cambiará el año que viene. La ejecutiva naranja tiene claro que es esencial para el crecimiento del partido empezar a gobernar si son la primera fuerza en parlamentos autonómicos (como sucedió en Cataluña) o en municipios; o bien a través de pactos con otras fuerzas que, en esta ocasión, no serán meramente de investidura. En ese sentido, la formación está trabajando ya en planes específicos por comunidades autónomas elaborados desde el área de Organización con la participación de otras secretarías para potenciar posibles resultados en toda España. La lucha de las grandes plazas, empezando por Madrid, es una prioridad. Ciudadanos quiere tener margen para demostrar su capacidad de gestión antes de que lleguen las elecciones generales; entienden que el auge en las encuestas demuestra una tendencia y una valoración positiva de la sociedad ante el proyecto, y que lo que falta para despuntar por completo es eso: que los ciudadanos los vean gobernar y entrar en la gestión directa de los recursos.

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Paloma Esteban

Según explican miembros de la cúpula centrista, la idea que hay que terminar de trasladar es que Ciudadanos está haciendo "un buen trabajo de oposición" pero que en realidad es "un partido de gobierno". "Hemos nacido para gobernar. Este proyecto nace de la sociedad civil. Entrar en él es una decisión personal de todos los que estamos y que antes trabajábamos en nuestros sectores. Pero nacimos para estar en los gobiernos y cambiar las cosas", insisten. La hoja de ruta no se modificará con respecto a las pautas establecidas de cara a las catalanas, aunque el contexto será muy distinto. Mantener la coherencia en el mensaje, insistir en que las propuestas del programa electoral son las que necesita la sociedad (igualdad en todas las CCAA, cambios en el mercado laboral y pinchar 'la burbuja política', entre otras) y, sobre todo, "hablar muy claro". Esta última premisa es esencial, porque entienden que es el mayor hándicap que siguen teniendo los partidos tradicionales "por culpa de las mochilas que arrastran" y su competidor en la nueva política, Podemos, "porque la amalgama de partidos que lo compone y los compromisos de todas sus fuerzas territoriales les impiden también defender algunas cuestiones".

El mandato de Rivera al resto de su equipo ejecutivo, que representa a los distintos territorios, es claro. "La vieja política es conocida de sobra y la nueva tiene dos modelos: uno cortoplacista que es el de Podemos y otro, de menos titulares y de trabajar más a largo plazo, que es el de Ciudadanos". Y en esa línea, insisten, deben trabajar. En el partido de centro tienen la sensación de que el primer año fue muy complicado dando apoyo a los gobiernos autonómicos de PP y PSOE en distintas regiones y al de Rajoy en el Congreso como si fuera gratuito, pero consideran que su labor empieza a notarse ya mucho entre la sociedad, que valora el impulso de las 'medidas naranjas', como vendrían a demostrar las encuestas más recientes. Sondeos, en todo caso, sin una convocatoria electoral inmediata a la vista, por lo que mostrarían un comportamiento social espontáneo que juzga el momento presente. En todo caso, las percepciones en la formación son positivas y reconocen que por primera vez ven opciones de dar el salto definitivo mirando a los dos grandes partidos del país.

Según explican fuentes de la cúpula naranja, el comportamiento de las encuestas sería extrapolable a las grandes plazas, ya que los sondeos y los resultados obtenidos el 21-D en Cataluña apuntan a un importante crecimiento en grandes ciudades y muchos de los parlamentos en los que tienen representación. El mundo rural es otra batalla distinta en la que también trabajan. Y de estas grandes plazas la primera podría ser Madrid, donde en el ámbito autonómico ya son la llave del Gobierno de Cifuentes con Ignacio Aguado al frente y en el municipal el grupo también registra un crecimiento importante en encuestas externas e internas, mientras el resto de partidos siguen sin tener claro cuál será su cabeza de lista. Precisamente esta desorientación de los rivales será un arma que el grupo naranja usará a partir de este año.

Salvo cambios, la candidatura de Begoña Villacís a las primarias (que aún tardarán en celebrarse) está decidida, mientras el PP piensa todavía a quién enviará a la capital para intentar recuperar el mayor ayuntamiento del país; el PSOE agota sus primeras opciones y sigue sin plantearse tocar la cantera, y Ahora Marid estudia qué continuidad puede tener el proyecto tras las crisis internas sufridas, aunque Manuela Carmena parece que estará a la cabeza de la lista. Lo que parece claro es que para Ciudadanos, irrumpir en el Gobierno de Madrid será la mejor manera de apuntalarse en la carrera a La Moncloa.

En todo caso, según explican fuentes de la dirección naranja, las elecciones de 2019 serán planteadas como una cita con "cero riesgos". Si en 2015 Ciudadanos se vio forzado a hacer un proceso de expansión casi inaudito intentando llegar a todas las comunidades del país, el próximo año el partido pretende consolidar los resultados obtenidos y crecer sin tener que afrontar riesgos de ningún tipo. Los controles en los candidatos y los integrantes de las listas se han intensificado y ya no hay una presión específica "por llegar", tal y como dicen miembros de la ejecutiva. Por eso es probable que el partido apueste por dar continuidad a las candidaturas fuertes y que ya están asentadas sin arriesgar en exceso allá donde no sea necesario. En todo caso, los procesos de primarias no están previstos hasta bien entrado el año y ahí será donde realmente el equipo de Rivera ponga las cartas encima de la mesa. Eso sí, en 2019 el objetivo será compartido entre las grandes fuerzas del país: todos salen a ganar y todos lo hacen con opciones reales.