Cs da por hecha una Mesa 'indepe' y batallará por frenar la investidura de Puigdemont

A 24 horas de que tenga lugar la nueva constitución del Parlament de Cataluña en la décimo segunda legislatura, sigue habiendo demasiadas incógnitas por despejar. Por ahora, ni siquiera hay un nombre de consenso encima de la mesa por parte de las fuerzas independentistas, aunque suena con fuerza el diputado de ERC Ernest Maragall. Algo que los republicanos no confirman, mientras la búsqueda se intensifica desde sus filas y las de Junts per Catalunya tras la renuncia hace días de Carme Forcadell. Pese a las dificultades, en Ciudadanos —primera fuerza política en la comunidad autónoma desde el 21-D— dan por descontado que habrá un acuerdo antes de que el plazo venza.

Según fuentes del partido naranja, la aritmética en la Mesa parece clara con los resultados electorales en la mano y ven complicado que algo se altere. Dos puestos serán suyos, dos para ERC, dos para JxCAT y uno para el PSC de Miquel Iceta, que está asegurado gracias al apoyo de Ciudadanos. Los comunes de Xavi Domènech, la CUP y el PP se quedarían fuera, estos dos últimos además compartirán espacio en el Grupo Mixto. Dan por hecho que los partidos secesionistas garantizarán la presidencia a uno de los suyos, dada su mayoría de cuatro miembros sobre siete frente a la candidatura que ellos proponen de la mano de José María Espejo.

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Los miembros de la Mesa se elegirán en tres votaciones sucesivas con urna en que los diputados deben escribir los nombres de sus elegidos. Primero se vota al presidente, después a los dos vicesecretarios y por último a los cuatro secretarios. En estas votaciones, los diputados naranjas ayudarán a los socialistas para retener su puesto. Una vez se constituya el órgano de gobierno del Parlament, el presidente o presidenta comenzará una ronda de consultas con los distintos grupos de la que saldrá un candidato a la investidura, que debe presentar su programa de gobierno y solicitar la confianza de la Cámara el día 31 de enero como muy tarde. Aquí comenzará una nueva batalla y el bloque constitucionalista, liderado por Ciudadanos, no está dispuesto a pasar por alto las irregularidades vistas en la pasada legislatura.

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En este sentido, dirigentes del partido naranja aseguran a este diario que usarán "todas las vías legales" a su "alcance" para evitar una investidura telemática de Puigdemont. Como esperaban, los letrados del Parlament ya rechazaron esta posibilidad propuesta por JxCAT en su informe, alegando el "necesario respeto" a los derechos de todos los diputados y recordando en este sentido que el candidato a una investidura no puede ser sustituido a la hora de dar su discurso. Los letrados consideran por tanto "imprescindible" la presencia física del candidato. Además, el informe también rechaza que los cinco miembros del Govern cesado que se encuentran huidos en Bruselas puedan delegar su voto en otro diputado del grupo, a diferencia de los tres encarcelados, que sí podrían hacerlo dependiendo de la interpretación que haga la Mesa (en el momento de la votación representada por la llamada Mesa de Edad).

En Ciudadanos consideran que el dictamen de los letrados es "claro", pero insisten en que agotarán todos los recursos posibles si JxCAT sigue adelante con su desafío. Precisamente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aprovechó su intervención en la junta directiva nacional de los populares para recordar que si hay una investidura ilegal de la mano de los independentistas, el Ejecutivo mantendrá la aplicación del artículo 155. Un escenario que la formación naranja prefiere no contemplar, porque, insisten a este diario, "no podemos contar con la posibilidad de que se vaya a producir una investidura de este tipo", "no lo vamos a consentir", zanjan.

En cuanto a las opciones de Ciudadanos para dar la vuelta a la situación frente a la candidatura independentista, se desplomaron el pasado martes cuando Catalunya en Comú-Podem (el partido de los comunes y Podemos) confirmó su férrea negativa a los centristas en su encuentro. Según explicó el interlocutor naranja en estas conversaciones, Carlos Carrizosa, "se cerró la puerta definitivamente" a cualquier alternativa a los secesionistas, ya que el partido liderado por Domènech insistió en que no daría su apoyo a la formación de Arrimadas en ningún caso.

Ciudadanos no dudó en reprochar a los comunes una vez más que "siempre estén al lado de los independentistas" incluso ante la remota posibilidad de evitar que "los mismos" se hagan de nuevo con el control de la Mesa del Parlament, clave en una legislatura en la que la interpretación que se haga del reglamento de la Cámara (y cuya responsabilidad recae en la presidencia de la Mesa) puede ser decisiva en el devenir de los acontecimientos en Cataluña.