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Roca: "La Constitución ha de respetarse en su integridad. No hay vías al margen de ella"
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ARRANQUE DE LOS TRABAJOS DE LA COMISIÓN TERRITORIAL EN EL CONGRESO

Roca: "La Constitución ha de respetarse en su integridad. No hay vías al margen de ella"

El representante de la minoría vasco-catalana en el debate de la Carta Magna en 1978 pega un repaso a los secesionistas y advierte también de que la reforma no es imprescindible

Foto: Miquel Roca, a su llegada a la comisión del modelo territorial en el Congreso, este 10 de enero. (Inma Mesa | PSOE)
Miquel Roca, a su llegada a la comisión del modelo territorial en el Congreso, este 10 de enero. (Inma Mesa | PSOE)

Aquello era como escuchar los parlamentos de la antigua CiU. El catalanismo conservador de toda la vida, pactista, defensor de las singularidades pero también de la ley, y lejos, lejísimos, de cualquier aventura independentista. Esa era la sensación que se acomodó en el Congreso en la sesión de arranque de la comisión de evaluación y modernización del Estado autonómico cuando intervino Miquel Roca i Junyent. El padre de la Constitución que representaba en 1978 a la minoría vasca y catalana y que hoy, 40 años después, se confiesa muy "satisfecho", "orgulloso" de aquel texto que contribuyó a redactar, "solidario" con lo que dice. Y convencido de que fuera de él no cabe nada. Porque la Carta Magna, dijo, "ha de respetarse en su integridad", y no hay caminos "al margen" de ella.

Roca, que demostró en sus dos horas de disertación en la comisión una lucidez envidiable a sus casi 78 años —igual que los otros dos ponentes de la Constitución que habían comparecido por la mañana, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, y José Pedro Pérez-Llorca—, pegó un buen repaso a los herederos de aquella Convergència que él impulsó. No se escondió a la hora de defender la Ley Fundamental, recordó que alcanzó un 88,5% de refrendo popular (un 91,09% en Cataluña), que se construyó gracias a un consenso "modélico" y que antes que reformarla convendría apurar al máximo sus márgenes, que los hay. Pero sin lugar a dudas la principal amonestación a los separatistas llegó al final de su primer turno de intervención. Y sonó durísimo.

El padre de la Constitución lanzaba sus avisos con dos diputados del PDeCAT delante, Campuzano y Xuclà, que acudieron a la comisión de "oyentes"


"La Constitución tiene que respetarse en su integridad. No hay vías al margen de la Constitución, más allá de su reforma". Con esa sentencia, Roca estaba desacreditando por completo el órdago secesionista de los últimos meses, la exploración de las vías unilaterales que han conducido a los máximos dirigentes soberanistas o a la cárcel o al autoexilio en Bélgica. Las palabras del exdirigente catalán tenían más valor si cabe porque delante de él tenía al portavoz del PDeCAT —el partido heredero de la antigua Convergència, y hoy aplastado por Junts per Catalunya, la lista del 'expresident' Carles Puigdemont—, Carles Campuzano, y al coordinador de diputados y senadores de la formación, Jordi Xuclà. El PDeCAT no se ha sumado a los trabajos de la comisión (al igual que Podemos, ERC y el PNV), pero sí quiso acudir este miércoles "de oyente" a la comparecencia de Herrero y Rodríguez de Miñón y a la de Roca. Campuzano había recibido al exdirigente catalán a su llegada al Congreso y se había tomado un café con él, y luego tanto él como Xuclà siguieron con atención sus palabras, pero evitaron el aplauso de aprobación al final de la sesión, que sí le dedicaron los parlamentarios del resto de grupos.

Foto: Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los siete padres de la Constitución, este miércoles durante la comisión territorial en el Congreso. (EFE)

"Cualquier cosa" que no tenga el 91%...

"En la Constitución cabe lo que cabe, lo que no cabe en la Constitución no cabe", y "lo demás puede ser interpretado y ampliado", aseguró Roca. ¿Y qué no cabe? Pues por ejemplo el derecho a decidir, por el que directamente le preguntó el portavoz de Ciudadanos en la comisión. Sí cabe el derecho a decidir, respondió... pero el que se usa "en todas las elecciones". "Esto es la democracia, lo saben muy bien los que no la tienen, poder votar en elecciones libres por sufragio directo. Lo demás no cabe. ¿Esto deslegitima una petición? No, pero tienen que saber que es al margen. No podemos pedir a la Constitución que resuelva lo que no puede resolver".

"En la Constitución cabe lo que cabe, lo que no cabe en la Constitución no cabe", recalca. Y lo que no cabe, por ejemplo, es el derecho a decidir, dice

Y aún hubo otro golpe más a los independentistas. Esta vez, con relación a su apoyo social. Roca recordó que él, que tuvo el "privilegio" de elaborar la Constitución, se dirigió a los catalanes para que le dieran su respaldo, y el 91,09% se lo concedió. "¿Cómo quiere que acepte cualquier cosa que no tenga ese 91%?", preguntó retóricamente, enfatizando que se registró en la comunidad "la mayor participación" que jamás se ha dado en un plebiscito allí, del 67,91%.

Miquel Roca: "La Constitución debe respetarse en su integridad, no hay vías al margen"

Roca comenzó su intervención tejiendo una defensa del texto de 1978, porque ha "garantizado normalidad constitucional y democrática, un hecho insólito" y "excepcional", porque fue construida con un "consenso modélico" que fue "reflejo de un pacto, aunque lógicamente hubo renuncias", porque fue una ley de leyes "flexible" que abrió a España "las puertas de Europa" y porque por primera vez una Constitución fue sometida a refrendo ciudadano en España, y obtuvo un abrumador 88,5% de apoyo. Y ahí coló un aviso de cara al futuro: cualquier "propuesta alternativa" que ahora se pueda plantear tiene ante sí el "reto" de alcanzar esa conformidad de casi el 89%. De paso, negó que hubiera estado redactada bajo "el límite del miedo", porque se elaboró siguiendo el ejemplo alemán y el Título VIII, en particular, el que se consagra a la organización territorial del Estado, atendiendo a razones históricas, pero también a criterios de "eficacia" en el reparto del poder. "La hicimos nosotros y pactando entre nosotros y sin tanques".

Nacionalidades y regiones

El exdirigente catalán también se refirió a la "generalización autonómica". Alegó que tenía "un sentido", y es el que no se niegue "a nadie el derecho que quieres para ti". Y respecto a las nacionalidades y regiones —la diferenciación que aparece en el artículo 2—, recordó que en aquel momento se hablaba "con bastante normalidad" de eso "y no pasaba nada". Ahora bien, "focalizar" la discusión en las palabras no es útil. "Si el problema fuera este, nos podíamos ir". Un mensaje que parecía dirigido al PSOE de Pedro Sánchez, que defiende la idea de la España plurinacional como remedio para mitigar las tensiones con Cataluña.

Roca defiende que la Constitución da "mucho margen" para acometer cambios en el modelo de Estado sin necesidad de retocarla

Para Roca, la configuración del Senado fue el principal error, porque en la práctica funciona como una Cámara de segunda lectura, "de apelación o corrección", y no como un foro territorial. Y si se opta por una solución más avanzada, su alternativa es convertirlo en una especie de Bundesrat alemán, en el que se sienten representantes de los Ejecutivos autonómicos. Pero sí. "Ahí en el Senado fue donde más nos equivocamos. No teníamos experiencia en el Senado y teníamos una cierta prisa por terminar y no estuvimos muy brillantes", reconoció. También señaló como error la sentencia del Estatut del Tribunal Constitucional de 2010 —no el recurso, le precisó al PP, que se molestó cuando sacó el tema a colación—, porque llegó tras el referéndum ciudadano, aunque "nunca más" pasará eso de nuevo porque se reformó la ley para reintroducir el recurso previo de inconstitucionalidad.

Miquel Roca: “Democracia es reconocer la singularidad”

Con todos estos mimbres, ¿es necesario reformar la Constitución? "Puede ser, no lo sé —dijo nada convencido—. La Constitución nos da mucho margen todavía para que sin necesidad de reformarla podamos acometer cambios trascendentes en la organización territorial del Estado". En una línea similar a la expresada por Herrero, apuntó que por la "vía interpretativa" se puede apurar más el texto de 1978, y puso como ejemplo cómo la doctrina ha ido acuñando conceptos distintos de un mismo derecho recogido en el Código Civil. Así, defendió que no hace falta introducir la financiación autonómica en la Carta Magna, o dar una una vuelta completa a la Cámara Alta, porque se pueden introducir "mecanismos" para fortalecer su carácter territorial. "No hay nada más eficaz en situaciones de crisis que la revolución de las pequeñas cosas". Es decir, actuar a través de "gestos, acentos, proximidad, reconocimientos, sensibilidades y sentimientos". Un terreno en el que "hay mucho" por avanzar.

En ese sentido, defendió que la singularidad ha de ser reconocida, porque la diferencia "no hace a nadie más importante, no genera privilegios", sino que hace "respetar al diferente". "Democracia es reconocer la singularidad. La igualdad es la democracia. Reconocer la singularidad es el plus de la democracia".

El ponente aboga por la "revolución de las pequeñas cosas" a través de "gestos, acentos, proximidad, reconocimientos, sensibilidades y sentimientos"

Roca, no obstante, sí abrió una puerta a la esperanza. "Si en 1977 y 1978 nos enfrentamos a todo lo que teníamos que enfrentarnos y lo hicimos, ahora que tenemos los instrumentos para poder pactar, acordar, hablar, entendernos y comprendernos, ¿no lo podemos hacer?", preguntó, apremiando a los partidos a actuar, porque "un problema político debe resolverse político". "Y el escenario idóneo es esta casa, porque aquí no hay más protagonistas que el conjunto de los ciudadanos". Una última píldora más, y un aviso para el PP: "Sin voluntad de consenso", no cabe esperar nada.

Aquello era como escuchar los parlamentos de la antigua CiU. El catalanismo conservador de toda la vida, pactista, defensor de las singularidades pero también de la ley, y lejos, lejísimos, de cualquier aventura independentista. Esa era la sensación que se acomodó en el Congreso en la sesión de arranque de la comisión de evaluación y modernización del Estado autonómico cuando intervino Miquel Roca i Junyent. El padre de la Constitución que representaba en 1978 a la minoría vasca y catalana y que hoy, 40 años después, se confiesa muy "satisfecho", "orgulloso" de aquel texto que contribuyó a redactar, "solidario" con lo que dice. Y convencido de que fuera de él no cabe nada. Porque la Carta Magna, dijo, "ha de respetarse en su integridad", y no hay caminos "al margen" de ella.

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