Sánchez e Iglesias se van de vacaciones y 'dejan' solo a Rivera para replicar a Rajoy

Mariano Rajoy no se prodiga demasiado ante los medios de comunicación. Son escasas sus ruedas de prensa, exceptuadas las comparecencias cortas y tasadas cuando recibe a jefes de Estado o de Gobierno, y más aún sus entrevistas. Pero hay al menos dos citas anuales en las que el presidente suele no fallar: dos ruedas de prensa de balance de gestión en La Moncloa, antes de las vacaciones de agosto y antes de Nochevieja. Son las ocasiones en las que suele vender sus logros al frente del Ejecutivo y avanzar los retos del siguiente ejercicio. Los líderes de la oposición solían aprovechar la salida de Rajoy para hacer su propio balance crítico y poner en cuarentena el examen triunfalista de La Moncloa.

No será así este viernes. Pedro Sánchez no le dará réplica al jefe del Ejecutivo, aunque sí delegará la respuesta del PSOE en su número tres, José Luis Ábalos. Pablo Iglesias tampoco atenderá a los medios y su formación, Podemos, sacará finalmente como portavoz a su secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular, Rafa Mayoral, después de dudar mucho sobre la conveniencia de contestar al líder del PP. El jefe socialista comienza este viernes sus vacaciones de Navidad —ha estado trabajando toda la semana en Ferraz y el viernes pasado compareció en Barcelona en la jornada de resaca de los comicios del 21-D—, pero el secretario general del partido morado no ha hecho declaraciones desde las catalanas y ni tan siquiera siguió la noche electoral desde su cuartel general. Albert Rivera, líder de Ciudadanos y socio de investidura del PP, sí hará balance, pero saldrá antes de que previsiblemente lo haga el presidente. Antes, por tanto, de conocer su exposición y sus argumentos, igual que harán Ábalos y Mayoral, por cierto. El jefe de la formación naranja ha convocado a los medios en el Congreso a las 10:30 horas, y Rajoy lo hará en La Moncloa sobre la una o una y media de la tarde, tras la reunión del Consejo de Ministros, según confirmaron fuentes gubernamentales a este periódico.

El líder de la oposición solía responder al presidente. Lo hizo Rajoy y lo hicieron Rubalcaba y el propio Sánchez en 2012, 2013 y 2014

Tradicionalmente, al menos el líder del principal partido de la oposición solía comparecer en la sede de su partido tras la rueda de prensa del jefe del Ejecutivo. El propio Rajoy lo hacía para dar la réplica a José Luis Rodríguez Zapatero. Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general de los socialistas elegido en el 38º Congreso Federal, celebrado en Sevilla en febrero de 2012, salió en Ferraz el 28 de diciembre de ese año y el 27 de diciembre de 2013. En 2014, Sánchez ya había sido votado por la militancia como nuevo líder. Él también cumplió con la tradición: dio la cara ante los periodistas el 1 de agosto, antes del descanso estival y a los cinco días de haber sido coronado, y el 26 de diciembre. 2015 fue año electoral. El 20-D se celebraron las generales. El secretario general compareció en el cuartel general para hacer una primera valoración, sin preguntas, esa misma noche, y luego ofreció una rueda de prensa el miércoles 23, tras su brevísima reunión con Rajoy, en la que le adelantó que su partido no facilitaría en modo alguno su investidura. Cinco días más tarde, el 28, abrió el tormentoso comité federal en el que los barones planeaban tumbarle.

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Fin a la "colaboración histórica" con el PP

En 2016, Sánchez había sido depuesto. Fue en otro comité federal, el del 1 de octubre, que permanecerá durante años en la retina de dirigentes y militantes del PSOE. Le sucedió en el poder una comisión gestora presidida por Javier Fernández. Pero el jefe del Ejecutivo asturiano, muy poco dado a comparecer ante los medios nacionales y que nunca ocultó su incomodidad en los casi nueve meses que llevó las riendas del partido por heredar una casa en ruinas y muy encanallada internamente, se quitó de en medio el día del balance de gestión de Rajoy. Así, el 30 de diciembre del año pasado envió a torear con los periodistas al portavoz de la dirección interina, el andaluz Mario Jiménez.

En 2016, con el PSOE en manos de la gestora, su presidente, Javier Fernández, se quitó de en medio y envió al portavoz, el andaluz Mario Jiménez

Era el momento de máxima colaboración del PSOE con el Gobierno, apenas dos meses después además de haber facilitado su investidura vía abstención y evitado así ir a terceras elecciones. El presidente incluso agradeció la "colaboración histórica" de los socialistas. Jiménez rechazó esa expresión, pero sí contrapuso la actitud de su partido con la de Podemos. "Frente a los que gritan en el desierto", aseguró entonces, ahí está el PSOE consiguiendo dar la vuelta a las políticas regresivas de la derecha. El portavoz lucía las medallas que la gestora se atribuía: subida del salario mínimo, tregua energética o el comienzo del desmontaje de la reforma laboral. Ello le permitía augurar que la legislatura sería "fructífera", al no disfrutar el PP de mayoría absoluta. Un año después, lo que se observa es parálisis en el Congreso, pero no la evaporación del andamiaje legal construido por los populares durante el primer cuatrienio de Rajoy (2011-2015).

Sánchez volvió a asumir la batuta del PSOE tras las primarias de mayo de 2017, que ganó a Susana Díaz —la candidata de la vieja guardia y de los grandes aparatos del partido— y a Patxi López, y fue encumbrado en el 39º Congreso, celebrado a mediados de junio. El dirigente madrileño intentó romper con la etapa de la gestora, marcar muchas más distancias con el PP, quebrando esa "colaboración histórica" de la que hablaba Rajoy, para aproximarse a Podemos. Pero el devenir de los acontecimientos y la monopolización de la crisis catalana de la agenda política han propiciado, por la vía de los hechos, una mayor cercanía de Sánchez con Rajoy para afrontar el mayor desafío institucional jamás vivido desde la Transición. Así, Ejecutivo y PSOE negociaron la aplicación del artículo 155 de la Constitución, entente de la que también participaba (y participa) Ciudadanos. La prioridad era la defensa del Estado, de la Carta Magna y del Estatut frente a los independentistas.

Tras el 21-D, el PSOE quiere retomar la iniciativa, salir del "corsé" del debate territorial e introducir en la agenda cuestiones sociales como las pensiones, la precarización del empleo o la lucha contra la violencia de género. Pero no será el secretario general quien asuma la bandera en un día de máxima exposición, el del balance del año protagonizado por el presidente. Sánchez comienza este viernes sus vacaciones —tiene una reserva hecha en una localidad del Pirineo oscense, según pudo saber este periódico, informa Ángel Collado—, y las prolongará hasta Reyes, tal y como indicaron fuentes de su dirección. Toda esta semana ha trabajado desde su despacho en Ferraz. La primera reunión de la ejecutiva llegará el lunes 8 de enero, y el comité federal, el máximo órgano de poder, se reunirá previsiblemente en febrero o marzo.

En julio, Carmen Calvo

Sánchez, a diferencia del arranque de su primer mandato, evita la sobreexposición mediática. Espacia sus ruedas de prensa y más aún sus entrevistas —contadísimas desde que recuperó el poder—, y está menos a tiro de los periodistas porque ya no es diputado en el Congreso desde que renunció a su escaño para no tener que abstenerse en la investidura de Rajoy y mantener así su palabra dada a los militantes y votantes socialistas. Su última comparecencia tuvo lugar hace una semana, el viernes 22 de diciembre. Viajó a Barcelona junto con sus números dos y tres, Adriana Lastra y José Luis Ábalos, para participar en la reunión de la ejecutiva del PSC y hacer un primer balance de los resultados electorales. Entonces, del lado de Miquel Iceta, se erigió como alternativa al PP, puesto que su partido tiene una presencia "notable" en todos los territorios, incluida Cataluña, y exigió a Rajoy un plan para destensar y desbloquear el conflicto separatista.

El líder socialista ha trabajado toda la semana en su despacho de Ferraz. El encargado de lanzar el mensaje estos días ha sido Ábalos. También hoy

Ábalos, su secretario de Organización y portavoz del partido sobre todo en los momentos más delicados, ya hizo un primer análisis del 21-D la noche electoral, fue el encargado de trasladar la valoración del PSOE sobre el mensaje del Rey el pasado 25 de diciembre desde Valencia, y salió en rueda de prensa en Ferraz este miércoles. Hoy lo hará también desde la sede federal sobre las 12 de la mañana. Antes, por tanto, de la comparecencia de Rajoy en La Moncloa. En la dirección se estuvo barajando si sacar o no a un dirigente ante los medios, pero finalmente venció la lógica y se optó por exponer al número tres, a quien en la cúpula valoran por sus habilidades comunicativas y su buen talante con los informadores.

El pasado 28 de julio, la encargada de dar la réplica al presidente en su primer balance de legislatura fue la número cuatro de la dirección, la exministra Carmen Calvo, la secretaria de Igualdad. Dos años antes, el 31 de julio de 2015, Sánchez hizo examen crítico del presidente, pero no en Ferraz, sino en la apertura del congreso extraordinario de los socialistas madrileños. También había atendido a los medios Patxi López, miembro antes y ahora de su cúpula.

Consejo de Ministros "largo"

Iglesias está desaparecido desde antes de que se conociera el escrutinio del 21-D. Y, tras abrirse las urnas, no ha dado la cara ni ha reunido a su ejecutiva. Su última rueda de prensa fue el 28 de noviembre en el Congreso, cuando celebró la "torpeza" del Gobierno al presentar su veto a la proposición de ley de Podemos para cambiar la regla de gasto cuatro minutos fuera de plazo, permitiendo así su tramitación en la Cámara. Su comparecencia anterior había sido 15 días antes, el 16 de noviembre. Iglesias, como los demás líderes, sí hizo declaraciones en diciembre, en el acto por el 39º aniversario de la Constitución o ya en mítines de campaña, pero no en rueda de prensa. El líder de la formación morada suele escoger Ávila para pasar sus vacaciones. Igual que Rajoy prefiere pasar unos días de descanso en su Galicia natal. Cs no detalla dónde parará por Navidad su jefe.

Por Podemos hablará Rafa Mayoral, igual que en otras ocasiones. Rivera, que este jueves se reunió con Rajoy, salió en julio, pero no en diciembre

Podemos no tenía claro durante la tarde del jueves si contestaría al presidente en su balance del año. Finalmente decidió encargar la tarea a uno de los hombres de confianza de Iglesias, Rafa Mayoral, quien también dio la réplica a Rajoy en 2016 y en julio de 2017. En 2014, cuando la formación morada aún no estaba en el Congreso pero sí estaba al alza, según las encuestas, fue el entonces número dos, Íñigo Errejón, quien hizo la contrarréplica del Gobierno.

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Rivera asume este viernes el protagonismo de Ciudadanos, 24 horas después de su despacho con Rajoy en La Moncloa. Ya compareció también en julio para hacer el balance de curso. Pero hace un año, nada más arrancada la legislatura, envió a su entonces vicesecretario general y hoy número dos del partido, José Manuel Villegas. En 2014, Cs no había eclosionado como fuerza a nivel nacional —su primer triunfo fuera de Cataluña se produjo en las autonómicas andaluzas de marzo de 2015—, y en las hemerotecas consta que quien contestó al presidente desde un espacio político similar fue la entonces portavoz de UPYD, Rosa Díez. Fue antes de su debacle total.

Mayoral comparece en el Congreso a las 12.30 horas. Ábalos, a las doce en Ferraz. Y antes, a las 10:30 y también en la Cámara Baja, Rivera. Todos, por tanto, antes de la hora previsible de salida de Rajoy. Presidirá "un Consejo de Ministros largo", dicen en su equipo, que hará que la rueda de prensa no comience hasta la una, como pronto. Así que los tres principales partidos de la oposición, más que réplica, harán un balance propio del año. En otras ocasiones, los líderes salían ante los medios después de comenzada la rueda de prensa del presidente, intentando lanzar el mensaje antes del arranque de los informativos de mediodía de las televisiones.

Iceta se suma a las críticas a Cs y Ábalos dice que las CCAA deben definirse como naciones si quieren

Este miércoles lo hizo José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE. Y al día siguiente lo hizo Miquel Iceta. El primer secretario, en su informe ante el consell nacional del PSC, señaló que la "falta de iniciativa" de Ciudadanos y la ganadora del 20-D, Inés Arrimadas, evidencia que su triunfo en las urnas del 21-D "no servirá para modificar el rumbo de la política catalana", y afeó tanto a la formación naranja como a los independentistas que "no estén formulando propuestas" para formar un Gobierno estable.

Iceta, en su intervención en la reunión del máximo órgano de su partido -que se prevé que sea la última antes de su traslado de la histórica sede de la calle de Nicaragua de Barcelona-, aprovechó para hacer autocrítica por los resultados de los comicios (un solo diputado más, un 1,1 punto de subida, 80.000 papeletas más que en 2015), y admitió que igual que ocurrió hace dos años, aunque ahora de forma "más aguda", el voto contrario a la secesión se ha concentrado en torno a Inés Arrimadas. 

"Hay que felicitarles por el éxito, pero es necesario recordarles también que es una victoria que no servirá para modificar el rumbo de la política catalana, tal como nosotros habíamos advertido. Su falta de iniciativa estos días lo pone especialmente en evidencia", apuntó. A su vez, recordó a los independentistas que la agenda política catalana no puede estar "supeditada" a la "agenda judicial derivada de la legislatura que ahora acaba". 

El primer secretario reconoció que el PSC no ha sido capaz de "contrarrestar la polarización" en estos comicios y que "probablemente" ha perdido voto hacia Cs, aunque parte se ha podido ver "compensado" con la captación de nuevos electores, antiguos votantes del catalanismo moderado y algo de los 'comuns'. Y hubo "errores" en la campaña, como su polémica propuesta de indultar a los dirigentes secesionistas condenados, que fue "prematura" y "criticada" por "osar prefigurar un escenario de reconciliación en el que muchos no quieren situarse aún".

Tampoco apareció como "sólida y viable" la tercera vía, la propuesta federal, pero el PSC, adelantó, no va a renunciar a ella, como tampoco al catalanismo. Iceta dibujó además los retos de futuro: evitar el frentismo en la política catalana; intensificar su presencia ciudadana y asociativa; implicarse de forma activa en la construcción de la alternativa en España; y movilizar al partido y los simpatizantes en la preparación de las elecciones municipales de 2019, informa EFE. 

Por parte del PSOE, este jueves intervino Ábalos, y fue en una entrevista en RNE. El número tres señaló que la Constitución no tiene por qué recoger una lista de naciones, como tampoco recoge en su actual redacción la de las 17 comunidades. Así que, "de desarrollarse esta idea", sería cada autonomía la se defina a sí misma en su estatuto, porque es en este texto en el que cada comunidad "se reconoce o se identifica". Fue su respuesta a la pregunta de cuántas naciones tiene España, informa Europa Press.