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Los okupas de Zaragoza temen "un ataque en tromba" de la ultraderecha este fin de semana
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para vengar la muerte de víctor laínez

Los okupas de Zaragoza temen "un ataque en tromba" de la ultraderecha este fin de semana

La nutrida comunidad de ultraderecha de la ciudad podría estar organizando una reunión masiva de grupos de todo el país para el fin de semana

Foto: Compañeros de Laínez se reunían ayer a la salida de su velatorio (EFE)
Compañeros de Laínez se reunían ayer a la salida de su velatorio (EFE)

Tendrán quince años, pero ya saben ser cínicos cuando toca. Son dos chicos, con estética antisistema, y están sentados en una pista de patinaje de la Avenida de América, a diez metros de una vieja cárcel de diseño neomudéjar, en Zaragoza. El presidio se abandonó en 2005, y cinco años después fue tomado por varios grupos okupas, que lo rebautizaron como Centro Social Kike Mur, en honor a un insumiso que murió entre sus muros en 1997. Aquí pasaba la mayor parte del día Rodrigo Lanza, acusado de golpear hasta la muerte a Víctor Laínez, un vecino de la ciudad relacionado con los movimientos de ultraderecha. En Zaragoza pocos dudan de que se trató de una agresión puramente ideológica, que en esta ocasión fue motivada por los tirantes rojigualdas de Laínez, pero que podría haber sido por cualquier otra cosa.

Foto: Rodrigo Lanza en una entrevista. (Youtube/Izquierdadiario.es)

"Ese era un facha", dice uno de los críos mientras apura un porro. "Claro que no hay que matarlo, joder, pero hay que vivir aquí y ver la de agresiones y cacerías que nos hacen, son una detrás de la otra", continua. "¿Sabes que a este le llamaban el Diablo? ¡Por lo que tocaba los huevos a la gente!", explican los jóvenes, que se protegen con abrigos caros del frío, antes de empezar a sentirse incómodos con las preguntas: "Nosotros venimos mucho por el Kike Mur porque hay actividades y puedes tener tu espacio, pero no conocemos a todos. Al Rodri sí, de vista. No sé si es un criminal, yo creo que no, pero no pongo la mano en el fuego. Yo en esta movida no me quiero meter, pero si hay que defender el Kike de los fachas, pues se hará".

Mientras se levantan, y ante las preguntas reiteradas acerca de la defensa de la cárcel, uno de los chicos muestra un tuit. Pertenece a un usuario llamado Alberto Pugilato, que se define como nacionalsocialista. "El sábado habrá que adecentar la Okupa Kike Mur de Zaragoza, que tiene bastante mierda dentro", ha escrito. "Éste -dice el joven señalando el móvil- no sé quién es, este no mueve a nadie, a este le han convocado el fin de semana en Zaragoza, nos están avisando a todos por Telegram de que van a llegar de toda España, van a atacar en tromba", concluye.

Ayer por la tarde, a una hora que estaba agendado un taller de teatro, el Kike Mur permanecía cerrado a cal y canto. Los dueños del bar de enfrente, una pareja de nacionalidad china, afirman que esta semana han visto poca actividad en el local. La dirección del centro social, a diferencia de su principal apoyo político, Zaragoza en Común, que ha condenado sin paliativos la agresión, no se ha pronunciado acerca de la muerte de Víctor Laínez, ni siquiera de la detención de 'Rodri', como conocían a Lanza en el centro. Es como si no hubiese sucedido, a pesar de que Lanza era un habitual del Kike Mur y a pesar de que el centro levanta la voz hasta por la deforestación del bosque de Hamdach, en Alemania.

Fuentes conocedoras de la realidad social de la ciudad indican que existe gran malestar en los grupos de ultraderecha zaragozanos, muy presentes en la ciudad, de los que Ligallo, los hooligans del Zaragoza C.F. son los más conocidos. Zaragoza es uno de los puntos calientes de la escena neonazi en España, con varios grupos organizados que protagonizan incidentes violentos con antisistema periódicamente, como identificó el periodista encubierto Antonio Salas. En la comparación entre extremos, la ultraderecha no solo es más abundante, sino que está más deslocalizada que los antisistema, que se arraciman en torno a las casas okupadas y el barrio de la Madalena. Y ya saben lo que sucede cuando un grupo mayoritario se siente agraviado.

Mañana se revelarán los datos de la autopsia de Víctor Laínez

Hay temor porque la chispa salte y se origine una incidente de mayor nivel entre facciones. Se mencionan tres potenciales zonas de ruptura. La primera será hoy, cuando Rodrigo Lanza pase a disposición judicial, detenido desde el pasado lunes en dependencias policiales. Si saliese en libertad, coinciden varios relatos, no sería seguro que permaneciese en la ciudad. El segundo momento de tensión lo viviremos por la tarde, durante el entierro de Laínez en Litago, un pequeño municipio de la región del que son originarios sus padres. Pese a que la ceremonia se ha anunciado "privada e íntima", no se descarta la presencia de moteros y legionarios en la zona, muy ligados a Laínez. El tercer momento, por último, será este fin de semana, al que amenazan varias convocatorias ultraderechistas incipientes en Zaragoza y alrededores.

En cuanto al estado de las investigaciones, en estos momentos la policía está buscando a las dos mujeres que acompañaban a Lanza la noche de la agresión. El abogado de la familia, Juan Carlos Macarrón, ha confirmado que tratará de imputar al acompañante masculino de Lanza "un delito de omisión de socorro o de encubrimiento" y al chileno los de "asesinato y odio". Además, el letrado ha avanzado que el viernes se conocerán los datos de la autopsia de Laínez, pero que no cabe duda de que falleció por "los coágulos generados por un fuerte traumatismo producido por un ataque sorpresivo con un instrumento contundente y en una parte vital del cuerpo".

Tendrán quince años, pero ya saben ser cínicos cuando toca. Son dos chicos, con estética antisistema, y están sentados en una pista de patinaje de la Avenida de América, a diez metros de una vieja cárcel de diseño neomudéjar, en Zaragoza. El presidio se abandonó en 2005, y cinco años después fue tomado por varios grupos okupas, que lo rebautizaron como Centro Social Kike Mur, en honor a un insumiso que murió entre sus muros en 1997. Aquí pasaba la mayor parte del día Rodrigo Lanza, acusado de golpear hasta la muerte a Víctor Laínez, un vecino de la ciudad relacionado con los movimientos de ultraderecha. En Zaragoza pocos dudan de que se trató de una agresión puramente ideológica, que en esta ocasión fue motivada por los tirantes rojigualdas de Laínez, pero que podría haber sido por cualquier otra cosa.

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