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El juez ve indicios de delitos de odio y de injurias de los policías del chat de Carmena
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El juez ve indicios de delitos de odio y de injurias de los policías del chat de Carmena

Considera, sin embargo, que no se dan las condiciones para acordar la medida cautelar de orden de protección solicitada por el denunciante

Foto: Imagen de la Policía Municipal de Madrid. (EFE)
Imagen de la Policía Municipal de Madrid. (EFE)

El Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid ha decidido hoy seguir adelante con la investigación del denominado ‘caso del chat policial’ tras observar que existen indicios de que los agentes han podido incurrir en un delito de odio y en otro de injurias. Así lo ha determinado el titular del Juzgado tras tomar declaración a los policías investigados tras la denuncia que presentó uno de ellos al entender que estaba siendo insultado y amenazado en el grupo de WhatsApp. La puesta en conocimiento de la justicia de estos mensajes sacó a la luz el resto, que arremetían contra políticos, periodistas y sindicalistas conocidos.

El titular del Juzgado, Juan José Escalonilla, sin embargo, ha rechazado la medida cautelar reclamada por el denunciante, que solicitó escolta para protegerse de los que supuestamente le han amenazado. Considera el magistrado que no se dan las condiciones para acordar esta petición, que sin embargo sí concedió el Ayuntamiento de Madrid, que a la espera de la decisión judicial puso dos policías municipales el pasado 20 de noviembre para ejercer como sombra constante del agente. Esta última decisión fue tomada en concreto por la Jefatura de la Policía Municipal después de que el concejal de Seguridad del consistorio, Javier Barbero, anunciara que su departamento estaba estudiando inhabilitar a los autores de las supuestas intimidaciones.

Tras ser objeto presuntamente de insultos y amenazas en el mencionado chat, el policía acudió el pasado 13 de noviembre a la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal, creada por el Gobierno local en marzo de 2016 con el fin de gestionar los delitos de odio, para denunciar que estaba siendo amedrentado por varios compañeros en el mencionado grupo de WhatsApp. El departamento, uno de los pilares de la nueva Policía Municipal de Manuela Carmena, tramitó la queja y la derivó inicialmente a la Fiscalía de Madrid, que sin embargo no vio ilícito penal alguno que pudiera ser indagado por el organismo y recomendó a los agentes dirigirse directamente al juzgado de guardia de plaza de Castilla con el fin de reclamar protección para el denunciante e iniciar un procedimiento por amenazas.

Siguiendo el consejo de la Fiscalía, los funcionarios tramitaron la denuncia ante el Juzgado número 42 de Madrid, que estaba en funciones de guardia ese día y abrió diligencias de investigación al respecto: llamó al denunciante para que éste ratificara su queja, reclamó los mensajes, pidió identificar a los autores de los mismos y posteriormente los llamó a declarar, extremo que tuvo lugar ayer mismo.

En paralelo al procedimiento judicial, el Ayuntamiento de Madrid abrió expedientes disciplinarios a los tres policías locales que había identificado como autores de los insultos y les retiró la placa y el arma. La Jefatura de la corporación les suspensión de funciones temporalmente y les prohibió acceder a las dependencias municipales hasta nueva orden. Además, el consistorio decidió personarse en la causa abierta por el Juzgado número 42 al entender que los tres agentes incurrieron en un delito de odio.

La visión del Ayuntamiento, sin embargo, no es compartida por la mayor parte de compañeros de la corporación. Los sindicatos y asociaciones policiales salieron en masa a defender a los más de un centenar de funcionarios que formaban parte del chat. "Los mensajes son terribles, son reprobables, pero se dicen en un momento de crispación por unas personas que han sido ejemplares en su trayectoria profesional, que no han tenido expedientes, que han protagonizado una carrera inmaculada", valoró el portavoz de la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU), Carlos Bahón, quien también estaba en el grupo de WhatsApp y aseguró que tanto él como el resto de componentes sentían violada su intimidad con la publicación de los mensajes.

El Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid ha decidido hoy seguir adelante con la investigación del denominado ‘caso del chat policial’ tras observar que existen indicios de que los agentes han podido incurrir en un delito de odio y en otro de injurias. Así lo ha determinado el titular del Juzgado tras tomar declaración a los policías investigados tras la denuncia que presentó uno de ellos al entender que estaba siendo insultado y amenazado en el grupo de WhatsApp. La puesta en conocimiento de la justicia de estos mensajes sacó a la luz el resto, que arremetían contra políticos, periodistas y sindicalistas conocidos.

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