Cifuentes compara a Puigdemont con Tejero y la oposición la tilda de mitinera y frentista

Cataluña, el proceso soberanista, el modelo territorial y la reforma de la Constitución. El discurso de Cristina Cifuentes ha tenido este martes un marcado carácter nacional. Era de esperar. La Comunidad de Madrid festejaba el 39 aniversario de la Carta Magna y la presidenta regional no quiso desperdiciar la ocasión. "No es una conmemoración más", señaló nada más empezar. ya que la Constitución está "cuestionada por quienes la consideran una enemiga". Cifuentes tuvo palabras duras, comparando a Tejero con Puigdemont. A la oposición no le gustó el discurso, al que tachó de mitin político, poco institucional y frentista. Junto a Cifuentes la acompañaba en el escenario la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, que al principio no iba a acudir pero acabó apareciendo. Es la primera vez que asistía a este acto desde que tomó posesión.

"Lo cierto es que la Constitución Española conmemora su 39 aniversario fuertemente cuestionada por quienes la consideran una enemiga y pretenden acabar con ella. Opinan así, paradójicamente, quienes han dado muestras reiteradas de su devoción por regímenes totalitarios donde los más elementales derechos constitucionales son papel mojado. Junto a ellos están quienes, desde el oportunismo y la deslealtad institucional, ven en la Constitución un obstáculo para avanzar en el independentismo y la ruptura de España". Un mensaje velado para Podemos.

Cifuentes ha comparado lo sucedido en el Parlamento de Cataluña "de la mano de Puigdemont" con el golpe de Estado de 1981 en el Congreso de los Diputados perpetrado por Tejero. Para la presidenta regional la Constitución ha configurado un nuevo modelo territorial, "con elevadísimos niveles de autogobierno en las distintas comunidades autónomas (...) mienten descaradamente quienes afirman sin pudor, desde algunas comunidades, que hoy están igual que hace casi 40 años… y que incluso han retrocedido en derechos y libertades. Mienten quienes afirman que los gobiernos de España han sido un freno y la Constitución ha supuesto una barrera para el reconocimiento de sus derechos".

Cifuentes también se ha querido pronunciar sobre el escabroso tema de la reforma de la Constitución. Se puede hacer, pero con "requisitos previos y simultáneos" porque "no puede ser un caballo de Troya para destruir España". Estos cambios no pueden "ser inicio de un camino hacia ninguna parte". También habló de matices. Aquellos aspectos que constituyen la "esencia de la nación" deberían permanecer "inalterables" y al margen del debate político. Entre ellos, "la unidad de España y el carácter indisoluble de nuestra nación".

Cifuentes estuvo acompañada por la Delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, y el ministro portavoz del Ejecutivo, Iñigo Méndez de Vigo. También estuvo la alcaldesa Manuela Carmena, la primera vez que asiste a este acto desde que tomó posesión. No se la esperaba, ya que el Ayuntamiento había comunicado que asistiría su número dos, Marta Higueras. La portavoz de Podemos en la Asamblea, Lorena Ruiz-Huerta, no acudió. El portavoz socialista, Ángel Gabilondo, fue bastante crítico con el discurso de Cifuentes: "Nos ha sorprendido. Nos ha parecido poco institucional, y en algunos casos frentista, poco conciliador, incluso excluyente y partidista".

Las palabras de Cifuentes también tuvieron respuesta desde el Ayuntamiento de Madrid. "Debería haber sido un acto institucional y es a lo que hemos venido. El discurso ha sido poco institucional y algo partidista", señaló el concejal Nacho Murgui. Desde Ciudadanos la más crítica fue la concejal Begoña Villacís: "Me ha parecido poco institucional y poco aglutinador, y, de alguna manera, se hablaba más desde una posición política, que yo creo que eso en la Asamblea está bien, pero no tanto para este tipo de actos".

Cifuentes terminó con la misma contundencia con la que empezó. "No olvidemos nunca que el fin primordial de la Constitución, de cualquier Constitución, es garantizar principios y derechos, pero también preservar la integridad y el espíritu de la nación que constituyen su esencia, y que deben trascenderla. Mantener la integridad, en definitiva, del cuerpo y del alma de la nación, representada en un día tan solemne como hoy, por la bandera de España y la de todas las comunidades que la integran. Lo diré con más precisión: España no se toca. España no se rompe".