Las claves del auto: De la "explosión violenta" a la "manipulación ciudadana"

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena apuntala en el auto en el que mantiene en prisión al que fuera vicepresident del Govern Oriol Junqueras, su conseller de Interior Joaquim Forn y los presidentes de las asociaciones soberanistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, el delito de rebelión por el que se les investiga. Les deja en la cárcel por su elevado grado de implicación en la estrategia por la independencia unilateral y las responsabilidades públicas a las que aspiran de cara al 21-D. Fija su atención en los episodios violentos desarrollados durante los meses de septiembre y octubre bajo su dirección y enmarca a todos los acusados en una estrategia común con reparto de funciones. Estas son las claves del auto en el que fundamenta su decisión:

1. "Explosión violenta": El magistrado tiene en cuenta el peso de los cuatro acusados a la hora de provocar una situación de conflictividad social extrema. "Sus aportaciones están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen de corrección o de satisfacción a quienes se vean alcanzados por ella", dice.

2. Aspiración común por la independencia unilateral. Llarena asegura que todos los acusados comparten, y lo que es más importante, "mantienen" la misma aspiración que impulsó el comportamiento que investiga: alcanzar una nueva República. Agrega que ya habían contemplado la eventualidad de que su comportamiento desembocara en una intervención del Estado.

3. Importancia del documento intervenido 'Enfocats': Esta hoja de ruta refleja un plan de actuación que se fue cumpliendo punto por punto. El documento detalla que se debía implicar a la ciudadanía para el fin común de la ruptura. El documento menciona como instrumento de actuación para la vía unilateral que, si fuera necesario, "debe impulsar gradualmente una amplia movilización social".

4. Manipulación de los ciudadanos. Los acusados diseñaron para ello estrategia de manipulación social que facilita conducir de manera efectiva a los diferentes individuos en función de su pensamiento, "categorizando a los catalanes según su posicionamiento ideológico y definiendo distintas maneras con las que lograr su adhesión al 'procés': De los 'convencidos del no' a los 'convencidos hiperventilados' pasando por 'convencidos históricos', 'convencidos recientes pero débiles', 'indecisos' o los 'actualmente impermeables'.

5. Individualización de la responsabilidad para cada acusado. El juez asegura que es evidente que todos tienen riesgo de reincidir pero distingue el grado de "lesividad" que la reiteración tendría en cada caso. Los cuatro a los que deja en la cárcel desempeñaron "una función definitoria" de cada uno de los pasos y, lo que es básico, "de la violencia y los tumultos".

Los 'Jordis' dirigieron las movilizaciones que materialización "la violenta explosión social" en los que se infiltraron "numerosos comportamientos agresivos". Forn dirigía a los Mossos desde Interior y se le hace, por tanto, responsable de su pasividad. Junqueras tenía la dirección de uno de los comités reflejados en 'Emfocats' y acudió a las manifestaciones para visibilizar su apoyo.

6. Pueden reproducir "actos graves". Llarena concluye que los cuatro a los que deja en la cárcel pueden repetir actitudes que tengan "inmediatas e irreparables consecuencias par la comunidad". El peligro no desparece con su afirmación de que van a abandonar su estrategia de actuación.

7. En la cárcel hasta que se confirme que aceptan la legalidad. Por ello, el instructor quiere confirmar antes que no reincidirán. Asegura que creer sus palabras cuando dicen que no volverán a actuar ilegalmente es hacer "un confiado pronóstico" y dice que los mantendrá en la cárcel hasta que "paulatinamente se vaya confrmando que el cambio de voluntad es verdadero y real".

8. Más riesgo por las responsabilidades públicas a las que aspiran. El hecho de que se presenten a la campaña no ha ido a su favor sino todo lo contrario ya que el riesgo de reiteración va estrechamente unido a las responsabilidades públicas a las que aspiran. En el caso de Cuixart, que no se presenta a los comicios, continúa al frente de a Òmnium Cultural.