Artadi, Font, Pascal... Tensiones por la sucesión de Puigdemont en vísperas del 21-D
Movimientos de dirigentes del PDeCAT para preparar el final de la etapa de Puigdemont después de las elecciones del 21 de diciembre
Destacados dirigentes del PDeCAT admiten estos días que viven en una difícil contradicción: por un lado, Carlos Puigdemont y sus circunstancias les han hecho revivir las expectativas electorales para el 21-D y, por otro, el 'expresident' ha anulado al partido y ha cegado las esperanzas de renovación para afrontar una nueva etapa. Viene a ser como el famoso dilema del prisionero y la obligación de cooperar para salvarse, según explica uno de esos dirigentes.
En todo caso, las conspiraciones, reuniones y recelos han empezado en el PDeCAT con la vista puesta en el final del proceso independentista o, al menos, en el final del camino unilateral y al margen de la ley. Y, sobre todo, mirando a un futuro próximo en el que Puigdemont sea inhabilitado por la Justicia y deba ser sustituido en su escaño y en su liderazgo político. Para ese momento, algunos sectores quieren situar o amparar a personas que puedan protagonizarlo, con un giro político y con opciones para actuar como interlocutores frente al Estado y frente a otros partidos.
Los nombres barajados para el futuro varían entre la poderosa y ascendente Elsa Artadi, el tapado Lluís Font y la propia Marta Pascal en lo que se refiere al poder orgánico. Hay que tener en cuenta que esa previsible inhabilitación de Puigdemont irá acompañada de la del resto de 'exconsellers' imputados por su participación en el proceso soberanista, incluido Jordi Sànchez, líder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) que forma parte de la candidatura de Junts per Catalunya (JxCAT) del 21-D. Toda una generación de dirigentes políticos catalanes saldrá del escenario, al sumar a los que se fueron cayendo en el camino del proceso independentista, por ser inhabilitados tras el 9-N —Artur Mas y Francesc Homs, entre otros— y por ser destituidos por oponerse a la vía unilateral. Tendrá que haber un nuevo líder que aspire a la presiencia de la Generalitat, un portavoz en el Parlament y quien dirija a los diputados en el Congreso, donde sus escaños pueden ser decisivos para la estabilidad.
Fuentes del PDeCAT prevén, no obstante, que ese tránsito sea muy lento. Incluso, barajan la posibilidad de que Puigdemont estudie dilatar o hasta boicotear el proceso de formación del Govern, tras el 21-D, con el interés de llegar a unas segundas elecciones en Cataluña que, esta vez, se convocarían de forma automática y no por un decreto del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Hace unos días visitaron a Puigdemont en Bélgica los responsables comarcales del partido y alguno sacó la conclusión de que, efectivamente, esa opción de bloqueo inducido o forzado no es descartable y está en la mente del 'expresident'.
Fuentes del PDeCAT barajan la posibilidad de que Puigdemont estudie dilatar o hasta boicotear el proceso de formación del Govern tras el 21-D
En ese camino se incluye el compromiso que había asumido la dirección del partido para nombrar en junio o julio de 2018 a todos los candidatos a las alcaldías para las municipales de 2019.
Para hacer ese tránsito, el PdeCAT ha empezado a prepararse y esta misma semana incluyó en su ejecutiva a nuevos miembros entre los que podría estar el futuro sucesor. Un paso para empezar a hacer ese tránsito y que, en la práctica, se hace al margen de Puigdemont y su equipo.
Los incorporados son Ferran Bel, diputado en el Congreso, que dejará de ser alcalde en enero y que se encargará de acción política; Montserrat Candini, para relación con la sociedad civil; Lluís Font, estudios y programas; Meritxell Ruiz, 'exconsellera' de Enseñanza, para acción sectorial y María Senserrich para política territorial.
De todos ellos, Font y Senserrich son los únicos que van en la candidatura que encabeza Puigdemont, es decir, tienen garantizada la presencia orgánica y la institucional. Font era presidente del Consejo Escolar de Cataluña y fue cesado del cargo por la aplicación del 155. Ahora es visto por dirigentes del PDeCAT como una de las opciones de futuro.
También estará en el nuevo Parlament Elsa Artadi, la jefa de campaña de Junts per Catalunya, todopoderosa mano derecha de Puigdemont que, justo antes de cerrarse las candidaturas abandonó sorprendentemente el partido. Su poder ha creado recelo en sectores del partido y tiene también la singularidad de que no ha sido destituida por el 155 de su cargo de directora de Coordinación Interdepartamental, en el Palau de la Generalitat. Antes fue asesora en Economía, a las órdenes de Andreu Mas-Colell.
Destacados dirigentes del PDeCAT admiten estos días que viven en una difícil contradicción: por un lado, Carlos Puigdemont y sus circunstancias les han hecho revivir las expectativas electorales para el 21-D y, por otro, el 'expresident' ha anulado al partido y ha cegado las esperanzas de renovación para afrontar una nueva etapa. Viene a ser como el famoso dilema del prisionero y la obligación de cooperar para salvarse, según explica uno de esos dirigentes.
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