El juez fija una fianza de 100.000€ para el 'cerebro' del Canal por tirar de la manta

Edmundo Rodríguez Sobrino, hombre de confianza de Ignacio González en la filial suramericana del Canal de Isabel II y para muchos el presunto 'cerebro' de algunas de las operaciones investigadas por la Audiencia Nacional, podrá salir de prisión si paga una fianza de 100.000 euros. El juez instructor del caso, Manuel García-Castellón, ha emitido este jueves un auto en el que decreta su libertad, previo pago, porque Rodríguez Sobrino "ha colaborado activamente con la Administración de Justicia señalando activos patrimoniales que indiciariamente proceden de las arcas públicas procedentes de comisiones ilegales repartidas entre investigados en la presente causa".

Como ya publicó El Confidencial, el ex presidente de Inassa ha transferido a la cuenta de consignaciones de la Audiencia Nacional 2,2 millones de dólares para afrontar las responsabilidades pecuniarias derivadas de su imputación en la causa, en la que se le acusa de haber participado en el desvío masivo de fondos del Canal de Isabel II. Rodríguez Sobrino ingresó en prisión el 21 de abril acusado de la comisión de delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, corrupción en los negocios, negociaciones prohibidas a funcionarios, organización criminal y blanqueo de capitales. Mostró los primeros signos de cooperación el pasado julio cuando, bajo la representación de su nuevo abogado, el penalista José Antonio Choclán, reclamó declarar ante el juez Manuel García-Castellón de forma voluntaria.

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EC

Rodríguez Sobrino puede seguir así los pasos del que fuera su jefe, Ignacio González, que salió de prisión hace unos días tras pagar los 400.000 euros que le había puesto el juez. García-Castellón señala que "el actual estado de las comisiones rogatorias internacionales asegura que no podrá ser desvirtuada su finalidad. Por lo tanto, el riesgo de alteración de pruebas se ve ahora modificado en el sentido a aquel que aconsejó la prisión preventiva". El magistrado afirma también de que ya no existe riesgo de fuga por parte de Edmundo Rodríguez. Este ha decidido colaborar para intentar aliviar la situación judicial de su hija, que también está imputada.

Los investigadores creen que Rodríguez Sobrino fue el principal muñidor de una de las operaciones investigadas en el caso Lezo, la compra de la filial brasileña Emissao por un precio superior al de mercado.