Sánchez: los secesionistas han "desconectado de la realidad" tras "engañar" a los catalanes

Era la primera vez que Pedro Sánchez se dirigía al comité federal del PSOE después de algo más de 13 meses, con una travesía en el desierto de por medio y una arrolladora victoria en las primarias que le proporcionó una paz interna desconocida en su primer mandato. Pero el secretario general volvió a ser él mismo, autor de un discurso en el que no dejó cabida a las sorpresas en la parte medular: Cataluña.

Tras la 'cumbre' con los barones, reunidos en el consejo político federal, Sánchez hiló una intervención ante el máximo órgano del partido —en ocasiones algo plomiza— en la que reiteró sus ideas fuerza respecto a la crisis territorial de las últimas semanas. Sus ataques a Mariano Rajoy por su "desidia", sus golpes, muy, muy fuertes a Podemos —"Triste izquierda la que acompaña en este viaje al secesionismo de las élites frente a la solidaridad de los pueblos"— y su condena rotunda a la actitud de los secesionistas que, en su último giro de guión, han llegado a desenchufarse de sus ciudadanos, tras haberles mentido. Su discurso en abierto fue sucedido por las palabras de Miquel Iceta, primer secretario del PSC, la otra estrella de este primer comité federal de la nueva era, y a quien Ferraz quería garantizar el apoyo absoluto del partido, que lo tuvo, de cara a las elecciones del 21 de diciembre. Respaldo sin fisuras que presidió la jornada, toda ella desarrollada fuera de Ferraz: en Alcalá de Henares (Madrid), primero en la Concejalía de Cultura (el consejo) y después en el vecino Museo Arqueológico Regional (el comité).

[Consulta aquí en PDF la intervención íntegra de Pedro Sánchez]

El secretario general recordó la huida del 'expresident' de la Generalitat y de parte de su cesado Govern. "Viendo a [Carles] Puigdemont durante estos días deambular por Bruselas, pienso que lo único que han conseguido los independentistas es desconectar, pero de la realidad. Una realidad que se extiende entre el 'España nos roba' y el 'a por ellos', y en la que habita, estamos convencidos, la mayoría de la ciudadanía en Cataluña". Una Cataluña, abundó, que ha sido "dividida, engañada y frustrada" por quienes, como reconoció ante el Tribunal Supremo de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, aprobaron y votaron una declaración de independencia el pasado 27 de septiembre puramente "simbólica". Se preguntó cómo "explican" eso los independentistas a los trabajadores que han perdido su empleo por la crisis institucional o a las empresas que se han visto afectadas por un "boicot" que el PSOE "condena sin paliativos". En el "España nos roba" habita, para Sánchez, "la perversión secesionista".

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La "izquierda de gobierno"

Pero las bofetadas cayeron tanto o más contra Podemos por su connivencia con los soberanistas: "Triste izquierda la que acompaña en este viaje al secesionismo de las élites frente a la solidaridad de los pueblos". También fustigó a los de Pablo Iglesias por hablar de "presos políticos" al referirse a los líderes de las organizaciones independentistas y del Govern encarcelados. "¿Qué izquierda es esa que justifica que haya presos políticos en otros países y se lleva las manos a la cabeza porque en España haya políticos presos por saltarse las leyes?".

Sánchez carga contra Podemos por justificar que haya presos políticos en otros países y denuncie en España "políticos presos por saltarse la ley"

Los socialistas quieren dejar claro en estas semanas las diferencias que les separan de Podemos. Ellos encarnan la "izquierda de gobierno", la responsable, la que ha entendido que lo que estaba en juego en la crisis catalana es la "defensa" de la Constitución, del Estatuto de Autonomía y del Estado de derecho. La izquierda que no tiene complejos al invocar el "nombre de España", la que "nunca ha fallado a este país".

A Mariano Rajoy Sánchez le acuso de "desidia", de no hacer nada mientras el incendio secesionista se iba propagando, "y cuando pudo respaldar, construir, proponer y razonar, prefirió enfrentar, destruir, callar y dividir". El legado del presidente del Gobierno, insistió, se resume en cuatro hitos: el rescate bancario que costó a los españoles 40.000 millones de euros, la comparecencia "inédita" ante la Audiencia Nacional como testigo del caso Gürtel, una crisis territorial que se agigantó "sin que hiciera nada" y la "terrible desigualdad". El PSOE es el partido que encarna el cambio, el partido de izquierdas "capaz de unir a la izquierda", aseguró, tirando de otra de sus proclamas frecuentes, su voluntad de cohesionar a todos los progresistas. "Queremos unir a la izquierda porque en España hay una gran mayoría social progresista que solo gobierna cuando se une en torno a las siglas de este partido centenario", completó.

"Ley y política"

Para los socialistas la gran oportunidad llega con las elecciones. "Hagamos que el 21D el 'procés' sea un mal recuerdo. Abramos el tiempo de la concordia y la convivencia". Sobre esa dupla quiere sostener Sánchez su discurso de campaña. El PSOE representa esos dos valores, insiste una y otra vez, es el que puede hacer posible la integración. Precisamente por esa convicción, y con "miras de futuro", subrayó que su partido ha planteado la reforma de la Constitución, siendo también "coherente y leal" con su historia, ya que "siempre" defenderá el diálogo, pero para "unir" a los españoles y no para "romper" el país. "Siempre hemos dicho lo mismo, ley y política".

Iceta reivindica su candidatura transversal y su política de mano tendida: quiere pasar "del lío a las soluciones, de Junts pel Sí a Junts pel Seny"

En este primer comité federal tocaba, lógicamente, la explicación y defensa de la intervención de Cataluña como último recurso: "Nunca quisimos una declaración de independencia ni la aplicación del 155", recordó, pero "una vez impuesta" la proclamación de la república, "no cabía otra respuesta" que activar el artículo constitucional. "Con un Gobierno socialista jamás se hubiera llegado a esta situación en Cataluña", reivindicó.

Presidente "de todos los catalanes"

Más aplaudido por el comité federal fue Iceta, sin embargo. Se llevó la calidez de sus compañeros del PSOE y singularmente de Sánchez, con quien se fundió en un abrazo. El candidato enhebró un discurso sintético, en el que quiso glosar su mensaje central de campaña, más que explicar su programa, ya más conocido. El PSC quiere pasar "del lío a las soluciones, del radicalismo al sentido común" y del Junts pel Sí que gobernaba Cataluña —la coalición de ERC y PDeCAT— "al Junts pel 'seny". En las pocas semanas que faltan hasta las urnas, los socialistas catalanes quieren mostrarse en la centralidad, tender la mano a "izquierda y a centro, a autonomistas y federalistas", pero no a independentistas. El primer secretario quiere ser "presidente de todos los catalanes", no por ambición personal —"que por cierto no me falta", bromeó—, sino para "superar" las divisiones en la sociedad, para "evitar la fractura de Cataluña con el resto de España".

"En mis listas hay democristianos y comunistas ¡a mucha honra!", exclama el primer secretario para defender su pacto con Units per Avançar y Villarejo

"En mis listas hay democristianos y comunistas ¡a mucha honra!", defendió, aludiendo a que ha fichado tanto a los ex de Unió como al exfiscal Anticorrupción y exeurodiputado de Podemos Carlos Jiménez Villarejo. Hasta el 21-D defenderá el programa y las siglas del PSC, pero con la "mano tendida" a los que quieran sacar a Cataluña "del atolladero". En resumidas cuentas, el PSC quiere ir "de la discordia a la concordia, de la inestabilidad a la estabilidad, de la improvisación a la preparación y de la confusión a la claridad". Y también viajar "de la incertidumbre a la certidumbre, del engaño a la sinceridad, del espejismo a la realidad, de la desconfianza a la confianza, de la frustración a la esperanza y del fracaso al éxito".

"Fracaso sin paliativos" es como se ha saldado el 'procés', a juicio de Iceta, porque ha dejado una sociedad "dividida", una economía "debilitada" y con una imagen de Cataluña "muy deteriorada" y la de España, también "resentida". "Se nos presentó la vía unilateral como un paraíso imaginario y nos hemos topado con una amarga realidad". Pero recordó que igual que los secesionistas han errado, también ha fallado el Gobierno del PP, al no ser capaz de ofrecer una solución política. Fue entonces cuando Iceta agradeció a Sánchez su actitud "en un proceso tan delicado" y al partido por su firme propósito de poner "siempre" sobre la mesa diálogo y acuerdo.

La intervención de Iceta se cerró con una ovación de los en torno a 300 delegado del comité federal. Luego siguieron 21 turnos de palabra. Primero, de casi todos los barones que se han estrenado en el cargo —José Manuel Franco (Madrid), Gonzalo Caballero (Galicia), Adrián Barbón (Asturias), Diego Conesa (Murcia), Pablo Zuloaga (Cantabria) y Paco Ocón (La Rioja)— más el castellanoleonés Luis Tudanca y los secretarios de Ceuta y Melilla, Manolo Hernández y Gloria Rojas. De las restantes intervenciones, solo se oyeron dos voces críticas, y en sentidos opuestos. Una, por parte del exsenador extremeño Paco Fuentes, que ironizó con el hecho de que aquellos que se presentaban en primarias como valedores de la militancia no han consultado a las bases en la crisis constitucional más grave desde la Transición y manifestó su discrepancia con la destitución de Alfonso Guerra al frente de la Fundación Pablo Iglesias. Otra, por el exportavoz de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias, que defendió un referéndum pactado, que el PSOE no comparte en absoluto.

Un partido "unido" y "con ganas de ganar"

Escasearon los mensajes en clave interna este sábado. Las peleas domésticas pasaron a un segundo plano y Pedro Sánchez tiene más poder que nunca. El secretario general, al final de su intervención, subrayó que culminados ya todos los procesos congresuales regionales, el partido se siente "fuerte y unido para poner toda su inteligencia al servicio de la concordia y de la reconciliación nacional", y "con la normalización de las primarias, que están aquí para quedarse".

Sánchez manifestó su voluntad de renovar ese compromiso con las resoluciones del 39º Congreso. "Con un PSOE autónomo, con un PSOE coherente, con un PSOE creíble, de izquierdas y comprometido, como la misma España en la que creemos", recalcó. 

"Desde ya", el PSOE se pone también a la tarea de preparar las siguientes elecciones municipales y autonómicas, las siguientes en el calendario tras las catalanas del 21-D. "En esa España, en la que viene, el PSOE reivindica su lugar como izquierda que se sabe capaz de volver a ser la primera fuerza política de este país. Que ya no mira por el retrovisor" a Podemos, "sino que es alternativa a un Gobierno [el del PP] sin alternativas para hacer frente a los desafíos de la sociedad española. Una izquierda con ganas de ganar", remachó, parafraseando, por cierto, a uno de los eslóganes de la campaña de primarias de Susana Díaz. 

El comité comenzó con la elección de la mesa del órgano, encargada de dirigir los debates. La preside el alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), el sanchista Quico Toscano. La vicepresidenta es la castellanoleonesa Virginia Barcones Sanz y la secretaria de actas, la extremeña Isabel Gil Rosiña.