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Se busca 15 años después al 'afortunado' que ganó al ayuntamiento y todavía no lo sabe
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'logra' la reversión de un terreno expropiado

Se busca 15 años después al 'afortunado' que ganó al ayuntamiento y todavía no lo sabe

El consistorio le expropió unos terrenos, la Justicia le dio la razón y es ahora cuando la Administración municipal reconoce la devolución, cuando el suelo ya no tiene apenas valor

Foto: Ayuntamiento de Madrid. (CC)
Ayuntamiento de Madrid. (CC)

La Justicia va lenta, pero la Administración también. Han pasado más de 20 años desde que a Anselmo P. C. y a otros cuatro ciudadanos les expropiaran unos terrenos que tenían en Carabanchel. El Ayuntamiento de Madrid estaba planificando la ampliación de la avenida de los Poblados y necesitaba el suelo de estos señores y el de otros muchos para ejecutar su proyecto. Finalmente, no utilizó algunos de los solares inicialmente intervenidos para el fin previsto, pero los mismos ya eran propiedad del consistorio y este decidió más adelante aportarlos para la construcción del plan de actuación urbanística (PAU) del barrio.

En ese momento, modificó el uso de la superficie, que dejó de ser vial para pasar a convertirse en residencial o industrial. Fue entonces cuando Anselmo P. C. y los otros cuatro afectados reclamaron la reversión de la parcela. En concreto, el 26 de septiembre de 2002 solicitaron que les fuera devuelta la propiedad, dado que finalmente no había sido utilizada para lo que les había indicado el consistorio en la expropiación. Sin embargo, el ayuntamiento optó por no responder a la reclamación. Los damnificados recurrieron en alzada, pero también en esta instancia se impuso el silencio administrativo.

Tampoco esta sentencia, que pedía al consistorio devolver los terrenos, alteró la pasividad del ayuntamiento

Dado el ninguneo, Anselmo P. C. denunció el asunto ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que años más tarde se pronunció a su favor. La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo de este tribunal dio la razón al recurrente en 2008 e instó al consistorio a que le devolviera los terrenos. Sin embargo, tampoco esta sentencia alteró la pasividad del ayuntamiento, que no movió pieza hasta nueve años después. El pasado 16 de agosto, en concreto, el jefe del departamento de Gestión Pública 2 del consistorio madrileño, José Antonio Ramos, comunicó a la defensa letrada del afectado que ya era el momento de cursar el derecho de reversión.

Foto: Victa interior de una delegación de Hacienda (Efe)

La Unidad Técnica de Estudios y Proyectos, señalaba Ramos, "ha valorado la indemnización a devolver por el reversionista a la Administración municipal como condición previa y necesaria para el ejercicio del derecho de reversión, que asciende a 16.699 euros", una cantidad a la que hay que sumar otros 1.703 euros en concepto de gastos de urbanización que también tendría que abonar el denunciante para hacerse de nuevo con la propiedad del terreno, que por otro lado no se corresponde exactamente con el que fue expropiado.

Este último ya fue construido en el marco del PAU del Ensanche de Carabanchel, con lo que el ayuntamiento le ha concedido otro similar de uso industrial, aunque junto al cementerio y compartido con un sinfín de dueños más. Se trata de una parcela de 9.915 metros cuadrados de la que a Anselmo apenas le corresponde un 1,45%; es decir, 143 metros cuadrados. El hombre tendría que entenderse con el resto de propietarios y con el propio consistorio otra vez para dar salida a esa superficie, lo que podría suponer años de negociaciones.

Anselmo tiene que pagar más de 18.000 euros por 143 m2 de uso industrial que en la práctica no se pueden edificar ni mucho menos vender

La defensa letrada del 'ganador' de la demanda, ejercida por el abogado Juan Manuel Casado, tiene claro que el ayuntamiento ha utilizado a su cliente y ha dilatado el procedimiento hasta esperar a que el terreno no tenga valor alguno. "Anselmo tiene que pagar más de 18.000 euros por 143 metros cuadrados de uso industrial que en la práctica no se pueden edificar ni mucho menos vender", asegura el letrado, quien añade que se trata de "una parcela muerta con infinidad de propietarios, incluido el ayuntamiento, que más que un beneficio es una condena".

Foto: Javier Soto en un fotomontaje de Vanitatis

No en vano, algunos de los que, como Anselmo, han 'logrado' su derecho de reversión 15 años después, ya han renunciado a ese supuesto derecho. "Si el ayuntamiento hubiera sido diligente y hubiera resuelto rápido, por ejemplo en un año, mi cliente habría recibido los aprovechamientos urbanísticos en 2003, en pleno 'boom' inmobiliario, por lo que los terrenos le habrían generado previsiblemente unos beneficios considerables", valora Casado, quien entiende que "incluso si los hubiera recibido en 2008", tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, "aún habría tenido tiempo de venderlos a buen precio". "Ahora lo que se genera es una carga, pues tiene que pagar por unos aprovechamientos que en la práctica hoy no valen nada", sentencia el abogado, que tiene otro problema añadido.

Según admite el propio jefe de Gestión Pública del consistorio, "hasta la fecha no ha sido posible notificar" a Anselmo P. C. la decisión municipal de que le ha sido concedida la reversión de los terrenos que solicitó hace 15 años, dado que "consta como desconocido en los domicilios" que dio entonces. Tampoco su letrado ha podido localizarle, ya que "no responde a su teléfono habitual y vendió sus negocios en Madrid hace años". "No le encuentro", subraya Casado, quien recuerda que el hombre tenía alrededor de 60 años cuando puso la demanda, con lo que hoy podría superar los 75.

La Justicia va lenta, pero la Administración también. Han pasado más de 20 años desde que a Anselmo P. C. y a otros cuatro ciudadanos les expropiaran unos terrenos que tenían en Carabanchel. El Ayuntamiento de Madrid estaba planificando la ampliación de la avenida de los Poblados y necesitaba el suelo de estos señores y el de otros muchos para ejecutar su proyecto. Finalmente, no utilizó algunos de los solares inicialmente intervenidos para el fin previsto, pero los mismos ya eran propiedad del consistorio y este decidió más adelante aportarlos para la construcción del plan de actuación urbanística (PAU) del barrio.

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