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Sánchez apoya activar el 155 y pacta con Rajoy abrir la reforma constitucional en 6 meses
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LA RESPUESTA AL PASO DEL GOBIERNO Y APERTURA DE UN NUEVO MARCO DE DIÁLOGO

Sánchez apoya activar el 155 y pacta con Rajoy abrir la reforma constitucional en 6 meses

Entiende que el Gobierno "está activando" el 155 y arranca a cambio al presidente que la comisión territorial se ponga ya en marcha y en medio año se hable de los cambios en la Carta Magna

Foto: Pedro Sánchez, con Patxi López, Cristina Narbona, José Luis Ábalos y Carmen Calvo, durante la reunión del plenario de la ejecutiva federal de este 11 de octubre. (EFE)
Pedro Sánchez, con Patxi López, Cristina Narbona, José Luis Ábalos y Carmen Calvo, durante la reunión del plenario de la ejecutiva federal de este 11 de octubre. (EFE)

Se abre una puerta a la esperanza hasta ahora jamás explorada. La reforma constitucional. Esa alternativa que ha sido santo y seña del PSOE desde 2013, su apuesta firme para recomponer los puentes rotos y buscar un nuevo acomodo de Cataluña en España, ya está muy próxima. En seis meses. En apenas medio año el Congreso comenzará a deliberar sobre la modificación de la Carta Magna, previa discusión en la comisión de revisión del Estado autonómico que se pondrá "inmediatamente" en marcha. Ese es el acuerdo totalmente excepcional que ha arrancado Pedro Sánchez a Mariano Rajoy, que a su vez sabe que sigue teniendo a su lado al PSOE en la respuesta al desafío independentista y en la defensa más absoluta del Estado de derecho.

Sánchez compareció en Ferraz apenas unos minutos después de la declaración institucional de Mariano Rajoy en La Moncloa, en la que anunció que el Consejo de Ministros había acordado requerir formalmente a Carles Puigdemont que aclare si ayer martes proclamó la independencia, de modo que, si no atiende ese escrito, entrará en marcha la maquinaria completa del 155, que prevé la intervención de la autonomía. El paso dado por el Ejecutivo había sido debatido la víspera entre el presidente y el secretario general durante su larga reunión en el palacio gubernamental. Y tenía el pleno consenso de Sánchez. Ningún reproche.

[Consulta aquí en PDF la intervención íntegra de Pedro Sánchez]

El líder socialista, de hecho, subrayó que igual que empatiza con ese "alivio" de muchos ciudadanos que entienden que ayer no se declaró la secesión, también cree que la situación "corre el riesgo de verse más empantanda" por esa suspensión decretada por Puigdemont y la dureza en cambio del manifiesto posterior que firmaron los diputados de Junts pel Sí y la CUP donde proclaman la creación de la República catalana. Así que, ante la eventualidad de que el bloque soberanista solo busque "más tiempo para imponer su agenda política al conjunto de la sociedad española", los socialistas comparten la necesidad de que el 'president' "aclare qué quiso decir ayer, después de haber dicho lo que no dijo​ ​o​ ​aparentemente​ ​parece​ ​que​ ​dejó​ ​de​ ​decir".

"Es importante y urgente requerirle que aclare negro sobre blanco lo que aconteció en el Parlament [...]. Acompañamos al presidente del Gobierno en su requerimiento para clarificar y sacar del pantano en el que ha metido Puigdemont a la política catalana", porque ni los catalanes ni el resto de españoles se merecen seguir viviendo la "angustia" de no saber si hay o no proclamación de la independencia. Para Sánchez, "es evidente" que con este requerimiento a Puigdemont "se está activando" el artículo 155 de la Constitución, del que ha venido hablando "lógicamente" con el jefe del Ejecutivo "en las últimas semanas", pese a los desmentidos oficiales. Ese "se está activando" es una precisión importante, pues el PSOE asume y digiere sin pega alguna que se comience a desplegar ese precepto de la Carta Magna, aunque habrá que esperar si finalmente se aplica. Y ahí Ferraz tiene "una interpretación" del 155 que Sánchez está "seguro" de Rajoy la aceptará.

El líder comparte con el presidente la exigencia a Puigdemont de que aclare qué ha dicho para sacar a Cataluña del "pantano" en el que la ha metido

Pero sin lugar a dudas la noticia no estaba en ese apoyo, que se daba por descontado, de los socialistas. Se hallaba en el anuncio que el secretario general hizo justo a continuación, fruto de las "muchas reflexiones" que ha compartido con Rajoy en estas últimas semanas. "Ha llegado la hora de la reforma constitucional en nuestro país", prologó, solemne. Entonces contó el "acuerdo" alcanzado con el jefe del Ejecutivo: que la comisión de revisión del modelo autonómico que propusieron los socialistas y que formalmente esté creada se ponga en marcha "inmediatamente" en la Cámara Baja, tal vez la semana próxima —sin estar condicionado por la respuesta que dé Puigdemont, aclaró—, y que acabe sus trabajos en seis meses. Cumplido ese plazo, se abrirá el debate de la modificación de la Carta Magna en el Congreso.

Pedro Sánchez y Mariano Rajoy pactan abrir la reforma constitucional dentro de seis meses

Que vaya Puigdemont al Congreso

En la primera comisión, la ya creada por la Mesa de la Cámara Baja, se trataría de evaluar las "virtudes y fallos" del Estado autonómico, para luego en medio año hablar "por fin" de una demanda que el PSOE tenía desde julio de 2013, desde la época de Alfredo Pérez Rubalcaba y Pere Navarro al frente del PSC, cuando pactó en el seno de su partido la 'Declaración de Granada' —complementada este año con la de Barcelona, entre las dos formaciones hermanas—. Sánchez apuntó que incluso aquellos que defienden el derecho de autodeterminación han de ser conscientes de que eso pasa por una reforma constitucional. Pero los socialistas, adelantó, "por supuesto" que se van a negar a que la nueva Carta Magna recoja esa opción del referéndum pactado de secesión, porque están "dispuestos" a cambiar lo que haya que cambiar de la Ley Fundamental del 1978 para establecer un nuevo marco que permita a Cataluña quedarse en España con un nuevo acomodo, y no reformarla para que se vaya. Esa es una diferencia "enorme" con los soberanistas y con Unidos Podemos, asumió.

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El PSOE está también a favor de que el 'president' acuda al Parlamento. "Ya que quiere dialogar, por supuesto, que venga al Congreso, que es el perfecto mediador para este tipo de situaciones —recalcó, rechazando de paso toda vía de mediación internacional—. Al igual que el Gobierno español ha hecho un requerimiento [a Puigdemont], el poder legislativo, gracias al PSOE, le hace un requerimiento, que comparezca en el Congreso y nos explique su situación".

Sánchez insistió en que el PSOE "ayudó a levantar" la Constitución de 1978 —"somos un partido sinónimo de la Constitución"—, lo que significa que "siempre va a estar con el Estado social de derecho" ante cualquier intento de "quiebra" unilateral. Y por tanto respaldará la respuesta "mesurada y proporcional" que contribuya a resolver la crisis catalana, que ayer entró en una etapa marcada por la "ceremonia del absurdo" orquestada por Puigdemont, al proclamar una independencia en diferido y luego firmar una declaración "dura" e "irresponsable".

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Celebración del PSC

Un primer indicativo de ese blindaje de la posición del Gobierno y de los socialistas lo daba el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, a través de un tuit lanzado minutos antes de la comparecencia de Sánchez en el que decía "valorar mucho la prudencia y la mesura" de Rajoy y en el que confiaba en que la respuesta a ese requerimiento "esté a la misma altura". Con ese gesto el líder de partido hermano sincronizaba de nuevo su posición con la del PSOE, después de que dirigentes de su partido elogiasen la apertura de una nueva etapa de "diálogo" y hasta la "responsabilidad" del jefe del Govern tras su comparecencia en el pleno del Parlament, cuando declaró la independencia en diferido. Asumió "el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república" y procediendo a la suspensión de esa misma declaración segundos después "para que en las próximas semanas se emprenda el diálogo". También Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat y adjunta a Iceta, y una de las voces que ayer elogiaron a Puigdemont, valoraba positivamente la réplica de Rajoy minutos antes de la comparecencia de Sánchez en Ferraz.

Pero la explosión de júbilo vino posteriormente, en cuanto Sánchez anunció el acuerdo con Rajoy para abrir el melón de la reforma de la Carta Magna. Iceta lo calificó directemente de pacto "histórico". También lo hizo su dos, Núria Marín. Y la celebración procedió igualmente de la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, secretaria de Cohesión Social de la ejecutiva federal que, sin embargo, no pudo acudir este miércoles a la reunión de la ejecutiva del PSOE por razones de agenda.

Sánchez restó toda importancia a las expresiones más contemporizadoras de ayer de cuadros del PSC. Se permitió contar una anécdota: ayer, mientras estaba reunido con Rajoy en La Moncloa, hizo una llamada, y fue a Iceta. Lo contaba para resaltar que "si algo ha habido en estos meses" es una "absoluta coordinación con el PSC", y no por motivos "tácticos", sino por "convicción".

Suspendida la cumbre con los barones y el comité federal

Pedro Sánchez presidió este miércoles la reunión del plenario de la ejecutiva federal, tras la cual compareció públicamente en la sala de prensa de Ferraz y, a diferencia de lo que había ocurrido en La Moncloa, sí admitió preguntas. Tres informadores pudieron inquirirle. 

Visto el nuevo escenario, y que todavía no se ha procedido a aplicar el 155 (sí se ha activado), ya que falta la réplica de Carles Puigdemont, la cúpula ha decidido de momento aplazar los dos órganos de dirección que tenía programados para el fin de semana. No habrá ni consejo político federal (la cumbre de Sánchez con sus barones) ni comité federal. 

El secretario general aseguró que, "lógicamente", había hablado "durante las últimas semanas" del 155 con el presidente -y eso que desde Ferraz siempre se decía que esa posibilidad no había entrado en sus conversaciones privadas- y que este conocía cuál es su interpretación de tal artículo. Se mostró "seguro" de que Rajoy la tendrá en cuenta. ¿Cuál es su "interpretación"? "Todo a su tiempo", respondió lacónico. Primero, que Puigdemont responda al requerimiento. El siguiente paso, ya se verá, aunque Gobierno y PSOE tienen todos los escenarios previstos y la respuesta que dé el Estado. 

Se abre una puerta a la esperanza hasta ahora jamás explorada. La reforma constitucional. Esa alternativa que ha sido santo y seña del PSOE desde 2013, su apuesta firme para recomponer los puentes rotos y buscar un nuevo acomodo de Cataluña en España, ya está muy próxima. En seis meses. En apenas medio año el Congreso comenzará a deliberar sobre la modificación de la Carta Magna, previa discusión en la comisión de revisión del Estado autonómico que se pondrá "inmediatamente" en marcha. Ese es el acuerdo totalmente excepcional que ha arrancado Pedro Sánchez a Mariano Rajoy, que a su vez sabe que sigue teniendo a su lado al PSOE en la respuesta al desafío independentista y en la defensa más absoluta del Estado de derecho.

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