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El Rey despeja su agenda para seguir desde Zarzuela los acontecimientos en Cataluña
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LA CRISIS CATALANA: ÚNICA PRIORIDAD

El Rey despeja su agenda para seguir desde Zarzuela los acontecimientos en Cataluña

La idea pasa por limitar su agenda a Madrid en los próximos días, al menos hasta el 5 de octubre. Seguirá atentamente la situación desde su despacho y en permanente contacto con Rajoy

Foto: El Rey, durante su intervención hace días en la entrega del VII Premio Jaime Fernández de Araoz de Finanzas Corporativas. (EFE)
El Rey, durante su intervención hace días en la entrega del VII Premio Jaime Fernández de Araoz de Finanzas Corporativas. (EFE)

Cataluña es también la única prioridad para la Jefatura del Estado. El Rey seguirá atentamente el transcurrir de los próximos días desde su despacho de la Zarzuela. El último acto de su agenda pública antes de que llegue el día previsto para el referéndum ilegal, el 1 de octubre, fue este jueves por la mañana, cuando inauguró una exposición de la Universidad Complutense en el Museo del Traje. Allí coincidió con su rector, el de la Politécnica y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. No hubo referencias públicas a la cuestión catalana, el gesto fue serio pero también afable, y compartió conversaciones con invitados y estudiantes durante largo rato.

La preocupación de Felipe VI acerca de lo que pueda ocurrir el domingo y, sobre todo, en los días sucesivos es evidente, como en el resto de instituciones. Desde que el desafío de la Generalitat comenzó a desencadenarse, el contacto del monarca con el presidente del Gobierno ha sido continuo, cada día. También lo será, y muy especialmente, este fin de semana. Rajoy mantiene informado al Rey de cada paso que da su Ejecutivo y de las opciones que hay encima de la mesa. La situación, eso sí, puede complicarse si el Govern elige la más peligrosa de todas las opciones: declarar de forma unilateral la independencia.

Ni siquiera las diferencias que existen en el PDeCAT, partido al que pertenece Puigdemont, parecen frenar la aspiración del 'president'. Está enrocado y tiene el apoyo de Junqueras, Mas y las principales asociaciones independentistas —la ANC y Òmnium— encargadas de agitar las calles y de animar a los catalanes a saltarse las leyes y acudir en masa a votar.

placeholder El Rey, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), y el 'president' Carles Puigdemont (i). (EFE)
El Rey, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), y el 'president' Carles Puigdemont (i). (EFE)

Felipe VI seguirá los acontecimientos desde el Palacio de la Zarzuela el fin de semana, y muy especialmente este domingo. La idea de Casa Real es ceñir su agenda pública a Madrid, si es que la hay, al menos hasta el día 5 de octubre, cuando sí está prevista su presencia en Galicia. La prioridad pasaría por dejar un margen suficiente para ver cómo avanza la situación catalana después del 1-O, ya que los sectores más radicales proponen dar un paso más allá, a las 48 horas de celebrarse el referéndum.

Hasta el momento, la Casa del Rey ha optado por mantener el día a día de la institución dentro de la más estricta normalidad, sin cancelar ningún acto y apostando por la presencia de Felipe VI a lo largo y ancho del país. Sin embargo, las "circunstancias actuales son más complicadas" apenas a horas del domingo, como reconocían algunos de los presentes este jueves en el Museo del Traje durante el acto del monarca. De hecho, la organización estaba preparada por si la agenda sufría cambios y finalmente no podían contar con la presencia del Rey. Todo lo contrario. En línea con lo ocurrido hasta el momento, Felipe VI desarrolló el acto con normalidad y no hubo modificaciones.

Lo que la Casa Real sí tenía pensado, como confirmó este viernes por la tarde, es limitar la actividad del monarca en los próximos días. La idea es que Felipe VI se encuentre en todo momento en Madrid y disponible para dar respuesta a cualquier situación y, sobre todo, poder estar en contacto con el Gobierno. El estado de alerta es permanente desde hace tiempo y se ha incrementado en los últimos meses. Ya en agosto, cuando el Parlament amenazaba con poner en marcha la maquinaria del referéndum coincidiendo con la semana del puente de la Paloma, el Rey ordenó tener lista Zarzuela por si debía desplazarse con urgencia a Madrid.

placeholder Felipe VI saluda a su llegada al pueblo asturiano de Pola de Somiedo. (EFE)
Felipe VI saluda a su llegada al pueblo asturiano de Pola de Somiedo. (EFE)


A la espera de los "gestos" del Rey

El desenlace del domingo determinará si lo que hay son gestos —como hasta ahora— u otro tipo de reacción más contundente. La última vez en que Felipe VI se refirió explícitamente a la situación catalana fue durante la entrega de los Premios Nacionales de Cultura 2016 en Cuenca el pasado 21 de septiembre. Allí aseguró que la Constitución "prevalecerá sobre cualquier quiebra de la convivencia democrática" en una una firme respuesta al momento que vivía y sigue viviendo el país. Desde entonces, no ha habido una palabra tan clara al respecto. Y pese a ello, en Casa Real insisten en destacar el papel del Rey en el marco constitucional y apuestan por mantener la normalidad y estabilidad más absolutas.

Como ya publicó este diario hace semanas, los expertos constitucionalistas señalan algunas opciones que sí podrían producirse y que están dentro de lo marcado en el Título II de la Constitución, relativo a la Corona. Pese a que la capacidad ejecutiva del Rey es limitada, sería posible ver algún gesto adicional por parte del jefe del Estado en un momento de tanta gravedad. "Debe hacer oír su opinión, mostrar la firmeza con la que el país defenderá el orden constitucional para la no fractura de España", explicó el catedrático Antonio Torres del Moral hace semanas.

En realidad, en el marco del artículo 56, que reza "el Rey es el jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones", se recogerían diversas fórmulas para apelar a esa unidad y al papel que le atribuye la Carta Magna. Una de ellas sería una declaración institucional para dirigirse a todo el país e, incluso, podría presidir una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros a petición del presidente del Gobierno. Aun así, cualquiera de estas posibilidades no llegará antes del 1 de octubre.

Cataluña es también la única prioridad para la Jefatura del Estado. El Rey seguirá atentamente el transcurrir de los próximos días desde su despacho de la Zarzuela. El último acto de su agenda pública antes de que llegue el día previsto para el referéndum ilegal, el 1 de octubre, fue este jueves por la mañana, cuando inauguró una exposición de la Universidad Complutense en el Museo del Traje. Allí coincidió con su rector, el de la Politécnica y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. No hubo referencias públicas a la cuestión catalana, el gesto fue serio pero también afable, y compartió conversaciones con invitados y estudiantes durante largo rato.

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