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Los catalanes en Madrid quieren votar: "Para pagar el IBI soy buena pero para decidir no"
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EXCLUIDOS DEL CENSO DEL REFERENDUM

Los catalanes en Madrid quieren votar: "Para pagar el IBI soy buena pero para decidir no"

La comunidad catalana en Madrid se muestra ampliamente en favor del "derecho a decidir" y confía en que una hipotética independencia no perjudique su vida personal en la capital

Foto: La Colla Castellera de Madrid celebra la Diada en la plaza de España de la capital. (D.B.)
La Colla Castellera de Madrid celebra la Diada en la plaza de España de la capital. (D.B.)

En la Colla Castellera de Madrid no se habla de política. Si quieres participar en la actividad reina del folklore catalán en la capital de España eres bienvenido, pero la opinión política, mejor si la dejas en casa. "Entre nosotros no solemos hablar de política, estamos un poco cansados de ese tema. Por eso la 'colla' no se posiciona con ninguna ideología. Cada uno tiene la suya y hay mucha variedad, pero aquí no venimos a discutir", resume Olga Demestres, catalana con 11 años de vida en Madrid. Es una de las normas básicas del grupo, fundado en febrero de este año. Y hasta la fecha les funciona.

Entre nosotros no solemos hablar de política, estamos un poco cansados. La 'colla' no se posiciona con ninguna ideología, aquí no venimos a discutir

En lo que coinciden todos los 'castellers' madrileños es en su deseo de votar el 1 de octubre y el disgusto que les provoca no tener ese derecho. Al no estar empadronados en Cataluña, no podrán votar. Algunos lo llevan con resignación, como Ferran, de Tarragona, que está "por el derecho a decidir" pero asume que vivir fuera es un peaje: "Tengo mi vida en Madrid y entiendo que mi nombre no esté en el censo. No me preocupa".

Foto: Manifestación en Lleida (EFE)

Otros, en cambio, se lo toman con menos deportividad. Es el caso de Irene Reina, administrativa con siete años de residencia en Aranjuez: "No podré votar y me parece muy mal. Sigo pagando impuestos allí porque tengo un piso en propiedad. Para pagar el IBI y la contribución sí soy buena catalana, pero para decidir no. En un referéndum tan importante tendríamos que poder votar todos los catalanes, estemos dentro o fuera", denuncia.

placeholder Instante de la exhibición de 'castells' de la Colla Castellera de Madrid. (D.B.)
Instante de la exhibición de 'castells' de la Colla Castellera de Madrid. (D.B.)

Los catalanes excluidos del censo consideran que se podrían haber buscado soluciones a este desamparo, algo tan simple como habilitar el voto por correo. Pero las prisas del Govern por primero aprobar la ley del referéndum y luego celebrarlo tres semanas después les han dejado fuera. "Yo sí podré escaparme a votar, porque llevo un año en Madrid y sigo empadronado allí, pero las cosas se tendrían que haber hecho mejor. Tanto desde Cataluña como desde el Gobierno central", indica Xavi Cuesta, 39 años y nacido en Sallent, al norte de Manresa.

Los catalanes excluidos del censo consideran que se podrían haber buscado soluciones a este desamparo, como habilitar el voto por correo

Entre los catalanes de Madrid, en especial los que llevan un tiempo ya asentados, es muy difícil encontrar posiciones radicales. El que es independentista suele subrayar que es una decisión ponderada, una especie de balanza de sentimientos en la que por poco pesa más el sí. Y el que está en contra, suele a su vez subrayar que defiende el derecho a decidir de los catalanes.

En lo que todos coinciden también es en repartir culpas en este entuerto: "Se tiene que debatir siempre. Lo que no se puede es intentar bloquear el Parlament con trabas ridículas, como hicieron la semana pasada PP y Ciudadanos, ni aprobar leyes como les da la gana, como hizo el Govern. Yo en eso soy equidistante", opina Cuesta. Y prosigue sin pestañear: "No soy independentista y lo digo así de claro, pero respetaré lo que diga la mayoría en el referéndum. Sería muy triste que la única solución a la convivencia entre españoles y catalanes fuera la independencia, sería una derrota como sociedad".

placeholder Baile de sardanas en Madrid durante la Diada de Cataluña. (D.B.)
Baile de sardanas en Madrid durante la Diada de Cataluña. (D.B.)

Madrid, capital extranjera

Los catalanes en Madrid tienen una visión clara de cómo hemos llegado a este punto, pero ninguno sabe qué pasará con su vida personal y laboral si, como asegura el Govern, el 3 de octubre Cataluña proclama la república. "Pues tendré que ir corriendo a pedir la doble nacionalidad", dice con cierta guasa Reina. "El cómo nos afecte dependerá de los acuerdos a los que se llegue y cómo se produce la desconexión. Pero no creo que sea algo dramático".

Foto: El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont. (EFE) Opinión
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¿Y si les hicieran escoger pasaporte? Ningún catalán lo tiene claro. Reina se quedaría con el español "por una cuestión práctica, ya que mi sentimiento está dividido al 50%", mientras otros como Juan Álvarez, nacido en Vilanova i la Geltrú pero con 40 años viviendo en Madrid, se decantaría en base al sentido de justicia: "Escogería la nacionalidad de aquel país que no me obligase a decantarme por un pasaporte o por el otro".

No creo que (la independencia) cambiara nada, ni que empezaran a insultarme en la calle. Nunca he visto una mala cara en Madrid por hablar catalán

Nadie quiere ni pensar en la hipótesis de un estallido de catalanofobia si Carles Puigdemont proclama la independencia el 3 de octubre. "No creo que cambiara nada a nivel cívico, ni que empezaran a insultarme en la calle. Nunca he visto una mala cara en Madrid por decir que soy catalán ni por hablar mi idioma. Personalmente, no creo que me perjudicase en mi vida aquí", dice Ferran. A lo que Cuesta añade: "Hoy estamos haciendo 'castells' en la plaza de España de Madrid y la gente mira y aplaude. Yo siempre me he sentido muy bien acogido. Todo este ruido es más político que ciudadano".

Reina, por su parte, considera que ha vivido mayor intolerancia en Cataluña que en Madrid. Y lo resume en un ejemplo muy gráfico: "Mi hijo se llama Sergi y en la escuela en Madrid siempre ha sido Sergi, nunca le han cambiado a Sergio. En cambio, mi marido, que es de Huelva y se llama Javier, al llegar a Cataluña el primer día ya era Xavi y le decían que sería bueno que aprendiese catalán. Intolerantes los hay en todas partes, pero yo lo he vivido más allí que aquí".

placeholder Más de un centenar de espectadores acudió a los actos de la Diada en Madrid. (D.B.)
Más de un centenar de espectadores acudió a los actos de la Diada en Madrid. (D.B.)

Fractura familiar

A los catalanes consultados, todos ellos entusiastas promotores de su cultura, si hay algo que les duele del 'procés' es la profunda fractura social que ha generado en estos ya más de 10 años. Culpan tanto a la Moncloa por su inmovilismo como al Govern por su instrumentalización política. Y les entristecen las divisiones familiares y la herida que este tema ha provocado en su tierra. "Esto en el peor de los sentidos nos aboca a una guerra. Han dividido a una sociedad y ahora quieren dividir a los Mossos d’Esquadra, a los funcionarios, a los alcaldes. Quieren saber si eres de los buenos o de los malos. Están creando una situación inaudita y muy peligrosa", se lamenta Demestres.

Han dividido a una sociedad y ahora quieren dividir a los Mossos d'Esquadra, a los funcionarios, a los alcaldes. Quieren saber si eres de los buenos o de los malos

"Los políticos catalanes han vendido el 'procés' a la gente por puro interés político. Como catalana, me han excluido por no pensar como ellos, siento que mi familia se ha dividido y solo existe una voz oficial. Los que pueden sacar su bandera libremente y los que quizá querríasemos sacar una bandera española pero no podemos porque te acusan de facha, cuando los que actúan como fachas son ellos", continúa.

Demestres reconoce que no le gusta hablar del 'procés': "Me enciendo mucho y lo prefiero evitar". Su compañero Ferran admite que, viviendo en Madrid, lo mejor cuando estallan episodios de alto voltaje en Cataluña es "desconectar". "Claro que nos interesa saber qué pasa en Cataluña, pero por higiene mental necesitamos estar tranquilos, convivir. Y cuando la tensión sube, nos echamos a un lado".

En la Colla Castellera de Madrid no se habla de política. Si quieres participar en la actividad reina del folklore catalán en la capital de España eres bienvenido, pero la opinión política, mejor si la dejas en casa. "Entre nosotros no solemos hablar de política, estamos un poco cansados de ese tema. Por eso la 'colla' no se posiciona con ninguna ideología. Cada uno tiene la suya y hay mucha variedad, pero aquí no venimos a discutir", resume Olga Demestres, catalana con 11 años de vida en Madrid. Es una de las normas básicas del grupo, fundado en febrero de este año. Y hasta la fecha les funciona.

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