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El búnker de Moncloa: así sobreviviría Rajoy a un ataque nuclear de Corea del Norte
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tres pisos y capacidad para 200 personas

El búnker de Moncloa: así sobreviviría Rajoy a un ataque nuclear de Corea del Norte

La Moncloa esconde en su complejo un búnker que se construyó con Felipe González y que todavía no se ha utilizado para resolver ningún problema nacional

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante una caminata matutina por los jardines del recinto del Palacio de la Moncloa. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante una caminata matutina por los jardines del recinto del Palacio de la Moncloa. (EFE)

Casi 10.000 kilómetros son los que separan Madrid de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, por el espacio aéreo. Y 12.000 kilómetros es el máximo alcance que puede recorrer el mayor misil balístico —el intercontinental Nodong D KN14— de este país nuclear. Es decir, que si a Kim Jong-un se le ocurriese jugar con él, podría llegar perfectamente a La Moncloa. Afortunadamente, no hay planes de que esto ocurra, pero sepan que, aunque la mayoría de ciudadanos españoles probablemente no podríamos contarlo, Rajoy y su gabinete estarían a salvo y entonces sí tendrían que levantar el país. A pesar de ser un gran desconocido, existe un búnker construido en la sede de la Presidencia del Gobierno de España.

La información acerca de este refugio es poca y se caracteriza por su confidencialidad. Aunque su coste se estimó en 60 millones de euros es una incógnita cuánto dinero se destinó en su construcción, ya que se financió con fondos reservados y está amparado por la Ley de Secretos Oficiales. La cuestión es que mucho uso no se le ha dado. En ninguna de las catástrofes más relevantes de la historia de nuestro país —atentados del 11-M en 2004, los incendios de Guadalajara en 2005, Canarias en 2007 o la crisis del Ébola—, políticos, militares o funcionarios han contado con esta construcción secreta particular ni para resguardarse ni para coordinar un plan de acción político.

En definitiva, según se conoce en los casi 30 años de vida que tiene la instalación, solo se ha utilizado una vez y fue en una noche de fin de año. Hay que remontarse a la Nochevieja de 1999 y el motivo llevaba por nombre 'efecto 2000' o error del milenio. Supuestamente, un fallo tecnológico provocaría el colapso global de la economía, el sector energético, financiero, de transporte, sanitario, emergencias.

Foto: Vista aérea de la base naval de Estados Unidos en Guam. (Reuters)

La psicosis apocalíptica, que finalmente se resolvió sin poner fin a la continuidad de nuestra vida estructurada en torno a las pantallas, respondía al siguiente problema. Cuando se almacenaban fechas en los equipos informáticos, se utilizaban dos dígitos en lugar de los cuatro que tiene un año —así se ahorraba memoria—. Al entrar en el año 2000, los sistemas lo registrarían como año 00, sin tener en cuenta el cambio de siglo, por lo que en lugar de entrar en el nuevo milenio el mundo a efectos informáticos volvería a 1900. Y así fue como el entonces vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, se llevó al búnker a un gabinete de crisis que finalmente no tuvo que afrontar ninguna hecatombe y que pasó allí la Nochevieja.

El origen del búnker se remonta al expresidente Felipe González. A raíz del frustrado golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, el socialista ordenó iniciar la construcción de un refugio en el subsuelo del Palacio de la Moncloa. La idea era poder disponer de un complejo que permitiese a los miembros del Gobierno resguardarse de una gran crisis —un lanzamiento nuclear, un asedio militar, un ataque con armas químicas...— y coordinar la respuesta del Estado con las fuerzas armadas y demás entes gubernamentales.

Se trataba de un proyecto calificado como secreto oficial y le fue encargado a la empresa de construcción Dragados. Según se publicó entonces, los funcionarios que trabajaban en el recinto presidencial creían que se estaba construyendo un aparcamiento subterráneo, de forma que el misterio trascendió solo fuera de las puertas del palacio. Las obras terminaron a finales de 1991, en plena Guerra del Golfo, y fue bautizado oficialmente como CITA —Centralización de Instalaciones Técnicas Auxiliares—. Su personal depende del antiguo Departamento de Infraestructuras y Seguimiento para Situaciones de Crisis —actual Departamento de Seguridad Nacional— en el Ministerio de Presidencia.

Foto: Reunión del comité central del Partido de los Trabajadores de Corea, en Pyongyang, en septiembre de 2017. (Reuters)

El retrato más detallado del complejo secreto lo dio 'El Mundo' en 2003. ¿Las dimensiones? Aproximadamente 7.500 metros cuadrados repartidos en tres pisos y capacidad para 200 personas. Está dotado de muros de tres metros de grosor, puertas falsas, armería, quirófano y... cementerio. Según la información que proporcionaba el citado rotativo, nada más entrar existe una pequeña sala con una ducha de descontaminación radiactiva. Cuenta también con un hospital con quirófano, unidad de vigilancia intensiva y todos los avances médicos, entre ellos una reserva de vacunas. Además de servicios sanitarios, el búnker también cuenta con departamentos propios de una casa familiar: cocina, comedor y habitaciones —desde dúplex con baño para las autoridades hasta estancias más modestas para los funcionarios elegidos—.

Foto: Un hombre pasa delante de un televisor donde se ve a Kim Jong-un tras la prueba nuclear de Corea del Norte, en Tokio, el 3 de septiembre de 2017. (Reuters) Opinión

Una de las últimas veces que el búnker de Moncloa fue noticia, tuvo como protagonista al entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Una de sus primeras decisiones como inquilino de Moncloa fue la de retirar un cuadro con una imagen satélite del islote Perejil, con una placa conmemorativa de la efeméride, que presidía una de las salas del corazón subterráneo del búnker.

El gran refugio de Torrejón

Pero el refugio del Gobierno no es el único que existe en suelo español. El Ejército del Aire ideó el búnker más grande de España en la base militar de Torrejón de Ardoz, con más de 10.000 metros cuadrados preparados para resistir impactos de bomba y destinado a las unidades militares españolas con dependencia orgánica de la OTAN.

La construcción de búnkeres en España se ha consagrado como un negocio en auge desde hace ya dos décadas. Aunque de momento queda reservada a los más ricos. Como informaba este periódico, los constructores de este tipo de refugios atribuyen el aumento de demanda a la inestabilidad internacional y al miedo por la amenaza del Estado Islámico.

Casi 10.000 kilómetros son los que separan Madrid de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, por el espacio aéreo. Y 12.000 kilómetros es el máximo alcance que puede recorrer el mayor misil balístico —el intercontinental Nodong D KN14— de este país nuclear. Es decir, que si a Kim Jong-un se le ocurriese jugar con él, podría llegar perfectamente a La Moncloa. Afortunadamente, no hay planes de que esto ocurra, pero sepan que, aunque la mayoría de ciudadanos españoles probablemente no podríamos contarlo, Rajoy y su gabinete estarían a salvo y entonces sí tendrían que levantar el país. A pesar de ser un gran desconocido, existe un búnker construido en la sede de la Presidencia del Gobierno de España.

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