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Cursos de socorrista 'online' por 20€, limbo legal... y casi 100 ahogados más que en 2015
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hasta el 15 de agosto han muerto 339 bañistas

Cursos de socorrista 'online' por 20€, limbo legal... y casi 100 ahogados más que en 2015

¿Qué sucede en las piscinas, ríos, lagos y costas de España? ¿Por qué se han disparado en dos años los ahogamientos? ¿Cuál es el perfil de las víctimas?

Foto: Un socorrista vigila la playa de la Malvarrosa. (EFE)
Un socorrista vigila la playa de la Malvarrosa. (EFE)

¿Considera que es lo suficientemente prudente en el agua? Si piensa que la presencia de socorristas no es imprescindible, se baña con independencia del color de la bandera y sigue nadando más allá de las distancias señalizadas, probablemente la respuesta sea que no. Así que esto que sigue le interesa.

Entre el 1 de enero y el 15 de agosto de 2017, 339 personas han perdido la vida en el agua. Los datos desglosados se traducen en 174 ahogados en playas, 40 en ríos, 37 en piscinas y 88 en otros espacios acuáticos como embalses o pantanos. Si no le alarma la cifra, es importante resaltar que no es buena, de hecho es peor que la registrada el año pasado. En lo que llevamos de 2017 ha habido un 14,53% más de fallecimientos que en el mismo periodo de 2016, cuando se dieron 296 muertes —43 menos que en 2017—, y un 40% más que en 2015, con 242 muertes —97 menos que este año—.

En la explicación de este fatídico escenario residen distintas razones. Empezando por las que dependen de los propios bañistas están, según la Real Federación de Salvamento y Socorrismo (RFESS), la imprudencia y el desconocimiento. Lo resumen así: “Los jóvenes piensan que pueden con todo, los mayores que tienen 20 años y, mientras, los niños juegan a hacer la apnea más larga”.

Antes de continuar, resulta necesario destacar que la cifra no responde a un registro oficial de ahogados. ¿Por qué? Porque no existe. Los responsables de contabilizar los fallecimientos no tienen acceso a las autopsias de los difuntos, por lo que aquellas personas que mueren por causas derivadas del ahogo —fallos orgánicos, por ejemplo— no están incluidas en el muestreo.

Más allá de las responsabilidades individuales de los bañistas, existe otra fundamental. En España no hay ninguna ley estatal que regule la formación que deben recibir los socorristas, indique en qué lugares deben estar presentes ni tampoco qué cantidad debe haber según el espacio o número de presentes. Son los propios ayuntamientos los responsables de decidirlo. Se programa en función de los recursos de cada consistorio en lo que finalmente termina siendo “un juego con la Administración”, como denuncian desde la RFESS.

Si hacemos una comparativa con otro tipo de campañas de sensibilización, como las relacionadas con accidentes de tráfico, vemos que el ahogamiento sigue siendo una asignatura pendiente. “Los ahogamientos son muertes silenciosas que se recuerdan como un problema de verano cuando no lo son”, advierte la responsable del informe nacional sobre ahogamientos de la RFESS, Jessica Pino.

Si bien es cierto que este tipo de accidentes se intensifican en verano, no son un problema exclusivo de estas fechas. Los meses de junio, julio y agosto suman casi 200 muertes, pero en los meses de invierno estos sucesos no desaparecen. A modo de ejemplo, en enero de este año 34 personas perecieron en el agua.

Los socorristas denuncian la inacción política en una materia que se podría mejorar muy significativamente: “Notamos una cierta despreocupación por parte de los partidos políticos, ha habido varios intentos de proyectos para modificar la ley, pero nunca llegan a ningún lado”, explican.

Este limbo legal ha dado lugar a la aparición de ofertas de formación que amenazan el salvamento y socorrismo de las zonas acuáticas españolas más seguras. Se trata de los cursos 'online' que imparten empresas habilitadas y que ofrecen certificados de socorrista sin haber pasado por el agua ni realizar ningún tipo de formación en primeros auxilios. Un caramelo para los jóvenes que quieren sacarse un sueldo en verano: “Son igualmente válidos para trabajar y mientras una titulación en condiciones puede costar 400 euros, por internet puedes conseguirlo por 20”, explica Jessica Pino, que también es socorrista.

En la federación se hicieron eco de esta nueva moda a través de las redes sociales el año pasado y enseguida empezaron a denunciar. “No dábamos crédito a lo que veíamos, es imprescindible que los socorristas sean profesionales con conocimientos y que además los actualicen periódicamente”, explican. Ellos incluso hicieron la prueba y compraron uno de estos cursos —previo aprobado asegurado— a través de Groupon. ¿El resultado? Título de socorrista en el currículo solo con un examen teórico que respondieron con los apuntes junto al ordenador.

Su denuncia se certifica con los datos. El 90% de las muertes por ahogamiento ocurre donde no hay vigilancia. Esto es en ríos, pantanos o embalses. En el caso de las playas, de las 174 donde alguien falleció, en 147 no había socorristas. El horario de vigilancia suele ser entre las 10 u 11 de la mañana hasta las ocho de la tarde, y la mayor parte de fallecimientos sucedió durante el mediodía.

El ahogado probablemente se parezca a usted

A diferencia de lo que podría pensar, las personas que se ahogan no son ‘guiris’ desenfrenados. Al contrario, son españoles seguramente parecidos a usted.

El perfil de la persona ahogada en España es un hombre —80%—, de nacionalidad española —75%—, de 35 o más años —71%—, muerto en un playa —51%— o en cualquier otro espacio acuático sin vigilancia —90%—, entre las 10:00 y las 20:00 —70%—.

Si se pregunta por las zonas más accidentadas, Andalucía es la comunidad con mayor número de muertos por ahogamiento, con 59 víctimas este año. Le siguen la Comunidad Valenciana, con 49 óbitos, y Canarias y Galicia, con 47. En la cola, Navarra, con un fallecido, y Melilla, que es el único territorio español donde no se ha registrado ninguna muerte por esta causa hasta el momento.

Las muertes por esta causa siguen creciendo. Este martes, un hombre español de 46 años falleció mientras practicaba buceo en Punta Galera (Ibiza).

¿Considera que es lo suficientemente prudente en el agua? Si piensa que la presencia de socorristas no es imprescindible, se baña con independencia del color de la bandera y sigue nadando más allá de las distancias señalizadas, probablemente la respuesta sea que no. Así que esto que sigue le interesa.

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