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Iglesias no pulsará el botón rojo para cesar al líder de Podem y confía su futuro a las bases
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crisis en la dirección catalana por el 1-0

Iglesias no pulsará el botón rojo para cesar al líder de Podem y confía su futuro a las bases

El secretario general de Podemos descarta echar mano de las facultades que le otorgan los estatutos del partido para hacer frente al desafío del líder territorial en Cataluña

Foto: El líder de Podemos, Pablo Iglesias (d), junto al secretario general de Podem, Albano Dante (2d), durante un mitin electoral en Badalona. (EFE)
El líder de Podemos, Pablo Iglesias (d), junto al secretario general de Podem, Albano Dante (2d), durante un mitin electoral en Badalona. (EFE)

Compaginar el principio de máxima autonomía territorial con mantener una línea política común en temas transcendentales como la consulta independentista del próximo 1 de octubre se ha vuelto una quimera para Podemos en Cataluña. Las diferencias entre la hoja de ruta marcada por Madrid y la liderada por el secretario general de Podem, Albano Dante, no solo se ciñen a la consulta unilateral convocada por el Govern, que apoya la dirección catalana, sino también a otra cuestión fundamental para Podemos: la estrategia de unidad popular integrándose en una única papeleta electoral con los comuns de Ada Colau y Xavier Domènech. Una confrontación que sigue subiendo de intensidad, incluyendo el cruce de acusaciones en público que este lunes se agudizaba con reproches de “falta a la verdad”, pero ante la que Pablo Iglesias se niega a pulsar el botón rojo que le otorgan los estatutos para hacer frente al desafío del líder territorial.

La dirección nacional apuesta por resolver esta crisis, que adquiere ya tintes identitarios contrarios a los principios de Podemos, mediante una asamblea extraordinaria que renueve tanto los cargos de la dirección autonómica como la hoja de ruta política. Albano Dante ha cerrado de plano la puerta a esta posibilidad, decantándose por convocar una consulta sobre la postura en torno al 1-0 y otra posterior, todavía sin fecha y en cualquier caso no antes del referéndum, sobre la confluencia con los comuns. Una decisión que no convence ni a Madrid ni a una parte creciente de las bases, que ya recogen firmas entre los círculos y consejos municipales para forzar un proceso asambleario de renovación de órganos.

Las diferencias políticas se han trasladado también al plano personal y las relaciones entre Pablo Iglesias y Albano Dante, viejos conocidos de los movimientos sociales desde hacía 15 años, están prácticamente rotas. La gota que ha colmado el vaso, tras semanas de atrincheramiento y huida hacia adelante, ha sido el cambio de versión del líder de Podem sobre los contenidos de la reunión que mantuvo el pasado mes de julio con Iglesias y Pablo Echenique, al asegurar en una entrevista en el diario 'El País' que el secretario general le habría exigido su dimisión.

Los estatutos permiten al secretario general convocar directamente una asamblea extraordinaria

"No es cierto que Pablo Iglesias pidiera a Albano Dante que dimitiera”, explican fuentes de la dirección sobre el encuentro en el que también estaban presentes Echenique y la secretaria de plurinacionalidad Meri Pita. “Ante los problemas internos de Podem, lo que Pablo Iglesias recomendó a Albano Dante, siempre dejando clarísimo que la decisión final era de este último, fue que hiciera exactamente lo mismo que hizo Óscar Urralburu”, el secretario general del partido en Murcia, “cuando un grupo de círculos le pedía una asamblea ciudadana completa y él se adelantó. Que esto no es dimitir es tan obvio como que Urralburu se volvió a presentar y ganó la secretaría general con un equipo renovado”, añaden estas mismas fuentes.

La difícil situación no provocará, sin embargo, una intervención del secretario general en la crisis, aunque los estatutos le permiten convocar directamente y de forma extraordinaria “cualquier asamblea ciudadana de nivel territorial inferior al estatal para cuestiones de especial trascendencia”. Una posibilidad que se ha descartado, tanto a corto como a medio plazo, según coinciden afirmar distintas fuentes del entorno de Pablo Iglesias. El secretario general nunca fue partidario de utilizar este mecanismo de excepción, menos todavía en Cataluña, donde se tiende a una mayor descentralización acorde con el principio de plurinacionalidad. El relevo o no de Dante es una decisión que se dejará en manos de las bases.

El líder de Podem sigue pues subiendo el tono del enfrentamiento después de que ya acusase a la dirección estatal de “injerencia” en un duro comunicado, difundido a raíz de las “desafortunadas declaraciones de varios miembros vinculados a la dirección estatal de Podemos”. En Princesa 2 se comienza a desconfiar sobre el hecho de que la sobreactuación de Dante busque precisamente una intervención de Madrid para construir un relato victimista y, de convocarse finalmente la asamblea, presentarse a la reelección como garante de la autonomía organizativa frente a las injerencias de Madrid. La paradoja es que, como ocurre con el desafío del president Carles Puigdemont, una intervención centralista reforzaría a Dante en sus tesis. De hecho, el conflicto es también de principios, con una sensación de que se le está haciendo el juego a los independentistas y de que se prioriza la cuestión identitaria a nivel programático que la defensa de los derechos sociales.

En Princesa se comienza a desconfiar sobre el hecho de que Dante busque una intervención de Madrid para construir un relato victimista

La coexistencia es cada vez más complicada y parecen haberse saltado todas las líneas rojas. “Que la actual dirección de Podem no quiera la unidad entre las fuerzas del cambio en Cataluña es legítimo, aunque la dirección estatal piense distinto. Que hayan decidido subalternizar la estrategia de Podem respecto del 1-O a la hoja de ruta de Puigdemont es legítimo, aunque la dirección estatal piense distinto. Que no quieran convocar la Asamblea Ciudadana completa que cada vez más círculos le están pidiendo es, por supuesto, también legítimo. Ahora bien, faltar a la verdad respecto de lo que Pablo Iglesias le dijo en una reunión privada, eso es difícil de explicar”, afean fuentes de la dirección estatal.

Pablo Echenique también arremetía en las redes sociales contra el líder de Podem por sus declaraciones. “Convocar una asamblea ciudadana no es dimitir, es darle la palabra a la gente para decidirlo todo. Cualquiera se puede presentar”, afirmaba el dirigente aragonés, al mismo tiempo que aclaraba que “lo que ocurra en Podem lo decidirá Podem y las diferencias políticas son enriquecedoras, pero tengamos el debate diciendo la verdad”. Los proyectos políticos de Podemos y su marca catalana se alejan mientras la línea marcada por los comunes coincide más con las tesis tanto de Princesa 2 como de las bases y cargos orgánicos que en los últimos meses han dado cuenta de un trasvase de cuadros hacia Catalunya en Comú, generando una situación de limbo insostenible en el tiempo.

Compaginar el principio de máxima autonomía territorial con mantener una línea política común en temas transcendentales como la consulta independentista del próximo 1 de octubre se ha vuelto una quimera para Podemos en Cataluña. Las diferencias entre la hoja de ruta marcada por Madrid y la liderada por el secretario general de Podem, Albano Dante, no solo se ciñen a la consulta unilateral convocada por el Govern, que apoya la dirección catalana, sino también a otra cuestión fundamental para Podemos: la estrategia de unidad popular integrándose en una única papeleta electoral con los comuns de Ada Colau y Xavier Domènech. Una confrontación que sigue subiendo de intensidad, incluyendo el cruce de acusaciones en público que este lunes se agudizaba con reproches de “falta a la verdad”, pero ante la que Pablo Iglesias se niega a pulsar el botón rojo que le otorgan los estatutos para hacer frente al desafío del líder territorial.

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