Choque entre diputados de Podemos y PSOE por "incumplir" lo pactado entre sus cúpulas

La nueva fase abierta entre PSOE y Unidos Podemos para promover una alianza en el Congreso nació frágil, primando la puesta en escena a la concreción política, con una notoria rebaja de expectativas respecto a los acuerdos anunciados tras un encuentro previo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y, sobre todo, heredando unas dinámicas parlamentarias enraizadas en meses de desconfianza mutua y rivalidad. Como consecuencia, las buenas intenciones que escenificaron los líderes de cada partido y algunos de los acuerdos más inmediatos a los que llegaron se han dejado de materializar a la primera de cambio. Este jueves, los diputados del PSOE en la 'comisión Fernández Díaz', sobre el uso partidista de Interior, votaban en contra de las conclusiones que propusieron los representantes de Unidos Podemos sobre el caso Euro Pacific Bank, “en contra de lo acordado directamente con Pedro Sánchez”, explican a este diario fuentes de la dirección del grupo parlamentario.

El caso Euro Pacific Bank investigado en la comisión se centra en la filtración a la prensa de un falso informe sobre el pago de 200.000 euros en Islas Granadinas a Pablo Iglesias por parte del Gobierno de Venezuela. Un montaje, según denuncian en las conclusiones debatidas ayer jueves, del que sería responsable en última instancia el ex número dos de la Policía Eugenio Pino, quien compareció en dicha comisión sometiéndose al interrogatorio de los diputados. Desde la dirección del grupo confederal lamentan lo que tildan de “descoordinación con mala fe” entre el grupo parlamentario socialista y Ferraz, sin esconder una considerable preocupación por el “incumplimiento” de su compromiso de voto a favor para llevar las conclusiones sobre este informe al pleno del Congreso y, posteriormente, a la Fiscalía.

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El voto negativo de los socialistas ha provocado que comiencen a florecer los primeros enfrentamientos entre los diputados de ambos grupos parlamentarios. Este mismo martes, pocas horas después de inaugurarse la denominada “mesa de coordinación parlamentaria” con los equipos negociadores de PSOE y Unidos Podemos, encabezados por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, respectivamente, ya se mostraban las primeras fricciones. En este caso, la acusación la lanzaban los socialistas, protestando porque no se les había comunicado desde la formación morada su intención de presentar una iniciativa legislativa para mejorar las condiciones laborales de los becarios.

Fuentes del grupo confederal hablan ya de “descoordinación con mala fe” entre el Grupo Parlamentario Socialista y Ferraz

"Así no puede ser", arremetía el martes la portavoz socialista, Margarita Robles. "Si sabían que iban a presentarlo y no nos lo dijeron en la reunión, se trata de una deslealtad. Si no lo sabían, es una torpeza", aseguraban desde su entorno. Su homóloga en el grupo confederal, Irene Montero, reconocía no haber informado formalmente y lo achacaba a la necesidad de pulir mejor los cauces de comunicación. El miércoles, el PSOE el registró también en solitario la solicitud para crear una comisión de investigación sobre el accidente del Alvia de 2013 después de que en la reunión de las dos delegaciones acordaran presentar la iniciativa de forma conjunta.

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Unas fricciones que destapan las dificultades para que ambos grupos remen juntos y el ánimo de mostrar así estas tensiones, por cuestiones aparentemente menores, ante la opinión pública. Y es que Unidos Podemos había informado a los medios de comunicación, media hora después de iniciarse la reunión de los equipos negociadores, de que iba a presentar su iniciativa en el Congreso a las 12 de la mañana del día siguiente. Un primer choque, por tanto, forzado tanto si se tiene en cuenta el motivo como las formas.

Las divergencias mostradas en público entre las portavoces de los grupos parlamentarios se extendieron a los diputados cuando todavía no se habían cumplido tres días de la inauguración de la mesa de colaboración. Iglesias y Sánchez mantienen intacta su apuesta por mantener la sintonía entre sus formaciones, pero lo que se vislumbra como un acercamiento de las cúpulas, por arriba, no se está reproduciendo en el día a día parlamentario, máxime teniendo escasa actividad en el Congreso durante estos días coincidiendo con el fin del periodo de sesiones. Los ritmos son diferentes y las reticencias también.

Cuando el acercamiento entre Sánchez e Iglesias daba sus primeros pasos, la representante de Podemos en la Comisión de Interior y vicepresidenta cuarta de la Mesa del Congreso, Gloria Elizo, ya aumentaba la presión sobre los socialistas para que levantasen su veto a la comparecencia del comisario José Villarejo, dadas sus declaraciones durante la entrevista televisiva con el periodista Jordi Évole. “El resto de partidos no pueden quedar impasibles”, explicaba Elizo al respecto, al tiempo que decía esperar un cambio de postura del PSOE “porque son los primeros interesados en que comparezca y explique las acusaciones contra la portavoz de su grupo tan difíciles de entender”, en referencia a la mención de Margarita Robles como la persona que le habría encargado a Villarejo el informe 'Véritas' para desprestigiar al exjuez Baltasar Garzón.

El choque sobre el caso Euro Pacific Bank vaticina muchas más dificultades para el entendimiento de las que inicialmente se preveían

Unidos Podemos ha sido junto a los partidos catalanes, debido al caso de las escuchas en el despacho de Fernández Díaz, uno de los grupos más implicados en esta comisión. Además del conocido como informe PISA (siglas de Pablo Iglesias SA), la formación pretendía señalar responsabilidades políticas por el caso del Euro Pacific Bank, que la formación también llevó a los tribunales. Como señalan en las conclusiones de la comisión, “es necesario identificar la función que tiene la policía política en generar dosieres de intoxicación contra la oposición política”, en este caso Podemos.

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La imposibilidad de que el caso del Euro Pacific Bank, con el que se acusó a Iglesias de recibir pagos en un paraíso fiscal del Gobierno venezolano, se eleve al pleno para depurar responsabilidades ha enervado especialmente a Unidos Podemos. El propio banco emitió un comunicado, como en el caso del exalcalde de Barcelona Xavier Trias, asegurando que su entidad no aceptaba pagos de Venezuela. Se trataba de uno de los principales objetivos de Unidos Podemos para el cierre del periodo de sesiones después de no lograr que se prorrogasen los trabajos de la comisión de investigación. De ahí la sorpresa en la dirección del grupo confederal y que este choque no sea una simple divergencia más, vaticinando muchas más dificultades para el entendimiento de las que inicialmente se preveían.

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"Que nos olviden"

Los socialistas, a su vez, se sentían molestos con lo que leían como una "pataleta de patio de colegio" de Podemos. "Que se preocupen de sus problemas y no de si hay divergencias entre la dirección parlamentaria y Pedro, porque no las hay, y que hagan bien su trabajo. Los representantes nuestros en esta comisión de investigación [Juan Carlos Campo, vicepresidente segundo, y David Serrada, portavoz] han trabajado mucho y muy bien, no han visto probado el caso del Euro Pacific Bank y nos fiamos de su criterio. Esto es una cosa seria y no se trata de pactar o no pactar", apuntaban fuentes de mucho peso de la cúpula del PSOE en la Cámara Baja.

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Fuentes del grupo sostienen que, en efecto, ni Serrada ni Campo validaron incluir el caso Euro Pacific Bank en las conclusiones porque "no servía como prueba". "Puedes sacarlo de Google si quieres ahora, no tiene ningún valor. Se ha seguido el criterio de nuestra dirección en el Congreso", abundaban. En cambio, los socialistas sí recogieron y aprobaron las referencias a PISA. Se dice, de hecho, que Interior, bajo el mandato de Jorge Fernández Díaz, creó una "estructura policial bajo las instrucciones" de Ignacio Cosidó, ex director general de la Policía, por orden del director Adjunto Operativo (DAO) Eugenio Pino, "con el conocimiento y consentimiento del ministro, destinada a obstaculizar la investigación de los escándalos de corrupción que afectaban al PP, al seguimiento, la investigación y, en su caso, la persecución de adversarios políticos (PSOE), el nacionalismo catalán (Xavier Trias) o Podemos (Informe PISA)". "Lo de PISA era su preocupación hasta que vieron en el documento que estaba recogido y entonces surgió lo del banco. Y si lo hubiéramos recogido, habrían pedido otra cosa, y así", se quejaba un diputado del PSOE buen conocedor de los trabajos de la comisión.

"Que nos olviden. Que Podemos se preocupe de Podemos —despachaba sin miramientos un alto cargo de la dirección del Grupo Socialista—. Pedro está enterado de todo. Y si nuestros diputados dicen que no hay nada, se respeta. Cada comisión tiene su propia dinámica". Los disparos en una y otra trinchera, en Podemos y en el PSOE, se oían repetidamente en las últimas horas. Y eso que la firma de la entente entre las dos formaciones no tiene ni una semana de vida.