Caso Villar: la Fiscalía investiga desvíos en derechos de TV de Copa del Rey y Supercopa

Ángel María Villar y su hijo Gorka, alias 'el Príncipe', cobraron presuntamente comisiones ilegales por la celebración de encuentros amistosos de la Selección, pero sus tentáculos también llegaron a las competiciones nacionales que organiza la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Según fuentes cercanas al caso, la Fiscalía Anticorrupción y los expertos en delitos económicos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil están investigando el presunto desvío de ingresos de la Federación por la venta de los derechos de explotación de los partidos de la Copa del Rey y la Supercopa, además de los del combinado nacional, a la distribuidora Santa Mónica Sports SL. El perjuicio podría rondar los 40 millones de euros.

La relación de la RFEF con Santa Mónica arranca en 1995, siete años después que Villar desembarca en el organismo con sede en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. En ese primer acuerdo, la Federación cedió a la agencia del ya fallecido Jesús Sámper la explotación de la publicidad estática de todos los encuentros disputados en sus competiciones, pero, en los siguientes años, Santa Mónica se adjudicó también la gestión y búsqueda de patrocinios, así como la explotación de los productos de 'merchandising'. Finalmente, en 2005, Villar concedió a su amigo Sámper el encargo más valioso: la gestión en exclusiva de los derechos audiovisuales de todos los encuentros controlados por la institución, entre ellos, la final de la Copa del Rey y la Supercopa.

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El contrato de derechos audiovisuales expiraba en 2014, pero Santa Mónica Sports entró en una grave crisis financiera por ruinosas inversiones inmobiliarias que elevó su deuda con la RFEF hasta los 20 millones de euros. Con ese panorama, Villar decidió resolver el acuerdo un año antes de lo previsto y buscar un nuevo distribuidor. Sin embargo, la Federación no sólo no reclamó nunca esa cantidad, sino que también habría realizado un pago de otros 20 millones de euros a Santa Mónica en concepto de indemnización por la resolución anticipada del contrato, revelan fuentes cercanas al procedimiento. La UCO investiga ahora el destino de esos fondos y también presuntos pagos que la firma de Samper habría realizado a directivos de la RFEF antes de la ruptura de relaciones como compensación por los contratos que recibió en exclusiva durante casi dos décadas.

Entre 2006 y 2008, por ejemplo, Santa Mónica cobró de Telecinco por los derechos de la final de la Copa del Rey y los encuentros de la Supercopa un total de tres millones de euros por ejercicio. Y en 2009, TVE decidió doblar esa inversión para asegurarse la emisión de esas competiciones. Villar no solo habría enriquecido a Sámper en España. También le facilitó el contacto con su amigo Julio Grondona, el histórico presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) fallecido en 2014, para que Santa Mónica Sports desembarcara al otro lado del Atlántico con el mismo modelo de negocio. Fuentes cercanas al caso aseguran a este diario que confían en que la documentación intervenida este martes durante los registros de la llamada operación Soule permita avanzar en esa línea de las pesquisas.

La rama del procedimiento más acreditada afecta a los partidos amistosos jugados por la Selección española desde 2010. Durante la instrucción, que arrancó en 2016 a raíz de una denuncia del Consejo Superior de Deportes (CSD), los agentes de la UCO habrían descubierto que Villar y su hijo Gorka se llevaron comisiones ilegales por esos encuentros. Villar vendía los partidos a otras federaciones y luego su hijo camuflaba las presuntas mordidas mediante supuestas labores de asesoramiento deportivo y jurídico prestadas a las selecciones rivales a través de su despacho privado, Sport Advisers SL.

El foco se centra en esa compañía con domicilio en Madrid que Gorka Villar, único accionista y administrador, abrió en diciembre de 2010. En su página web se define como “una firma especializada en la consultoría y asesoramiento jurídico en el ámbito deportivo internacional, para la que prestan sus servicios reconocidos profesionales especializados en esta área”. Asegura que sus pilares son la “ética” y la “transparencia”, pero no ofrece datos sobre las federaciones para las que trabajaba.

Encuentros vendidos por mordidas

En 2011, su primer ejercicio completo en activo, Sport Advisers SL facturó 871.897 euros. En 2012, sus ingresos aumentaron hasta los 918.627 euros, y en 2013 llegaron a 795.792 euros. Durante los dos años siguientes, su cifra de negocio bajó a 647.000 (2014) y 427.268 euros (2015). Con todo, en solo cinco años, que coinciden con el momento más duro de la crisis pero también con el más brillante de la Selección española, tras la victoria en el Mundial de Sudáfrica de 2010, el hijo del presidente de la RFEF logró a través de esa firma en la que nunca han constado trabajadores un total de 3.660.584 euros en ingresos y, tras descontarse un salario anual de 70.000 euros, unos beneficios superiores al millón de euros. A juicio de los investigadores, el grueso de ese dinero se correspondería con comisiones ilegales por los amistosos del combinado nacional. Entre los encuentros vendidos se encontraría el disputado por España contra Corea del Sur el 1 de junio de 2016 en Salzburgo (Austria). También se rastrean los numeroso partidos que disputó la Selección contra equipos sudamericanos después de ganar el Mundial.

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Villar habría utilizado su influencia para generar otros ingresos para su hijo en ese continente. A través de Grondona, logró que Gorka se convirtiera primero en asesor de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y, en 2014, ascendiera al puesto de director general de esa misma institución. Tuvo que dimitir en 2016, después de que una Corte de Estados Unidos abriera una causa penal que terminó afectando a los principales responsables del fútbol en Sudamérica.

La otra vía por la que el aún presidente de la RFEF contribuía al negocio de su hijo era la promoción de su actividad como supuesto letrado experto en legislación deportiva, incluso en sus primeros pasos en la profesión. La Federación comenzó a pagar una iguala al despacho Sagardoy en 1994. Una década después, Gorka eligió curiosamente ese mismo bufete para hacer un máster en relaciones laborales. Tras la formación, trabajó en sus oficias durante seis meses. La RFEF siguió pagando a Sagardoy por su asistencia jurídica hasta 2010.

La RFEF también ha estado patrocinando durante años numerosos eventos sobre legislación deportiva en los que Gorka Villar gozaba de gran protagonismo, aunque este intentaba ocultar en ellos su vínculo con el máximo responsable de esa institución y actuar como si fuera un abogado más de los muchos que operan en ese mundillo. Así, aunque en los pasillos de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas es conocido como el Príncipe, la persona destinada a ocupar el puesto que su padre detenta con mano de hierro desde hace 29 años, en el VII Congreso Internacional de Derecho en el Fútbol que organiza la Federación y que se celebrará en Madrid el próximo mes de noviembre, Gorka Villar había sido elegido para moderar una mesa redonda sobre 'La importancia del TAS para el fútbol'. Entre los participantes en el debate se encuentran miembros del propio TAS y de la FIFA, dos organismos que Sport Advisers menciona explícitamente en su cartera de servicios. Todo quedaba en casa. La operación de la UCO probablemente obligue a hacer algunos retoques en la agenda del congreso.