El policía que detuvo al falso yihadista de San Fermín: "No soy ningún héroe. Es mi trabajo"

Pedro*, agente de la Policía Foral de Navarra, aprovechó su noche libre el pasado 6 de julio para ir con su mujer y sus dos hijas a ver los fuegos artificiales de Sanfermines. "Nos sentamos en la explanada que hay entre los autobuses y la muralla", explica. La familia estaba esperando a que comenzase el espectáculo cuando, pasadas las once de la noche, apareció una persona con vestimenta oscura y dos bolsos negros que se situó frente a la multitud. "Dejó las mochilas en el suelo y con la mano derecha en alto, como si sujetase algo, empezó a gritar 'Allahu Akbar' mientras movía el puño".

Tras un primer momento de confusión, la gente que estaba alrededor comenzó a correr. "Yo estaba a unos ocho metros de él y mi mujer me agarró y me dijo 'vámonos, vámonos'... Pero me levanté y fui corriendo a tirarle al suelo mientras le agarraba la mano derecha, porque claro, yo creía que tendría un detonador o algo similar y entonces tenía que reducirle".

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José Mari Alonso. Pamplona

Sin embargo, cuando Pedro consiguió darle la vuelta y abrió su puño todo lo que encontró fue un mechero. "Me identifiqué y le dije que era policía. Él empezó a hablar en árabe y fue en ese momento cuando me di cuenta de que estaba borracho o bajo la influencia de alguna sustancia, lo que me tranquilizó bastante, porque claro, vi que no era más que un payaso haciendo el tonto", explica.

En un primer momento, el sospechoso intentó resistirse, por lo que un ciudadano se acercó a donde estaba Pedro para ayudarle. "Vino un chaval para colaborar en la inmovilización. La verdad es que si contesto hoy a las preguntas es por él, porque se portó muy bien", comenta. De hecho, el policía envió una solicitud a sus superiores ese mismo día para que se le felicite públicamente, ya que considera que solo él merece reconocimiento. "Yo no soy ningún héroe. Ni mucho menos. Estoy entrenado para eso y seguí el protocolo", sentencia el policía.

A lo largo de la entrevista, Pedro insiste una y otra vez en que "cualquier otro policía habría hecho lo mismo", pero reconoce que a su familia no le ha sido fácil olvidar lo ocurrido. "Mi hija mayor ya no ha vuelto a ir a los fuegos porque está asustada. Lo pasó fatal. Decía 'por qué tiene que ir el aitatxo, por qué tiene que ir el aitatxo'. Y claro, mi mujer le decía 'pues porque es policía'".

En lo que se refiere al sospechoso, que era de origen argelino, un juzgado de Pamplona le ha condenado a dos meses de prisión y le ha prohibido acudir a la capital durante 16 meses por un delito de desórdenes público. No obstante, la sentencia permite la sustitución de esta pena por una multa de cuatro meses con una cuota diaria de ocho euros (cerca de mil euros).

*Pedro ha pedido que no se desvele su nombre real en este artículo.