Bildu politiza (una vez más) el inicio de los Sanfermines

Apenas 25 minutos antes del chupinazo, dos personas han accedido al balcón consistorial para, por orden del Gobierno municipal de Joseba Asirón (EH Bildu), colocar la ikurriña en el mástil junto al resto de banderas ante la atenta mirada del portavoz de UPN, Enrique Maya, que ha acudido ex profeso para presenciar la escena. "Vengo a verlo con mis propios ojos. La denuncia está en marcha", asevera. No es la única. La Delegación del Gobierno en Navarra también ha presentado ante la Justicia un recurso contencioso administrativo por la colocación de la bandera del País Vasco para celebrar el inicio de los Sanfermines al sostener que "supone un acto contrario a la legalidad vigente".

Nadie dudaba de que la ikurriña iba a ondear en el Ayuntamiento pero el Gobierno municipal de EH Bildu ha querido jugar al despiste con premeditación. Si hace dos días en el pleno no desveló sus intenciones, a pesar de las continuas interpelaciones de la oposición, este jueves ha esperado a última hora para colocar la ikurriña. A las nueve de la mañana, los operarios municipales han colocado en la fachada consistorial las banderas de Pamplona, Navarra, España y la Unión Europea y han dejado desocupado el mástil que luego ocuparía la bandera del País Vasco. Además, el alcalde ha reservado para la ikurriña el mástil preferente: justo desde donde la voluntaria de DYA Paula Remírez ha lanzado el chupinazo. En una plaza a rebosar, la ikurriña ha sido recibida con pitos y abucheos generalizados, aunque también ha habido aplausos.

Asirón ha vuelto así a politizar el inicio de los Sanfermines entre la protesta mayoritaria de la calle. Y lo ha hecho escudándose en un informe elaborado por los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Pamplona que avala la ikurriña tras la derogación de la Ley de Símbolos de Navarra a finales de marzo. La Ley fue anulada por el Ejecutivo de Uxue Barcos para tratar de dar cobertura legal a las instituciones que hagan ondear la bandera vasca. "Hay una razón evidente y es que ha cambiado el marco legal", ha justificado el alcalde al ser preguntado por los periodistas por su decisión de colocar la enseña vasca. En todo caso, en 2015, con la Ley de Símbolos vigente, Asirón, que acababa de llegar a la Alcaldía, también colocó la ikurriña para dar la bienvenida a las fiestas pese a la entonces falta de legalidad. El pasado año dejó el mástil reservado a la ikurriña vacío de forma simbólica.

"La ikurriña representa a todas las sensibilidades de Pamplona. Tiene que ver con mucha gente de Pamplona que durante tantos años la ha defendido. Además quiero decir una cosa, la ikurriña siempre ha estado en Pamplona, unas veces en la calle perseguida y otras veces, como hoy, en el mástil del Ayuntamiento", ha argumentado el alcalde. La bandera del País Vasco también se ha desplegado en la plaza, donde no han faltado las demandas políticas de todos los años en favor de los presos de ETA. Este año, además, se han incorporado a la fiesta la reivindicación de la independencia de Cataluña, con la exhibición de una estelada, o la defensa de los acusados por la agresión que sufrieron dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua y por los actos de 'kale borroka' de Pamplona.

El Gobierno municipal también quería aprovechar el inicio de los Sanfermines para, en una nueva politización, mostrar su apoyo al proceso soberanista de Cataluña con la invitación de EH Bildu al presidente Carles Puigdemont, que ha declinado acudir a Pamplona ante la crisis interna que ha provocado su decisión de cesar al conseller Jordi Baiget por poner en duda la celebración del referéndum soberanista el próximo 1 de octubre. De haber estado presente, ¿habría izado el Ayuntamiento la bandera de Cataluña? Asirón ha eludido entrar en el terreno de la "política ficción" y ha reiterado que las banderas que ondean "representan a todas las sensibilidades políticas de Pamplona y es una magnífica noticia". "No sobra ninguna", ha enfatizado.

La fiesta se ha empapado de política entre las duras acusaciones de la oposición. Tanto por el fondo como por las formas. "Lo que ha hecho el alcalde es impresentable. No tuvo la valentía de decir en el pleno que iba a colocar la ikurriña. Se ha comportado como siempre, de manera hipócrita, a última hora y cuando ya no puedes hacer nada", ha censurado la portavoz del PSN en el Ayuntamiento, Maite Esporrín, quien ha insistido que "la mayoría" de la población de Pamplona no comparte este sentimiento vasco.

En esta línea, Enrique Maya ha censurado que el alcalde no informara el martes del contenido del informe municipal que avala la ikurriña. "¿Por qué no lo mostró en el pleno?", se ha preguntado para mostrar su convencimiento de que el informe "tiene pinta de estar muy forzado" para avalar la colocación de la enseña del País Vasco. UPN ya ha registrado un recurso contencioso administrativo en el que reclama que se adopten medidas "cautelarísimas" para obligar a que se retire la ikurriña del balcón consistorial. "Nosotros estamos convencidos de que la ikurriña es ilegal. Ahora los tribunales decidirán si es legal o ilegal", ha señalado.

El PP de Navarra también contempla emprender la vía judicial. Su presidenta, Ana Beltrán, ha anunciado que el partido está analizando interponer una denuncia contra el alcalde por un posible delito de prevaricación tras colocar la ikurriña en un mástil oficial en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona antes del lanzamiento del chupinazo a sabiendas que se trata de una "resolución injusta". "La colocación de la ikurriña en el ayuntamiento, y además en lugar preferente, justo donde se ha tirado el cohete, demuestra una vez que para Bildu y para el nacionalismo vasco lo primero es su construcción nacional, su proyecto de anexión al País Vasco por encima de cualquier cosa. Es un insulto a todos los pamploneses, a todos los navarros y a todos los españoles. Lo que ha pretendido hoy Asirón es mostrar a todo el mundo que Navarra es Euskadi, y desde el PPN no lo vamos a consentir", ha denunciado.

Frente a esta avalancha de denuncias, el Gobierno municipal defiende la legalidad de su actuación. "La Ley de Símbolos de alguna manera quitaba la posibilidad de poner la ikurriña, y ese marco legal ha cambiado y, consecuentemente, la decisión es otra", ha remarcado Asirón. El alcalde se ha escudado en el informe de los servicios jurídicos, cuyo contenido ha sido facilitado a los medios apenas un cuarto de hora ante del lanzamiento del chupinazo. "Se ajusta a derecho colocar la ikurriña durante el chupinazo", señala el texto. En este sentido, los servicios jurídicos municipales determinan que “por la Ley 39/1981 y la Ley Foral 3/2017 el Ayuntamiento de Pamplona sólo está obligado a colocar la bandera de España en el exterior de la Casa Consistorial y la de Navarra" y ahora, tras la derogación de la Ley de Símbolos, "cumpliría perfectamente con la legislación de banderas estatal y de Navarra si colocara en el exterior las banderas que estime oportunas, entre ellas la de Pamplona, la europea y la ikurriña”. En base al informe, el Ayuntamiento asegura haber colocado la bandera vasca "como muestra de reconocimiento a la pluralidad de la ciudad".

Una vez que ha estallado la fiesta, y como deseo para nueve días de jolgorio, el alcalde ha pedido que los Sanfermines transcurran "con normalidad". Por lo pronto, el inicio festivo ha estado lejos de la ansiada normalidad que ha pregonado Asirón a raíz de las duras acusaciones de la oposición y por el camino judicial abierto.