Garzón fuerza una negociación con Podemos para modificar el funcionamiento del grupo

“La alianza no va del todo bien, al menos no como nos esperábamos”, explicaba recientemente el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, en un encuentro con diversos medios. Un análisis que acompañó de críticas constructivas al grupo confederal de Unidos Podemos por “no reflejar la diversidad existente” en su seno, lo que a la postre se traduciría en la “falta de visibilidad” de su organización durante la presente legislatura.

Estas mismas tesis, relacionadas con su supuesta infrarrepresentación, se han recogido en un informe interno a modo de balance político del presente año con el que buscan “corregir” algunas de las deficiencias señaladas. Su principal argumento es que su peso interno se mide por el número de diputados de IU (ocho incluyendo los de las confluencias), en lugar de por el número de votos, como pretenden ahora: “Al final se nos aplica la injusta ley d'Hont que criticamos”, explican fuentes cercanas a la dirección.

Como límite temporal para establecer los cambios necesarios en el grupo parlamentario que permitan encajar sus reivindicaciones, la dirección de IU se ha fijado el mes de septiembre, coincidiendo con el inicio del próximo periodo de sesiones. Las negociaciones entre ambas organizaciones se han iniciado ya, con los secretarios de Comunicación de Podemos e IU, Juanma del Olmo y Clara Alonso, respectivamente, centrados en reformular la "visibilidad en medios" de ambas organizaciones. Sobre la mesa, avances a la hora de diferenciar e incrementar las iniciativas propias de IU y el refuerzo del perfil de Alberto Garzón, que desde Podemos consideran un pilar fundamental y con un alto capital político para defender los intereses comunes.

Garzón sostiene que son más los simpatizantes de IU quienes no se sienten reflejados en la alianza parlamentaria que los de Podemos. En buena parte se debería, según defienden, a que sus iniciativas quedan difuminadas, tanto a nivel político como mediático, por lo que no se reflejarían las diferencias ideológicas de IU. De esta forma, sostiene el informe interno antes mencionado, “se impide a militantes y votantes de IU conocer el grado exacto de implicación de los diputados y las diputadas de IU”.

Juanma del Olmo: "Siempre hemos llegado a acuerdos y seguro que de cara al próximo curso parlamentario, volveremos a hacerlo"

Una situación con la que pretenden acabar mediante mecanismos que les permitan presentar un mayor número de iniciativas con su propio sello, pues entienden que “solo aquellas iniciativas de carácter local suelen ser asignadas correctamente a IU, mientras que el resto del trabajo tiende a difuminarse bajo el rótulo de Podemos, ni siquiera de Unidos Podemos”.

Desde la formación morada sostienen que la cuota de visibilidad de IU es similar a la confluencia catalana En Comú, a pesar de tener un menor número de diputados, pero entienden las reivindicaciones y se muestran favorables a que la formación liderada por Garzón refuerce su identidad propia. “Siempre hemos llegado a acuerdos y seguro que de cara al próximo curso parlamentario, volveremos a hacerlo”, avanza Del Olmo, quien se inclina por medir la representación de IU más en términos cualitativos que cuantitativos.

“Acuerdo marco” para los comicios de 2019

En el horizonte de los acuerdos entre ambas organizaciones está reeditar este formato de coalición de cara a las municipales y autonómicas de 2019, que en las pasadas elecciones solo fructificó en algunas grandes ciudades. Un “acuerdo marco” que tenga como máxima establecer “mecanismos de democracia participativa” es lo que busca Alberto Garzón, para desplegar “todo el potencial” de la coalición en una cita que se considera clave de cara a coger un impulso necesario hacia las generales de 2020. Todo ello, indican, “evitando una sopa de siglas”, como siempre se ha reclamado desde IU, y priorizando la forma de “movimiento político y social” que huya de la configuración del partido clásico.

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De cerrarse este acuerdo marco, habrá primarias para configurar las listas y, seguramente, competición. “Podemos tendrá sus candidatos y nosotros los nuestros, pues habrá lugares en los que se podrá llegar a acuerdos [para presentar listas conjuntas en primarias] y otros en los que no”, explicaba Alberto Garzón.

Los obstáculos para evitar "ser rehenes de las negociaciones entre cúpulas o siglas” no están siendo pocos, según se recoge en el informe de IU: “Hay también muchos municipios en los que la relación entre Podemos e IU es difícil, y por lo tanto tendremos que abordarla anticipadamente de un modo diferenciado para tratar de conseguir la unidad”. Asimismo, se apuesta por “gestionar la construcción de espacios de unidad popular más allá de lo electoral”.