Las obras de arte de la Púnica crían polvo durante tres años en un búnker de Ginebra

Las obras de arte incautadas al empresario David Marjaliza en el marco de la operación Púnica, valoradas en más de cinco millones de euros, permanecen almacenadas desde hace tres años en un puerto franco del aeropuerto de Ginebra. El Juzgado Central de Instrucción número 6 encargó hace meses a la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA) que se ocupara de su traslado a España pero, según informan fuentes jurídicas a El Confidencial, el proceso se encuentra "paralizado".

El traslado desde Suiza de una veintena de valiosos cuadros, joyas, estilográficas y relojes no se ha puesto aún en marcha a pesar de que el Juzgado considera prioritario determinar el estado de los embargos y establecer medidas para preservar los bienes. "Existe un encargo expreso a la ORGA para que se traigan a España", resaltan las fuentes consultadas que explican que, una vez en territorio español, las obras se depositarán en dependencias de diversos ministerios.

Entre los cuadros figuran varios de Chillida, Barceló y Tàpies. También se localizaron fotografías, esculturas y 185 plumas, según consta en el sumario de la investigación. En un escrito de marzo de 2015 el juez Eloy Velasco pedía colaboración a las autoridades helvéticas para su decomiso, advertía entonces de que Marjaliza "minoró el valor de las obras en más del 70%". "Algunas de las joyas, plumas y obras de arte cuya intervención solicitamos fueron adquiridas por David Marjaliza y sus sociedades para invertir y ocultar parte de las ganancias ilícitas procedentes de los delitos de corrupción", explicaba.

Entre la obras que localizó el Juzgado se encuentran 'Furor Penellis' de Miquel Barceló, 'Lurra Circa 1980' de Eduardo Chillida, o 'Triptyque au graffitis + Quadriculat' de Antoni Tàpies. En la particular colección de Marjaliza también hay autores como Tony Cragg, Oscar Domínguez, José Manuel Ballester, Javier Campano, Douglas Kolk, Francisco Bores, Manolo Millares, Thomas Ruff, Manolo Valdés o Antoni Clavé.

Todas las obras fueron adquiridas entre los años 2006 y 2012 a diversas galerías como Christie's de Madrid, Galerie 1900-2000 de París, Carles Taché, Galería Trama y Galería de Arte Oriol, las tres de Barcelona, entre otras. El destino de las obras fue la empresa suiza Fine Art Transports Nature Le Coultre S.A que cuenta con depósito en Ginebra.

Trasladadas en un camión

Esta empresa suiza con sede en Ginebra, fundada en 1989, ofrece un servicio personalizado dedicado al control de inventario, trámites aduaneros, embalaje y organización del transporte. Cuenta con depósitos en el puerto franco con tecnología punta que garantiza la máxima seguridad. Marjaliza contrató en julio de 2014 el depósito a través de la sociedad Millenia Trading mediante un intermediario de nombre Tan Hian Tejo George. Este obedecía órdenes de Ana María Ramírez Fernández, "gerente y testaferro habitual de la trama".

La obra más cara es 'Furor Penellis', valorada en 663.970 euros. La arpillera 'Personaje oscuro' de Manolo Millares costó 300.000 euros mientras el Tàpies está valorado en 250.000 euros y hay un Chillida por el que Marjaliza pagó 220.000 euros. El empresario 'púnico' supuestamente las trasladó en un camión a Suiza para justificar más tarde la llegada a sus cuentas de 4,2 millones, según un informe de la Agencia Tributaria. Todas las obras, sumando las plumas estilográficas, estaban valoradas en esa suma. "Esta cantidad fue de nuevo reingresada en España culmimando el circuito de blanqueo de dinero expatriado", aseguraba el juez. La Guardia Civil dio con la pista porque encontró facturas de las compras de muchas de ellas debajo del colchón del dormitorio de la vivienda de Ana María Ramírez.