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La moción de censura fracasa con 170 votos en contra, 97 abstenciones y solo 82 apoyos
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TERMINA EN BRONCA TRAS INTERVENIR HERNANDO

La moción de censura fracasa con 170 votos en contra, 97 abstenciones y solo 82 apoyos

El propio Pablo Iglesias se conformó durante el debate con el relato que ya había deslizado durante los últimos días: que el PP no sería capaz de obtener la confianza de la Cámara

Foto: El líder de Podemos, Pablo Iglesias (d, abajo), y los diputados de su grupo parlamentario. (EFE)
El líder de Podemos, Pablo Iglesias (d, abajo), y los diputados de su grupo parlamentario. (EFE)

La tercera moción de censura de la historia de la democracia, presentada por Unidos Podemos con Pablo Iglesias como candidato contra Mariano Rajoy, ha terminado en un anunciado fracaso. La iniciativa solo logró 82 votos a favor (Unidos Podemos, ERC, Compromís y EH Bildu), mientras los noes sumaron 170 (PP, Ciudadanos, Coalición Canaria) y las abstenciones, 97 (PSOE, con una diputada ausente, PDeCAT y PNV). El planteamiento de la formación liderada por Pablo Iglesias, al igual que en las dos mociones precedentes, no era derrocar con ella al Gobierno, conscientes de la falta de apoyos, sino impulsar a su candidato y buscar un efecto ganador de cara a las próximas elecciones, como la presentada por Felipe González contra Adolfo Suárez.

El Congreso rechaza a Pablo Iglesias como presidente del Gobierno

Más allá de la aprovechada oportunidad para confrontar dos modelos de país, los escasos votos a favor obtenidos por Iglesias no dibujan una alternativa a corto plazo, sin pasar por las urnas, ni siquiera con el concurso del PSOE, a quien el líder de Podemos no se cansó de tender la mano durante todo el debate. Guante que recogió el portavoz de los socialistas, José Luis Ábalos, pero sin avanzar una moción en septiembre, como le reclamaron tanto podemistas como Compromís. El propio Iglesias se conformó en el estrado con el relato que ya había deslizado durante los últimos días: que el PP no era capaz de obtener la confianza de la Cámara, al quedarse los votos negativos a seis de la mayoría absoluta. "Los síes y las abstenciones suman más que los votos en contra", defienden fuentes de la dirección de Unidos Podemos.

"Los síes y las abstenciones suman más que los votos en contra", defienden fuentes de la dirección de Unidos Podemos

El debate de la moción de censura alcanzó una altura parlamentaria inusitada en lo que va de legislatura ya desde su arranque en la mañana del martes, después de que el presidente del Gobierno optase por intervenir y lanzarse al duelo con Pablo Iglesias, otorgándole así carta de naturaleza como líder de la oposición. Sin embargo, la jornada de hoy perdió la solemnidad con la que se revistió ayer, a la par que Iglesias rebajaba su perfil presidencialista y sereno, con un Mariano Rajoy ausente durante el debate, al que solo acudió al término para votar.

Antes de ello, Mariano Rajoy escuchó al portavoz de su grupo, Rafael Hernando, quien apostó por la estrategia de embarrar el debate y lanzar repetidas acusaciones gruesas a los representantes de Unidos Podemos. Entonces, y ante las airadas reacciones de los señalados, la propia presidenta del Congreso, Ana Pastor, tuvo que interrumpir en varias ocasiones su intervención, amenazar con llamar al orden a los diputados y afear que, "con respeto al circo, no conviertan esto en un circo ni en una taberna". Precisamente, esta fue la dinámica de la moción de censura que se celebró la pasada semana en la Asamblea de Madrid, estrategia que Rajoy había tratado de evitar.

El candidato alternativo optó por no replicar "para no legitimar un tipo de parlamentarismo que no se merece esta Cámara" y se limitó a cerrar así: "Ha dicho que España es un gran país. Sin ustedes, lo sería todavía mejor". Una última afirmación vertida por el fallido candidato a presidente que, aun escueta y con ánimo de no entrar al cuerpo a cuerpo, resume en pocas palabras y con cierta épica el fondo de su discurso y las intenciones que motivaron su presentación de una moción de censura. La foto 'finish' deseada.

La mano sigue tendida al PSOE para "trabajar juntos durante el verano" de cara a presentar otra moción de censura en septiembre liderada por Sánchez

Como ya ocurrió en la moción de censura madrileña, tras la lectura de los resultados se produjo una imagen que simboliza la polarización y tiene reminiscencias con las noches electorales en que todos los partidos se sienten ganadores. Y es que la bancada popular dedicó un sonoro aplauso a Mariano Rajoy mientras que la de Unidos Podemos hizo lo propio con Pablo Iglesias. De lo que no hay duda es de que ambos políticos han sido cómplices en esta moción de censura, polarizando y confrontando sus modelos de país, antagónicos, y a la postre realizando una pinza al PSOE, el principal partido de la oposición en número de diputados.

Desde la dirección del grupo confederal, han valorado tras la segunda y última jornada de la moción de censura un "cambio en las formas con las que el PSOE se dirige a nosotros", principalmente "respecto a la primera etapa de Sánchez y a la etapa de la gestora". Un planteamiento en el que, argumentan, "están introduciendo elementos en su discurso para que se parezca al nuestro, y para que pueda producirse un acercamiento". Como ya señaló Iglesias en su réplica al portavoz socialista, aplauden que Ábalos afirmase que “Ciudadanos comparte el mismo modelo social que el PP”. Este sería para ellos un cambio muy relevante en el PSOE, según sostienen, "que entendemos busca un acercamiento después de que en los últimos días les emplazáramos a reconocer que no puede haber un Gobierno alternativo al PP donde esté C’s".

Estas mismas fuentes señalan que se evidencia un giro indicativo, dicen, "de que no vayan a cometer los mismos errores de las dos legislaturas pasadas". La mano sigue tendida para "trabajar juntos durante el verano" y presentar una moción de censura en septiembre para echar al PP, oferta que ya había lanzado ayer el portavoz de Compromís, Joan Baldoví. Respecto a Iglesias, entienden que ha sido muy propositivo con la réplica, para dejar claro que si quieren venir al lado de la oposición y dejar de apoyar el Gobierno del PP, hay una disposición real y voluntad de llegar a un acuerdo.

La tercera moción de censura de la historia de la democracia, presentada por Unidos Podemos con Pablo Iglesias como candidato contra Mariano Rajoy, ha terminado en un anunciado fracaso. La iniciativa solo logró 82 votos a favor (Unidos Podemos, ERC, Compromís y EH Bildu), mientras los noes sumaron 170 (PP, Ciudadanos, Coalición Canaria) y las abstenciones, 97 (PSOE, con una diputada ausente, PDeCAT y PNV). El planteamiento de la formación liderada por Pablo Iglesias, al igual que en las dos mociones precedentes, no era derrocar con ella al Gobierno, conscientes de la falta de apoyos, sino impulsar a su candidato y buscar un efecto ganador de cara a las próximas elecciones, como la presentada por Felipe González contra Adolfo Suárez.

Mariano Rajoy Rafael Hernando
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