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Temor entre diputados de Podemos a la foto de una moción fracasada con solo 82 apoyos
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COMPARTEN LAS DUDAS DE COMPROMÍS

Temor entre diputados de Podemos a la foto de una moción fracasada con solo 82 apoyos

La foto en solitario con ERC y Bildu no gusta a los socios electorales de Compromís ni a un sector del grupo de Unidos Podemos que apuesta por una mayor generosidad con el PSOE

Foto: El nuevo portavoz parlamentario del PSOE, José Luis Ábalos, conversa con la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, el pasado lunes, antes del inicio del pleno. (EFE)
El nuevo portavoz parlamentario del PSOE, José Luis Ábalos, conversa con la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, el pasado lunes, antes del inicio del pleno. (EFE)

Las dudas planteadas por Compromís, socio electoral de Podemos, sobre la estrategia de la moción de censura han calado entre una parte de los diputados del grupo confederal. Ninguno pone en duda la urgencia y la necesidad de plantear esta iniciativa, pero no todos comparten el gradual incremento de la presión sobre el 'nuevo PSOE' de Pedro Sánchez, en proceso de transición hasta la celebración de su congreso, pues entienden que antepone la lucha por la hegemonía de la izquierda o el virtual liderazgo de la oposición parlamentaria, y por tanto los intereses de parcela, a la transversalidad.

A medio plazo, entienden que podría acabar pasándoles factura electoralmente, intensificando la tendencia a la baja que vienen reflejando las diferentes encuestas, pero sobre todo tienen temor a la foto de una moción de censura con solo 82 apoyos. Desde Compromís, ya reconocían en privado, tras anunciar su desmarque de la estrategia adoptada por la dirección de Unidos Podemos, que uno de los principales problemas tenía que ver con el hecho de hacerse la foto con un solitario Pablo Iglesias solo apoyado por ERC y Bildu. La suma de sus cuatro votos a los 67 del grupo confederal está comprometida y apoyarán con un sí crítico la iniciativa, a pesar de sus presiones para no pasar por este tránsito, al menos en este momento, con un PSOE en fase de reorganización.

Sánchez no desvela qué votaran los socialistas en la moción de censura de Podemos

Una posición semejante a la que defienden los cargos de Podemos críticos con la línea estratégica salida de Vistalegre II, para quienes la táctica parlamentaria no debe basarse tanto en hacerse con la hegemonía de la izquierda, sino en arrastrar a capas sociales más amplias. Una posición congruente con los sondeos de algunas casas demoscópicas que la formación reflejó en uno de sus últimos análisis políticos de consumo interno, según los cuales la mitad del electorado y un 65% de los simpatizantes del PSOE creen necesaria una moción de censura. Es por ello que creen que va en la buena dirección la propuesta de Compromís de retirar la moción para elaborar una conjunta con el PSOE dándole tiempo para reorganizar su nueva dirección.

Este jueves, en cambio, el tono del ultimátum hacia el PSOE asomaba nuevamente. El diputado Rafa Mayoral urgía a los partidos de la oposición a “asumir si están dispuestos a desalojar al PP” y a “demostrar si se ha roto la 'triple alianza”. Preguntado sobre la posibilidad de que los socialistas se abstengan finalmente en la moción de censura, pues Sánchez se mueve entre esta posibilidad y el no que ya había fijado la gestora, el dirigente de la formación morada zanjaba que “no hay medias tintas”.

Si el responsable de argumentario ya abonaba la idea en Twitter de “abandonar toda esperanza” tras corroborarse la negativa del nuevo secretario general socialista a aceptar la oferta de Podemos de retirar su moción a cambio de presentar otra propia, este jueves era Mayoral quien deslizaba ante las cámaras dicho posicionamiento. “Dice muy poco de los supuestos cambios que puedan estar en marcha”, respondía el diputado refiriéndose a la decisión del grupo socialista de prorrogar la comisión de investigación sobre Fernández Díaz seis meses más, como pretendía Unidos podemos, y oponerse a las comparecencias solicitadas por su formación —el ex director adjunto operativo (DAO) Eugenio Pino y el comisario José Manuel Villarejo—.

El temor a la foto de una moción de censura rechazada por casi tres cuartas partes de la Cámara Baja solo se evitaría con la abstención de los socialistas, el principal partido de la oposición. Las declaraciones en forma de ultimátum no parecen ayudar en este sentido. Una mayor generosidad, como reclamaba Compromís, o forzar la vía del acercamiento, como tradicionalmente se defendía desde el sector errejonista, más pactista y dado al posibilismo. Con todo, los afines al ex portavoz parlamentario insisten en que, oficialmente, su posición en este caso no difiere de la marcada por la dirección.

Todo ello en el contexto de un nuevo discurso desde las filas socialistas, que a través de Pedro Sánchez han pasado de denominar a Podemos como su “enemigo” a tender la mano, eso sí, a su electorado. “Nosotros, y yo en particular, nos sentimos muy próximos a los votantes de Podemos", afirmaba este jueves el nuevo secretario general al ser preguntado por la moción de censura, aun recordando que “hay cuestiones y formas de hacer de Pablo Iglesias con las cuales no coincido ni comparto”.

Al mismo tiempo, entre dirigentes de Podemos cercanos a Pablo Iglesias cunde la idea de que el liderazgo de Sánchez abre una “compleja” lucha por la hegemonía en las izquierdas, cuyo objetivo a medio plazo es procurar que Unidos Podemos devenga en “una IU algo más grande” para volver a los tiempos del bipartidismo imperfecto y priorizar los pactos con la izquierda a los acuerdos con la derecha. Unas conclusiones por las que Podemos podría arrinconarse en una posición más defensiva, de preservar su espacio conquistado, que ofensiva.

El resultado de la moción de censura marcará el inicio de una nueva fase en la legislatura, condicionando la estrategia de Unidos Podemos, sobre la que no hay unanimidad en el seno de su grupo en el Congreso. Como admitía el secretario general Pablo Iglesias, durante su intervención en abierto en el último consejo ciudadano estatal (CCE), "sabemos que la moción de censura no va a prosperar. Sabemos que no voy a ser presidente y presentarla conlleva enormes riesgos".

Las dudas planteadas por Compromís, socio electoral de Podemos, sobre la estrategia de la moción de censura han calado entre una parte de los diputados del grupo confederal. Ninguno pone en duda la urgencia y la necesidad de plantear esta iniciativa, pero no todos comparten el gradual incremento de la presión sobre el 'nuevo PSOE' de Pedro Sánchez, en proceso de transición hasta la celebración de su congreso, pues entienden que antepone la lucha por la hegemonía de la izquierda o el virtual liderazgo de la oposición parlamentaria, y por tanto los intereses de parcela, a la transversalidad.

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