Cifuentes: "El objetivo no era saber la verdad, sino un linchamiento político contra mí"
Cargos públicos, dirigentes y militantes del PP han acompañado y aplaudido a la presidenta regional a la comisión de corrupción. Asegura que el informe de la UCO se equivoca
Paseíllo y ovación. Arropada por una cohorte de cargos públicos y dirigentes del PP madrileño, Cristina Cifuentes ha desfilado en su entrada a la comisión de corrupción de la Asamblea de Madrid, una comparecencia que los suyos han definido como "el tribunal de la Inquisición". Comparece por el polémico informe de la UCO de la Guardia Civil, que la implicó en el presunto amaño del contrato de la cafetería del Parlamento madrileño. Ella ha defendido reiteradamente que todo se hizo legalmente y que ella no está siendo investigada por esta adjudicación.
"Ya tenía yo ganas de explicar lo de Arturo", ha señalado Cifuentes nada más entrar, rodeada por un buen número de periodistas y simpatizantes. El PP del distrito de Moncloa, que preside el diputado Álvaro Ballarín, ha convocado a un buen número de simpatizantes para apoyar a la presidenta. "Los elementos probatorios puestos de manifiesto en el presente informe policial y relativos a los hechos descritos en el mismo, podrían ser constitutivos de la comisión de los supuestos delitos de prevaricación continuada y cohecho. En relación a lo anteriormente citado se aprecia la presunta participación de Cristina Cifuentes y otras tres personas". Así concluye el informe de la UCO que ha llevado a Cifuentes a esta comparecencia.
La sesión empezó con nervios. El primero en preguntar fue el portavoz de Ciudadanos, César Zafra, que se enzarzó en un debate político que no sacó nada en claro. Cifuentes intentó explicar por qué la Mesa de la Asamblea la nombró para estar en el comité de expertos que en 2009 aceptó la oferta del Grupo Cantoblanco (de Arturo Fernández). "Pues no lo sé. Supongo que la Mesa quería en ese comité a alguien que fuera usuario habitual de la cafetería y que también estuviera en la Mesa. Yo comía todos los días en la Asamblea, quizás me nombraron porque tenía más elementos de juicio".
La presidenta regional ha admitido que no valoró el informe técnico que llegó al comité de expertos: "Cometí ese error. Firmé lo que valoró el técnico en apliación de los pliegos. No valoré, dí por buena lo que dijeron los técnicos. Y creo que todo se hizo correctamente. Y lo cree también la intervención, el servicio jurídico, la mesa de contratación y la mesa de la Asamblea, que aprobaron el contrato, y el resto de empresas que no denunciaron". Ciudadanos la acusó de "oír, ver y callar", ya que sabía que Arturo Fernández había donado dinero a Fundescam (la fundación del PP) antes de conseguir el contrato, "cuando usted era patrona de Fundescam".
Ramón Espinar, diputado de Podemos, centró el debate en intentar demostrar que Cifuentes cometió incompatibilidad al estar en la mesa de contratación y el comité de expertos. "No lo dice Podemos ni el eje del mal, lo dice la ley". Argumento con el que Cifuentes no estuvo de acuerdo, mostrando un informe de la Secretaría General de la Asamblea de Madrid, que asegura que el órgano proponente del contrato era la Dirección de Gestión Administrativa (no la mesa de contratación como dice Podemos). "Aquí hay un error en el informe de la UCO, a la que defiendo y quiero", señaló mostrando en su chaqueta una condecoración de la Benemérita.
Podemos tampoco se ha creído que Cifuentes fuera elegida miembro del comité de expertos porque fuera "una comensal experta de la Asamblea. Nos da la risa con este argumento". La Mesa de la Asamblea decidió por unanimidad que Cifuentes, como vicepresidenta primera de la Asamblea, figurara entre las tres personas del comité de expertos. "Había en esa época muchas quejas de los diputados del servicio de cafetería. La Mesa decidió que yo formara parte de ese comité. Es verdad que yo no soy experta como usted en bebidas con gases", le espetó a Espinar (en relación a su famosa 'pillada' bebiendo Coca Cola tras pedir el boicot a este bebida).
Nani Moya, del PSOE, tiró con bala y leyó la declaración de una funcionaria de la Asamblea ante la UCO, que dijo que "los pliegos le venían dados". Cifuentes insitió en el que ella nunca ha interferido "en los 52 contratos en los que yo he participado en la Asamblea" e insistió en que la oposición ha vetado muchas comparecencias de muchas personas que podrían explicar mejor toda esta adjudicación. "Pero claro, esto está diseñado para que sea un linchamiento político". Cifuentes ha mencionado para defenderse un contrato anterior de las cestas de Navidad. "Entonces la Mesa decidió que en el comité de expertos estuviera un diputado del PSOE. A mí me toco en el contrato de cafetería de 2009. Así lo decidió la Mesa. Pero yo en el comité de expertos no decidí nada, acepté lo que dijeron los técnicos".
El portavoz del PP, como era de esperar, defendió la teoría de que la comparecencia de Cifuentes es un "linchamiento político. Una vez que salió el informe de la UCO, que fue desmentido por el juez, la oposición ya no quiso soltar su presa". Alfonso Serrano, diputado popular, tiró de ironía y aprovechó para saludar a Espinar. "Se ha tenido que citar a la presidenta Cifuentes para que usted vuelve a aparecer en esta comisión, y encima a las 10 de la mañana". Cifuentes, por su parte, admitió que a lo mejor se pudieron cometer errores en la confección de los pliegos del contrato, pero "todo se hizo conforme a la legalidad y que no hubo ninguna incompatibilidad".
📽 @CsarZafra "Señora Cifuentes, no se ponga usted nerviosa. ¿Por qué no dieron por buenos los otros certificados?" #DestapandoCorruPPción pic.twitter.com/3NLtoMUA9b
— Ciudadanos Madrid (@Cs_Madrid) 2 de junio de 2017
Cifuentes también ha tenido palabras para el informe de la UCO. "Se trata de una diligencia averiguatoria previa, que el juez y el fiscal no han tenido en consideración. Son juicios de valor. Ese informe contiene extremos equivocados. Pero que yo no esté de acuerdo no quiere decir que yo vaya en contra de la Guardia Civil. Aquí se han dicho muchas falsedades. No hay nadie imputado en este tema". La presidenta insistió en que nunca existió "una confabulación" para adjudicar el contrato a Arturo Fernández, donante del PP de Madrid. "Yo no influí jamás en la realización de los pliegos y en su valoración".
Arropada por todo su Gobierno, por todo el grupo parlamentario y por un buen número de militantes de base, que habían acudido invitados a la Asamblea y que llenaban muchas de las salas del Parlamento, Cifuentes ha concluido su intervención señalando que "el objetivo de esta comisión no era buscar la verdad, sino un linchamiento político. Han querido manchar mi nombre y mi trayectoria con la corrupción y no lo han conseguido. Yo soy una persona honrada". La siguiente cita, la semana que viene en el pleno donde se debatirá la moción de censura contra Cifuentes.
Paseíllo y ovación. Arropada por una cohorte de cargos públicos y dirigentes del PP madrileño, Cristina Cifuentes ha desfilado en su entrada a la comisión de corrupción de la Asamblea de Madrid, una comparecencia que los suyos han definido como "el tribunal de la Inquisición". Comparece por el polémico informe de la UCO de la Guardia Civil, que la implicó en el presunto amaño del contrato de la cafetería del Parlamento madrileño. Ella ha defendido reiteradamente que todo se hizo legalmente y que ella no está siendo investigada por esta adjudicación.