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Los barones se repliegan, 'olvidan' a Díaz y negociarán el plan integrador de Sánchez
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LA LUCHA DEL 39º CONGRESO FEDERAL

Los barones se repliegan, 'olvidan' a Díaz y negociarán el plan integrador de Sánchez

Presidentes como Vara y Fernández sí aceptan pactar listas para los 'congresillos'. Los susanistas coinciden en que hay que dejar atrás la guerra y en que el líder debe tener las manos libres

Foto: Pedro Sánchez y Susana Díaz posan para los medios tras la proclamación de los resultados de las primarias, este 21 de mayo. (EFE)
Pedro Sánchez y Susana Díaz posan para los medios tras la proclamación de los resultados de las primarias, este 21 de mayo. (EFE)

Comienza la reconstrucción de un PSOE convertido en ruinas. O al menos el intento. La victoria consistente e irrefutable de Pedro Sánchez y las primeras horas de distensión que siguieron al escrutinio y al tropiezo de bruces con la realidad sirvieron para persuadir a los barones partidarios de Susana Díaz de que conviene bajar la temperatura interna y encarrilar entre todos el rumbo del partido, en la medida de lo posible. "Arrimar el hombro", "ponerse al lado de Pedro", en palabras de la propia presidenta andaluza. Por eso, 'a priori', se muestran dispuestos a sentarse a negociar con los sanchistas para encauzar la segunda parte de la competición interna: el 39º Congreso Federal.

"Hay que respetar su victoria y reconocerla, por mucho que nos duela. Las convicciones democráticas son muy importantes, y Pedro ha ganado de forma rotunda y brillante". Son las palabras de un presidente autonómico derrotado en las urnas. Es consciente, como todos —porque en las últimas horas han intercambiado impresiones—, de que no queda otra que asumir el triunfo del madrileño y de que ellos están en una posición de debilidad. La señal que lanzaban los susanistas era nítida: nada de continuar la guerra interna, zanjar el capítulo de las primarias, dejar atrás la pugna Díaz-Sánchez y permitir al reelegido jefe de filas maniobrar, confeccionar su ejecutiva, con un doble objetivo: evitar agrandar el incendio del PSOE y resguardarse ellos mismos en sus territorios y en sus gobiernos. Por eso estaban a la espera del primer movimiento de ficha del ganador.

Acordar las candidaturas para el cónclave federal permitiría al líder electo garantizarse que su proyecto sale adelante sin sobresaltos

Y llegó. Como adelantó este diario, el equipo de Sánchez lanzó una oferta a los dirigentes susanistas: consensuar las listas de delegados al 39º Congreso para evitar prolongar la guerra. Habrá que ver cómo evolucionan las conversaciones en los próximos días, aunque no estarán exentas de dificultades, y tampoco serán homogéneas en todos los territorios, pero los derrotados están comenzando a digerir la idea de que un secretario general aupado por el 50,21% del voto de las bases, con 10,27 puntos y 15.182 votos de ventaja sobe Díaz, goza de una legitimidad de origen tan indiscutible que no cabe ponerle muchas trabas, y menos al comienzo de su nuevo mandato.


La segunda fase

La rápida maniobra de los de Sánchez responde a una lógica aplastante. Según el calendario aprobado el pasado 1 de abril por el comité federal [aquí en PDF], ahora arranca la segunda fase del proceso. Del 24 al 28 de mayo, se celebrarán las asambleas locales para elegir a los representantes a los 'congresillos' provinciales e insulares, en los que a su vez se vota al millar de delegados del 39º Congreso Federal, que tendrá lugar en Madrid del 16 al 18 de junio. Es decir, que desde el miércoles y hasta el domingo, la lucha vuelve a las bases. El reglamento dice que si hay dos o más listas, la minoría que obtenga como mínimo un 20% de los votos tendrá una representación proporcional a estos, aunque la candidatura que resulta ganadora siempre tiene derecho a la mitad más uno de los delegados a elegir.

Vara comparte que puede hacerse un reparto proporcional. Otros barones auguran "tranquilidad absoluta" y no anticipan "problemas" para el jefe

Si no hubiera acercamientos entre los sanchistas y sus rivales, se podría reproducir en las agrupaciones primero y después en los 'congresillos' provinciales la misma dinámica: en aquellos sitios en los que los partidarios del líder electo son minoría, presentarían lista alternativa de delegados para a su vez garantizarse una cuota de poder en el 39º Congreso. Lucha otra vez.

¿Qué ocurre? Que los aparatos locales, provinciales y regionales están en su mayoría en manos de los fieles de Díaz —y, en algunas federaciones más pequeñas, controlados por los seguidores de Patxi López—. De esta forma, ocurriría que la mayoría del millar de delegados elegidos para el cónclave de junio respondería a la presidenta andaluza, así que Sánchez no tendría garantizado el poder imponer su proyecto. Y es que la segunda fase es igual de importante que las primarias: lo que se ventila en el 39º Congreso es la configuración del proyecto político, la modificación de los estatutos y la renovación de los órganos de dirección (la ejecutiva, la parte del comité federal designada por el congreso y la comisión de ética y garantías). Si la mayoría de los compromisarios no están con Sánchez, este se puede encontrar con que su ejecutiva reciba una reprobación vía voto en blanco —pero no se la pueden tumbar— o que le presenten una lista alternativa al comité federal. Ello significaría arrancar su segunda etapa al frente del PSOE arrastrando el cuestionamiento interno a la primera de cambio.

Guillermo Fernández Vara: “Esto no es el convento de las monjas ursulinas para estar pidiendo perdón”

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, está de acuerdo con el planteamiento. Él mismo comentó en la reunión de su ejecutiva de este lunes a su número tres, el sanchista Rafael Pacheco, que sería importante "intentar llevar listas consensuadas y de integración" en los 'congresillos' provinciales de este fin de semana. El número de los delegados de Badajoz y Cáceres, explicó después en rueda de prensa, debe ser una "fiel y proporcional" representación de lo reflejado en las urnas del domingo. Así, en la primera debería haber un 47,93% de representantes de Díaz y un 46% partidario de Sánchez, y en la segunda, un 53,91% a favor del líder y un 47,8% con la presidenta andaluza.

En Asturias el pacto está cerrado. La ejecutiva regional y los portavoces de los grupos de Sánchez, Díaz y López acordaron presentar una lista conjunta al 'congresillo' que respete los porcentajes obtenidos el domingo en el Principado por cada aspirante.

"Voluntad de integración" de Díaz

Ese es precisamente el objetivo de los sanchistas, que el reparto de delegados del 39º Congreso sea proporcional al peso de cada una de las candidaturas. Esto es, que los que apoyan al líder tengan un 50,21%, un 39,94% los de Díaz y un 9,85% los de López. Al menos, aproximadamente. Esa distribución le otorgaría completas manos libres. "Así nadie renuncia a nada, a lo que renunciamos todos es a seguir dividiendo el partido. ¿Qué quieren hacer ellos? ¿Imponer el proyecto a Pedro? Entonces perseverarían en el error. No ha ganado solo Pedro estas primarias. Ha ganado el proyecto de Pedro", indica uno de los negociadores de Sánchez, que avisa que si sus rivales no aceptan el trato, podrían encontrarse con que sus listas pierden, dada la mayor movilización de los sanchistas. "Pues lo de proponer listas cerradas con mesas camilla no es muy del PSOE de los militantes", ironizaba una responsable próxima a la sevillana.

Desde el equipo de Díaz reconocían que habían recibido la oferta del secretario electo, e insistían en que por su parte hay "voluntad de integración" y de "arrimar el hombro", informa Isabel Morillo. Exactamente en los mismos términos, recordaban, que había empleado la baronesa a su llegada a Sevilla procedente de Madrid: "Ahora lo que toca es centrarnos en Andalucía y colaborar y ayudar a Pedro en lo que nos pida". "Vamos a colaborar para levantar al PSOE y este país", subrayó.

Los colaboradores de Sánchez advierten de que no solo ha ganado él, sino que ha vencido su proyecto, con lo que los derrotados no pueden "imponerse"

"Ha ganado y se trata de ver cómo reorganizamos el partido", apunta por su parte un presidente autonómico que sí se reconoce "preocupado", como sus compañeros, porque no saben si Sánchez es realmente un hombre "nuevo", como él mismo proclama para justificar su evolución en los últimos meses, desde el 1 de octubre. "Él sabe que no puede tener perspectivas electorales optimistas con una parte del partido a la contra, y menos donde ganamos elecciones", reflexiona este barón. Este es un argumento que varios cuadros deslizaban en la resaca de la jornada electoral: que el ganador ha de ser consciente de que los presidentes han sido votados por sus ciudadanos en sus comunidades, por lo que su fuente de legitimidad es incluso mayor.


Otro presidente autonómico pronostica "tranquilidad absoluta" de cara al congreso de junio. Y un tercero reconoce que Sánchez tendrá "mayoría sin problemas" en el cónclave, pese a que los recelos persistan y la desconfianza no se disipe. Porque los líderes territoriales no pueden dejar de tener la mosca tras la oreja y creen que el líder tal vez intente laminarlos antes o después, como les dejó ver el mismo lunes una de sus máximas colaboradoras, Adriana Lastra: "O empiezan a representar bien a sus compañeros o van a dejar de hacerlo". Así que de momento le permitirán maniobrar, con la esperanza de que él les corresponda y no los desestabilice en sus territorios, como ha prometido.

Los retos de Pedro Sánchez

Una dirigente que ha actuado de 'embajadora' del susanismo lo resume gráficamente, haciendo hincapié en que hay que "saber perder": "Hay que aceptar su oferta de integración para los 'congresillos' porque ya hemos tensado entre todos demasiado la organización. Debe componer una ejecutiva suya, y nosotros no podemos utilizar nuestro 40% para confrontar y para que él se agarre a eso para luego decir que le atamos las manos. Ahora Pedro será responsable de sus decisiones". La misma reflexión, argumentan esta y otras fuentes, vale para la segura reordenación del grupo parlamentario, que de momento tiene una vacante importante: la del portavoz en el Congreso, generada tras la dimisión de Antonio Hernando. Los diputados, pronostican dos representantes socialistas de la Cámara Baja, aceptarán la nueva cúpula que Sánchez designe.

En cualquier caso, quedan días por delante de conversaciones en todas las provincias. En algunas zonas será más fácil tejer acuerdos y en otras, más complicado.

Susana Díaz: “Ahora lo que hay que hacer es apoyar a Pedro y arrimar el hombro”

Revisión de errores

En caso de que se logre cierta estabilización del PSOE y se consagre una especie de 'pax territorial', se podrían materializar ciertos movimientos que no obstante se barruntan en el flanco susanista. Por ejemplo: la eventual salida de Javier Fernández. El asturiano se mantendrá como presidente de la gestora en funciones hasta el congreso, y se verá entonces si confirma o no la hipótesis que rondaba desde hace meses: que preparará su sucesión en el partido y tal vez en el Principado, con la intención de que su 'heredero' afronte la prueba de las autonómicas de 2019 con más seguridad. Fuentes próximas a Fernández sí perciben esa sensación de que el dirigente "está ya de salida", aunque "no protagonizará una estampida". "Y si las cosas se conducen razonablemente bien, quizá pueda pactar su marcha con Pedro", aventuran. Su rival interna es la diputada Adriana Lastra, pero ella parece destinada a ser una de las mujeres del núcleo duro de Sánchez en la ejecutiva o en el Congreso.

Algunos dirigentes barruntan que Fernández "está ya de salida" mientras otros reflexionan sobre las causas del fracaso de la presidenta andaluza

Mientras se digiere la derrota, los susanistas reflexionan acerca de qué ha ocurrido. Aunque siguen defendiendo su candidatura, sí reconocen que se han producido "errores" en su campaña y en la percepción de las bases. Distintos dirigentes consultados asumen que "no se explicó la abstención", que se manejaron mal los tiempos al estirar la convocatoria de las primarias, dejando margen a Sánchez a resucitar y consolidar su relato, que le ayudaron los sucesivos escándalos de corrupción del PP y que Díaz "no entró bien entre la militancia". Otros incluso creen que planteó mal su campaña, saliendo al ataque muy al final, dejándose orientar por su círculo más estrecho, y confiando en que para completar su estrategia mediática bastaría con acercarse "a los directores de los medios", cuando tenía que haber "estado más en contacto con la tropa" para explicar su proyecto y pulir sus aristas más controvertidas. Visto lo visto, un presidente aconseja a Díaz "aplicarse humildad" y extraer conclusiones de la derrota. Otros miran hacia fuera y creen que el PSOE padece el mismo "virus del populismo" que ha triunfado en Europa y EEUU.

Los barones contrarios a Pedro Sánchez agachan la cabeza

Pero ya no vale llorar sobre la leche derramada, advierten distintos dirigentes contactados. La victoria de Sánchez es un hecho y él está legitimado para poner en marcha su proyecto, aunque no les guste y crean que llevará al PSOE a la "destrucción" y a la irrelevancia electoral. "Quizás a lo mejor en esta ocasión, al no tener voto prestado y ser impulsado por las bases, ha aprendido algo y es de verdad un hombre nuevo. Los barones están más débiles y le es más fácil ser generoso", expresa una parlamentaria. "Quizá nos escuche", aspira un barón. Es pronto para saberlo. El segundo tiempo de Sánchez acaba de arrancar. Él no ha dado aún demasiadas pistas. Este lunes se lo tomó libre para reordenar un puzle muy complejo.

El tono conciliador, la tónica común

Este lunes ya se sintió una cierta bajada de la tensión en la casa socialista a tenor de las declaraciones públicas de los dirigentes. No solo Susana Díaz subrayó que se centraría en Andalucía y que se volcaría en "ayudar" y "apoyar" al reelegido líder. 

Otros referentes como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, uno de sus principales defensores, recalcó que el triunfo de Pedro Sánchez es "claro" y que por tanto hay que "saber ganar y perder". Otro de sus activistas, el exministro José Bono, llamó a "cerrar filas" con el ganador para que su victoria llegue también al partido. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el presidente valenciano, Ximo Puig, garantizaron igualmente su "lealtad". "Lealtad de ida y vuelta", avisó el dirigente del PSPV. 

Por el lado sanchista, su portavoz, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, aseguró que "no va a haber guerras en los congresos regionales". Una promesa que contradecía las palabras de Adriana Lastra en Onda Cero, quien instó a los barones a "pedir disculpas" a la militancia por haber dejado de representarla en estos meses. "Este no es el convento de las monjas ursulinas para estar pidiendo perdón", replicó el extremeño Guillermo Fernández Vara

Comienza la reconstrucción de un PSOE convertido en ruinas. O al menos el intento. La victoria consistente e irrefutable de Pedro Sánchez y las primeras horas de distensión que siguieron al escrutinio y al tropiezo de bruces con la realidad sirvieron para persuadir a los barones partidarios de Susana Díaz de que conviene bajar la temperatura interna y encarrilar entre todos el rumbo del partido, en la medida de lo posible. "Arrimar el hombro", "ponerse al lado de Pedro", en palabras de la propia presidenta andaluza. Por eso, 'a priori', se muestran dispuestos a sentarse a negociar con los sanchistas para encauzar la segunda parte de la competición interna: el 39º Congreso Federal.

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