Granados pide salir de prisión para cuidar a sus hijas "en su modesta casa hipotecada"
En un nuevo escrito, suplica, más que pide, quedar libre, y defiende que debe salir para hacerse cargo de sus dos hijas adolescentes que viven "en una modesta casa hipotecada"
El presunto cabecilla de la trama Púnica, Francisco Granados, ha vuelto a solicitar al juez Eloy Velasco su excarcelación, cuando se cumplen tres años y medio desde que fuera enviado a prisión. En un nuevo escrito, suplica, más que pide, quedar libre, y defiende que debe salir para hacerse cargo de sus dos hijas adolescentes que viven "en una modesta casa hipotecada" donde se ven obligadas a compartir habitación. El número de peticiones de este tipo cursadas por el preso más famoso de la red de corrupción se acerca ya a la decena.
El escrito, al que ha tenido acceso El Confidencial, defiende que no existe riesgo alguno de que el que fuera hombre fuerte de Esperanza Aguirre destruya pruebas o influya en otros imputados por la trama Púnica. "Es español, reside en España donde vive con su mujer y dos hijas adolescentes, que precisan de la presencia de su padre, en una modesta casa hipotecada", destaca.
También pone de manifiesto que la vivienda ha estado a punto de ser embargada y solo una reciente autorización del Juzgado ha permitido cancelar, con cargo a las cuentas bloqueadas, las letras pendientes salvando la propiedad. En la casa, situada en el mismo pueblo donde siempre ha residido, Valdemoro, "las niñas comparten dormitorio" cerca de su abuela, la "anciana madre" de Granados. "Desde que su hijo ingreso en prisión, únicamente sale a la calle para ir a visitarle", destaca también el escrito.
"Carece de otras fuentes de ingreso que no sean las del trabajo de su mujer, ingresos estos últimos reducidos a una ridícula cantidad como consecuencia de la publicidad del presente procedimiento", se queja el que fuera secretario general del PP de Madrid. También lamenta "el trato claramente discriminatorio" que sufre en relación con tantos otros investigados e incluso "condenados en situación de libertad", dice en clara referencia a casos como Nòos o el de las tarjetas 'black'.
En el más absoluto "olvido y abandono"
El escrito, plagado de reproches, también recrimina la falta de sustento que en su opinión tiene su supuesta tenencia de un patrimonio oculto. "¿Qué se ha hecho en los últimos meses, incluso en el último año, en orden a acreditar tales extremos? Pues nada de nada", dice, y agrega: "Granados se encuentra en una situación de absoluto olvido y abandono".
Niega disponer de fondos escondidos y se desvincula de las más de 190 sociedades que —dice— forman el entramado empresarial de David Marjaliza. Granados intenta cargar a su antiguo socio y amigo con el peso de las irregularidades investigadas y destaca que nada tiene que ver con las "ilícitas maniobras" del empresario. "De las más de 5.000 llamadas intervenidas a Marjaliza durante casi cinco meses, únicamente 30 fueron con Granados, la gran mayoría de 'contenido social' y ninguna de ellas relacionadas con operaciones, negocios, contratos públicos o supuestas maniobras ilícitas", destaca su abogado, que tacha la confesión de este coimputado de "disparatada e incongruente".
También rechaza Granados contar en la actualidad con influencias o capacidad de presión. No cuenta con "NINGUNA" capacidad ni poder para ello, destaca en mayúsculas mientras clama ante la injusticia que a sus ojos supone llevar en prisión "¡¡¡¡TRES AÑOS!!!!" cuando la ley permite mantener en estos casos la prisión provisional solo seis meses.
"No existe causa que justifique el mantenimiento de prisión durante tan dilatado periodo de tiempo, más de 30 meses, con los enormes perjuicios que de dicha situación se derivan no solo para el interesado sino también para su familia", concluye el escrito.
El presunto cabecilla de la trama Púnica, Francisco Granados, ha vuelto a solicitar al juez Eloy Velasco su excarcelación, cuando se cumplen tres años y medio desde que fuera enviado a prisión. En un nuevo escrito, suplica, más que pide, quedar libre, y defiende que debe salir para hacerse cargo de sus dos hijas adolescentes que viven "en una modesta casa hipotecada" donde se ven obligadas a compartir habitación. El número de peticiones de este tipo cursadas por el preso más famoso de la red de corrupción se acerca ya a la decena.