Temor en el PP ante el avance de Sánchez por si vuelve el bloqueo o rompe el PSOE

La noticia de los 57.369 avales obtenidos por Pedro Sánchez en sus aspiraciones a ponerse de nuevo al frente del PSOE sembró el desconcierto entre los diputados del Partido Popular nada más ver superado el primer examen parlamentario de los Presupuestos Generales del Estado. Del alivio por el éxito del empate pasaron a la preocupación al comprobar que, en efecto, la vuelta del ex secretario general de los socialistas es una posibilidad cierta. De nuevo se oyeron conversaciones sobre la hipótesis de otro bloqueo político, de amago de moción de censura de la izquierda y los independentistas, e incluso de ruptura en el primer partido de la oposición, el que tiene la clave en todas las votaciones de mayoría cualificada de la legislatura.

En el PP daban por hecho que la apuesta del aparato del partido por la candidatura de Susana Díaz se empezaría a plasmar en una clara ventaja en el número de avales obtenidos, pero la diferencia de 5.000 sorprendió a todos los que seguían con atención las noticias procedentes de la sede socialista de Ferraz. A las preguntas de los diputados del Grupo Popular en varios corrillos, los del PSOE de circunscripciones andaluzas comentaron que no se creían los datos aportados por su exjefe, que eran avales "de cartón-piedra" y que muchos no pasarían la criba correspondiente.

Buena parte de los parlamentarios socialistas abandonaban la Cámara casi tan aliviados como los del PP después del empate a 175 votos registrado en el pleno, y pese al rechazo a su enmienda a la totalidad. Si por un solo error el proyecto de Presupuestos hubiera sido devuelto al Gobierno, Rajoy podría tener la tentación de disolver las Cortes; tiene esa prerrogativa desde ayer, al cumplirse el plazo mínimo fijado desde la anterior convocatoria electoral. En los próximos meses, pillaría al PSOE sin candidato, con quien ha llevado a los socialistas a las dos peores derrotas de su historia (Sánchez) o con una recién llegada sin tiempo para reorganizar el partido como es Susana Díaz.

El grupo socialista cumplió con disciplina en la votación de los Presupuestos para dar el sí a la enmienda a la totalidad. La única diputada que no pudo asistir al pleno por encontrarse enferma emitió el voto telemático que como tal fue contabilizado por la presidenta, Ana Pastor. Pero para las próximas votaciones y acuerdos en el Congreso, los diputados del PSOE están pendientes de la nueva dirección del partido que tiene que salir de las primarias del 21 de mayo.

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La dirección del PP despacha lo justo con la gestora de Ferraz y mantiene relaciones con el grupo parlamentario para las cuestiones del 'día a día' en la Cámara. Ahora necesita negociar con los socialistas cualquier cuestión de calado que siga a los Presupuestos, y hasta el mismo proyecto de cuentas para garantizar las partidas en cuestiones de Estado como Defensa o seguridad.

Los populares dan por hecho que si Sánchez recupera la secretaría general del PSOE se aplicaría de nuevo al bloqueo político, e incluso que podría volver a las andadas con Pablo Iglesias y los independentistas para hacerse con el poder, como intentó después de perder las últimas elecciones. Cualquier paso en ese sentido obligaría a Rajoy a convocar comicios. Gane o pierda las primarias por la mínima, Pedro Sánchez asegura una inestabilidad interna a los socialistas y un riesgo de ruptura constatable ya en su grupo parlamentario. Entre esos diputados predominan los 'oficialistas', antiguos o reconvertidos, que no quieren seguir los pasos hacia el entendimiento con Podemos o la radicalidad que ha borrrado del mapa a los partidos socialistas en Francia o Grecia.