Fernández rechaza la moción de Iglesias y le pide que deje los "juegos de apariencias"

El PSOE ya ha reiterado de todas las formas posibles que no secundará la moción de censura que Podemos tiene previsto registrar en los próximos días en el Congreso. A los socialistas no les gusta que Pablo Iglesias les dirija su política de oposición, intente marcarse un tanto sin haberlo siquiera negociado previamente, busque expiar sus 'culpas' por no haber investido a un presidente socialista hace un año y quiera, interpretan, interferir en sus primarias del 21 de mayo. Todos esos argumentos afloran en la durísima carta-reprimenda que Javier Fernández, el presidente de la gestora, dirige a líder de la formación morada, en la que tira también de retranca y en la que le desliza, por cierto, que demande al candidato de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, que apoye a Emmanuel Macron en las presidenciales de este domingo.

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El Confidencial

El presidente asturiano, en su carta firmada ayer martes, 2 de mayo, tampoco se detiene mucho en argumentar el no a la moción de censura de Podemos. Se remite a lo dicho en los últimos días por su portavoz y número dos, el andaluz Mario Jiménez: no es la "respuesta adecuada a la alarma social creada por los casos de corrupción que afectan al PP". Y le dice por qué no le reitera las razones: "Primero porque pienso que no hace falta y segundo porque si todavía no lo has entendido creo que va a ser inútil". Una contundente bofetada ya en el primer párrafo del escrito.

Tampoco Fernández entra en las "equivocaciones" del PSOE que Iglesias aprecia en la investidura de Mariano Rajoy, al permitirle gobernar con su abstención. El líder de la gestora socialista devuelve el golpe: esas "equivocaciones" de las que habla "no hubieran tenido lugar" si Podemos hubiera permitido la elección de Pedro Sánchez (cuyo nombre no cita) como jefe del Ejecutivo. Fernández incluso recrimina a Iglesias que pretenda "regresar como salvador a la escena del crimen", a lo que ocurrió hace un año.

El PSOE intenta arrimar el ascua a su sardina y convencer a su vez a la formación morada de cómo hay que abordar el estallido de sucesivos escándalos de corrupción del PP. Así, le dice a Iglesias que en lugar de "hacer de la política un juego de apariencias", propicie "acuerdos que exigirían una relación más fluida y más sincera" entre los dos partidos. Le demanda que apoye a los socialistas en la petición de reprobación y dimisión del fiscal general de Estado y del fiscal Anticorrupción, José Manuel Maza y Manuel Moix, las comparecencias de los ministros de Justicia e Interior o la puesta en marcha inmediata de la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP.

En su postdata, Fernández pide al líder de Podemos que haga llegar a Mélenchon, con el que le consta que tiene "proximidad personal y política" —incluso le apoyó en la recta final de su campaña—, que para los socialistas españoles la segunda vuelta de las elecciones francesas del domingo "no son un asunto de estos que permiten el equilibrismo", porque esa neutralidad se convertiría en "complicidad" con la ultraderecha de Marine Le Pen, que disputará la última ronda con el centrista Emmanuel Macron, al que las bases de Francia Insumisa no quieren apoyar.

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Lo cierto es que la arriesgada iniciativa de Iglesias ha unido a los tres candidatos a las primarias. Susana Díaz, Patxi López y hasta Pedro Sánchez, el aspirante más proclive al entendimiento con Podemos, rechazan la oferta de la formación morada en este momento y le han reprochado que ya tuvo la oportunidad de sacar a Rajoy de La Moncloa hace un año. El ex secretario general socialista, este miércoles, en una entrevista con el diario 'El Mundo', asegura que no descarta impulsar una moción de censura a Rajoy si vuelve al poder, pero recuerda que el jefe del PP "cuenta con una mayoría suficiente para poder gobernar" y la pelota estaría en el tejado de Ciudadanos.

Concentración el 20 de mayo

"Hace un año, no hubiera hecho falta una moción de censura. La corrupción del PP es igual a la de hace un año. Da la sensación de que Iglesias solo vota contra Rajoy cuando no tiene opción de derrotarlo. No hay que empezar la casa por el tejado. Nosotros proponemos la comparecencia [en el pleno del Congreso] de Rajoy y su dimisión por los casos de corrupción", responde. Sánchez defiende en la entrevista que de no haber sido "derrocado" por los barones en el comité federal del 1 de octubre, hoy sería presidente de un Gobierno con el apoyo de Podemos y Ciudadanos. El aspirante hace esa presunción porque la formación naranja "no quería ir a terceras elecciones" e Iglesias "no podía permitirse votar dos veces en contra de un candidato alternativo a Rajoy". Y si el país hubiera ido a nuevos comicios, "el PP y el PSOE hubieran salido reforzados" y, en concreto, su partido habría tenido "más de 100 diputados". También denuncia que el PSOE "de la abstención" abrió la vía a un "PP carcomido por la corrupción", y esa vía llevaría al PSOE a ser tercera fuerza.

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La presión de Podemos al PSOE no solo es verbal. El próximo 20 de mayo, la víspera de las primarias socialistas, la formación morada protagonizará una concentración en la Puerta del Sol de Madrid —epicentro del 15-M, el movimiento que estalló en 2011— para redoblar su apuesta por la censura a Rajoy.

Precisamente quien salió a condenar esa manifestación fue el presidente extremeño. Guillermo Fernández Vara aseguró que es "una absoluta injerencia, además de una falta de respeto", que la propia concentración es "absolutamente compatible con la obsesión cuasi enfermiza que Iglesias tiene por el PSOE". Una protesta que ya se le oyó la semana pasada. Luego le lanzó el reto: si el jefe de la formación morada quiere "emular, como parece, a Felipe González", "lo tiene muy fácil: que presente de una vez la moción de censura y diga cuál es su proyecto de país".

Fernández Vara defendió este miércoles desde Plasencia que "no se puede estar pidiendo apoyos y ayuda para una opereta" y apostó por tomar "cumplida nota de lo que ha representado la injerencia" de Iglesias en las primarias socialistas, informa EFE. También apoyó al presidente de la gestora con su carta, una misiva correcta, educada y dura en el fondo, "que es como es Javier", zanjó.