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Los 'embajadores' del susanismo
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LA LUCHA DEL 39º CONGRESO FEDERAL

Los 'embajadores' del susanismo

La presidenta cuenta, más allá de su equipo directo de campaña, con una tupida red de emisarios que ejercerán de activistas de su candidatura por todo el país o que harán valer su influencia

Foto: Susana Díaz, con José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Antonio Balmón y Eduardo Madina, el pasado 26 de marzo. (EFE)
Susana Díaz, con José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Antonio Balmón y Eduardo Madina, el pasado 26 de marzo. (EFE)

Susana Díaz apenas contará con un mes para hacer campaña en toda España. Y sin poder dedicarse 'full time' a recorrer todas las provincias para captar avales y votos, ya que ha de compatibilizar sus actos de partido con su agenda institucional como presidenta de la Junta, a la que no va a renunciar. Por eso, entre otras razones, no hará campaña sola.

Su equipo está trabajando sobre una 'caravana B' con dirigentes de primer nivel que la ayudarán a proyectar su mensaje en todo el país, tanto sobre el terreno como en los medios. Son, como los llaman en el círculo de la candidata, los 'embajadores del susanismo', el ejército de fieles encargados de remar a su favor para hacer posible la victoria el 21 de mayo frente a Pedro Sánchez y Patxi López. Una nómina en la que caben desde el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero hasta los barones autonómicos; el alcalde de alcaldes, Abel Caballero; la eurodiputada Elena Valenciano, la parlamentaria Soraya Rodríguez; el líder de Juventudes, Nino Torre, y, en un papel más discreto, históricos como Felipe González, Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Blanco o José Bono, voces aún muy influyentes en el PSOE. La recientemente fallecida Carme Chacón formaba parte también de este grupo de fieles.

La baronesa no ha dado a conocer aún a su equipo de campaña —el secretismo sobre la estrategia es a veces obsesivo—, pero en el fondo su mano derecha sigue siendo la misma, Máximo Díaz-Cano, el referente al que todos los susanistas citan como cerebro logístico, pese a que su cargo es el de secretario general de la Presidencia de la Junta.

En las tareas orgánicas, la pieza clave es Pilar Alegría, la número dos del PSOE aragonés, que de hecho ya debutó como representante de la candidatura con su homólogo andaluz, Juan Cornejo, en la primera reunión propiciada por la gestora con los colaboradores de los tres aspirantes. El otro puntal para Díaz es el diputado vasco Eduardo Madina, el último de sus teloneros en su presentación en Madrid el pasado 26 de marzo y el que puede complementar su perfil, especialmente en los territorios más hostiles, donde él venció en las primarias de 2014, en las que compitió contra Sánchez —el favorito y el ungido entonces por la política andaluza— y José Antonio Pérez Tapias.

La aragonesa Pilar Alegría y el diputado Edu Madina son dos puntales de la candidatura de Díaz. Y Zapatero es uno de sus convencidos activistas

Madina tendrá un protagonismo esencial en la campaña de la baronesa andaluza. Viajará el 24 de abril —la cita del 19 se canceló por el homenaje programado a Chacón— y en mayo a Cataluña, comunidad en la que se impuso hace casi tres años y donde goza de buen cartel. El PSC ya no tiene la fuerza de antaño y tras la 'limpieza' de su censo, caerá de la segunda a la tercera posición en número de militantes (empatado casi con Madrid), pero todos los sectores dan por casi segura la victoria de Sánchez allí, y con holgura. De ahí la importancia de que figuras como Madina o Zapatero —que se trasladará después del acto central que Díaz tendrá en Cataluña— le echen una mano.

Foto: Alfredo Pérez Rubalcaba, Felipe González, Susana Díaz y José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 26 de marzo en Madrid. (Reuters)

El expresidente es un rendido admirador de la presidenta, a la que define como una "magnífica candidata" capaz de ganar elecciones y de cohesionar al partido. Y se esforzará lo posible para que gane, en medios (como ya ha hecho) y sobre el terreno, aprovechando su cierto tirón en parte de las bases.

La implicación de los barones

De perfil nacional y amplia trayectoria disfrutan dos mujeres muy vinculadas tanto a Rubalcaba como a Madina: la diputada por Valladolid Soraya Rodríguez y la europarlamentaria Elena Valenciano. La primera, exportavoz en el Congreso, es un rostro habitual en tertulias y entrevistas —ya dio la cara en un debate entre las tres candidaturas en 'El objetivo' (La Sexta)—, y es una dirigente correosa. Su provincia, sin embargo, está totalmente volcada con Sánchez, al que respaldan tanto el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, como el secretario provincial, Javier Izquierdo.

Soraya Rodríguez es una de las portavoces; Elena Valenciano, muy respetada en el PSOE, ha allanado el camino; Torre es la conexión con los jóvenes

Valenciano, vicesecretaria general con Rubalcaba, es un cargo de primer nivel, excelentemente conectada con los históricos del PSOE y con los mandos actuales, buena conocedora de la fontanería del partido y muy respetada, y el enlace de Díaz con los socialdemócratas europeos. La contribución de Valenciano fue fundamental para desencallar el conflicto con el PSC, y también dio la cara por la abstención al PP en el comité federal que aprobó el cambio de posición. La eurodiputada estará "a disposición de Susana, para lo que le haga falta". Por lo pronto, ha colaborado activamente en la puesta en pie de La Hora de las Mujeres, la plataforma de apoyo de las feministas del PSOE que ha coordinado la portavoz de Igualdad en el Congreso, la madrileña Ángeles Álvarez.


Igual que Valenciano y Álvarez son dos referentes entre las mujeres del partido, a Díaz le resulta imprescindible contar con Nino Torre a su lado para conectar con los jóvenes. En las JSE, como ocurre en el partido, Andalucía es la federación de mayor peso, y obviamente está volcada con la candidata. Torre tiene previsto hacer actos dentro y fuera de Asturias. De gran prestigio goza otro de sus emisarios, el joven diputado por TeruelIgnacio Urquizu, sociólogo de la Complutense y gran amigo de Zapatero y Ximo Puig, que se está fogueando en medios y que hará gira en distintas provincias.

La candidata también prevé apoyarse en los presidentes autonómicos que la defienden a capa y espada: Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Javier Lambán (Aragón) y Ximo Puig (Valencia). Los cuatro acudieron a su puesta de largo en Madrid y los cuatro, ayudados por sus respectivos secretarios de Organización, se implicarán al máximo para conseguir que ella gane en sus territorios. Puig, por ejemplo, la arropará el primer fin de semana a la vuelta de Semana Santa.

Mayor división en Valencia

De las cuatro federaciones, Díaz tiene más fácil imponerse, con mayor o menor holgura, en las tres primeras, salvando incluso el relevante respaldo sanchista en zonas como Zaragoza, Albacete o Guadalajara. En la Comunitat Valenciana, el segundo territorio tras Andalucía, la presidenta lo tendrá mucho más complicado: se espera que el exlíder venza en Valencia, gracias a la movilización que le asegura el secretario provincial, el diputado nacional José Luis Ábalos, que es el principal aval orgánico de su candidatura. Alicante y Castellón podrían ser más favorables a Díaz, pero son más pequeñas. Valencia es, de hecho, la segunda provincia de más peso en militantes, tras Sevilla. Puig confiará la faena de atracción de avales y votos en su número dos, Alfred Boix.

En los territorios circulará el argumento de que los presidentes se la juegan. Díaz también concede mucha importancia a la red de alcaldes y ediles

La jefa de la Junta no podrá contar, sin embargo, con la participación activa del asturiano Javier Fernández, obligado a preservar la apariencia de neutralidad al ejercer aún como presidente de la gestora. Pero su hombre fuerte en el Principado, el secretario de Organización, Jesús Gutiérrez, junto con el diputado autonómico y líder de Juventudes, Nino Torre, sí remarán a su favor en otro territorio muy dividido, gracias a la fuerte penetración de Sánchez, al que abrieron camino la diputada Adriana Lastra, la senadora Luisa Carcedo, el sindicato minero (SOMA-UGT) y los alcaldes y secretarios locales de las cuencas.

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía y candidata a secretaria general del PSOE, Susana Díaz, el pasado fin de semana en Las Palmas. (EFE)

En Asturias y en otras federaciones circulará un argumento ya deslizado por Page y Lambán en el último comité federal: que también están en juego los gobiernos autonómicos. Es decir, que no solo arriesga Díaz, sino que si ella pierde, también el pellejo de los barones corre peligro. Un discurso "del miedo" que deplora Sánchez porque es el que, recuerda, usa "la derecha".


Otro de los valedores de primer nivel es Abel Caballero, alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Él ya organizó el acto con regidores y concejales socialistas de todo el país en febrero, en Madrid, una red orgánica a la que la aspirante concede una importancia clave, puesto que son ellos los que están más en contacto con las bases y gozan todavía de influencia en ellas. En este último grupo destacan los primeros ediles de Sevilla (Juan Espadas), Alicante (Gabriel Echávarri), Mérida (Antonio Osuna), Soria (Carlos Martínez) o Mislata (Carlos Fernández Bielsa). Activistas de Díaz son asimismo los diputados nacionales, cada uno en su circunscripción: ella tiene en su orilla a más del 60% del grupo en el Congreso.

Foto: Susana Díaz y Pedro Sánchez, el pasado 7 de junio en un desayuno informativo en Sevilla previo a las generales del 26-J. (Reuters)

Contactos en los territorios

En las comunidades donde el PSOE no gobierna, Díaz cuenta con una persona de su confianza y cierto peso orgánico. En Canarias, una federación mediana, con la exvicepresidenta del Gobierno regional Patricia Hernández. En Cataluña, con el alcalde de Cornellà y secretario de Acción Política del PSC, Antonio Balmón; con Joaquim Fernández, responsable de Organización del Baix Llobregat, la federación más potente, y con el exministro de Trabajo Celestino Corbacho. En Castilla y León, el enlace es Soraya Rodríguez, pero también los secretarios provinciales susanistas (los de León, Tino Rodríguez; Palencia, Miriam Andrés; Segovia, Juan Luis Gordo; Soria, Carlos Martínez; Salamanca, Fernando Pablos, y Zamora, Antonio Plaza).

González, Guerra, Rubalcaba, Bono y Blanco son dirigentes a los que la presidenta tiene muy en cuenta y que "ayudarán" en su campaña

En Navarra, coordina la campaña la exparlamentaria foral Amanda Acedo. En Baleares, cuya presidenta autonómica, Francina Armengol, respalda a Patxi López, el contacto de Díaz es la exalcaldesa de Palma Aina Calvo. En Galicia, el principal referente es el propio Abel Caballero. Y en Murcia, dos de los dirigentes susanistas más destacados son la vicealcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, y el senador Juan Luis Soto. En Madrid no hay un único coordinador de campaña por las distintas facciones que confluyen ahora en torno a la baronesa.

El papel de los históricos será, en principio, más reservado y discreto, pero igualmente importante. Díaz consulta con frecuencia con veteranos como Rubalcaba, Bono o Blanco —este, responsable de Organización durante 12 años, conoce el aparato como pocos—, del mismo modo que la "ayudarán" en su campaña, cuentan en su equipo, Felipe González y Alfonso Guerra. Todos ellos asistieron a su estreno en Madrid y su voz cualificada sigue ejerciendo influencia dentro del PSOE. Es la gran ventaja competitiva de Díaz —ya se verá si es suficiente para vencer en las urnas—: el respaldo de la vieja guardia y de los grandes aparatos del partido, todos juntos para combatir a quienes pintan como el 'outsider', el cuerpo extraño: Pedro Sánchez.

"El PSOE reconocible"

Este será, de hecho, uno de los argumentos empleados por los heraldos de Díaz: que el exsecretario no es la "víctima", sino "el verdugo", y que su vuelta "reventaría el PSOE". "Así que la pregunta que debemos plantear es cuánto deterioro irreparable va a provocar y qué día siguiente vamos a tener. Susana, en cambio, representa la recomposición orgánica, la nitidez en las posiciones, la constancia, el PSOE reconocible", afirma uno de los dirigentes de máximo nivel, que subraya que los 'embajadores' de la candidata tienen que salir a defenderla y también "replicar" sus mensajes, apuntalándolos.

Los susanistas quieren hablar más del futuro que del pasado, pero a la imagen del 1 de octubre agitada por Sánchez, preguntan cómo se llegó ahí

"Hay que abrir una nueva etapa en el PSOE —arguye Soraya Rodríguez, en declaraciones a este periódico—, con Susana al frente, que ha demostrado que sabe ganar, gobernar, desplegar políticas de izquierdas, acordar y unir... y es mujer". La diputada dice no tener miedo de echar la vista atrás, al 1 de octubre, cuando Sánchez fue defenestrado, el punto que él siempre refresca en sus mítines. "Hay algunos que quieren sacar tajada del comité federal y de la abstención [al PP], pero no quieren hablar de por qué llegamos a esa situación, tras dos derrotas consecutivas en las urnas", añade. Pero esta campaña va a ir más de tripas que de razones, de vísceras más que de argumentos. Por eso el resultado es tan incierto.

El lío de Madrid

Madrid es un caso peculiar. El aparato, encabezado por la baronesa autonómica, Sara Hernández, y los alcaldes socialistas de los principales municipios, está con el exlendakari. Las fuerzas del susanismo están dispersas en seis grupos dispares, lo que explica que Díaz haya preferido no nombrar un coordinador regional de campaña, precisamente para guardar los equilibrios internos y para no "herir ninguna sensibilidad", como explican en su entorno.

El fin de semana del último comité federal, como adelantó 'El País', la mano derecha de la presidenta, Máximo Díaz-Cano, se reunió con los representantes de los seis sectores para coordinar esfuerzos y pilotar la recogida de avales: el edil en la capital Antonio Miguel Carmona; la portavoz en el ayuntamiento, Puri Causapié —ambos están muy enfrentados—; David Lucas, alcalde de Móstoles y vicesecretario general del PSOE-M; Maru Menéndez, la mujer de confianza del exlíder del PSM Tomás Gómez, defenestrado por Sánchez; el senador José Cepeda, referente de la agrupación más grande de la capital, Latina, y Miguel Ángel Ferrero, secretario de Las Rozas que acudió en representación del diputado autonómico Juan Segovia, rival de Sara Hernández en las primarias de 2015. 

Díaz vuelve en unos días a Madrid. El próximo martes, 18 de abril, la presidenta protagoniza un acto regional de campaña en Alcalá de Henares, ciudad que gobierna el PSOE (pero su alcalde, Javier Rodríguez, es patxista) y que acoge la mayor agrupación socialista en la comunidad. El mitin será a las 19:30 en el auditorio Paco de Lucía de la localidad complutense. 

Susana Díaz apenas contará con un mes para hacer campaña en toda España. Y sin poder dedicarse 'full time' a recorrer todas las provincias para captar avales y votos, ya que ha de compatibilizar sus actos de partido con su agenda institucional como presidenta de la Junta, a la que no va a renunciar. Por eso, entre otras razones, no hará campaña sola.

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