C's intensifica la negociación para registrar la moción de censura contra el PP en Murcia

El ultimátum dado al PP murciano para que el presidente de la Región, Pedro Antonio Sánchez, se aparte teniendo en cuenta su imputación por cuatro supuestos delitos de corrupción política en el caso Auditorio caduca en solo cuatro días, y Ciudadanos avanza con paso firme hacia la moción de censura. El grupo regional dirigido por Miguel Sánchez ha solicitado formalmente a la dirección nacional de la formación naranja autorización —los estatutos del partido recogen este trámite— para presentar el lunes 27 de marzo una moción de censura calificada como "instrumental", y para ello buscará el apoyo en otros tres diputados de la oposición.

En los últimos días, el grupo centrista está intensificando las negociaciones con PSOE y Podemos para sumar apoyos en esa moción, cuyo único objetivo es que Pedro Antonio Sánchez dimita y se convoquen elecciones anticipadas de forma inmediata. Miguel Sánchez descarta por completo la opción de presentar una moción que no conlleve una convocatoria de nuevos comicios. Lo que está por ver es si realmente los naranjas lograrán obtener respaldos suficientes, ya que hasta el momento los socialistas parecían tener una idea distinta en la cabeza. Tras el encuentro entre el portavoz del PSOE, Rafael González Tovar, y su homólogo en Podemos, Óscar Urralburu, ambos reprocharon a Ciudadanos una “actitud bipolar”, afirmando no entender cuál sería el siguiente paso de los socios de investidura si el día 27 llegaba y Sánchez no se marchaba.

En cualquier caso, Podemos siempre se ha mostrado partidario de que la moción fuera “destituyente”, mientras que los socialistas han reconocido que en su imaginario no está hoy por hoy celebrar unas elecciones anticipadas. De ahí la presión del líder de Ciudadanos en Murcia, al insistir en que si están de acuerdo en que Sánchez debe dimitir, "la pelota está en su tejado".

La crisis PP-Ciudadanos

Lo que a día de hoy es incuestionable es que la situación de Murcia ha puesto en juego algo más que la propia estabilidad en la comunidad: la crisis que vive la relación entre PP y Ciudadanos no puede estar en un momento más crítico. El “incumplimiento” de las condiciones a ojos de los de centro y “la falta de palabra” que los populares ven en las exigencias del partido de Albert Rivera, que se niega a esperar a la apertura de juicio oral que confirmaría la imputación de Sánchez, han hecho estallar las costuras de un matrimonio que poco a poco ha ido perdiendo la confianza. Lo que está por ver es si de forma irreversible.

La desconfianza generada a raíz del caso de Murcia ya ha llegado a la Carrera de San Jerónimo, y los encontronazos en el Congreso de los Diputados entre un grupo y otro han hecho saltar las alarmas en los últimos días, pese a la afirmación de Rivera este domingo en Cádiz sobre que sus diputados apoyarán las cuentas del Gobierno para que España tenga Presupuestos en 2017. La pasada semana, Ciudadanos no dudó en alinearse con PSOE y Podemos para registrar la creación de una comisión de investigación sobre la supuesta financiación ilegal del PP en sede parlamentaria, después de que los populares se negaran a hacerlo con ellos. “Otro incumplimiento más”, matizaban algunos parlamentarios naranjas.