El Grupo Socialista en el Congreso se parte en tres, con abrumadora mayoría susanista
52 de los 84 diputados apoyan ya o se muestran cercanos a la baronesa andaluza, por otros 13 que respaldan a Sánchez y ocho que confían en López. Diez parlamentarios no se han decantado aún
Si la partida a tres entre Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López se dilucidara en el Congreso, en el seno del Grupo Socialista, no harían falta ni urnas. Vencería con holgura la presidenta de la Junta de Andalucía: al menos 52 de los 84 diputados apoyan o se manifiestan cercanos a la baronesa, por 13 ya más o menos decantados hacia el ex secretario general y otros ocho más implicados con el proyecto que representa el exlendakari. En números redondos, más del 60% de los miembros del PSOE en la Cámara Baja apuestan, al menos en este punto de la larga batalla congresual, por Díaz.
Pero esas cifras probablemente no se repetirán en mayo, cuando se abran las urnas de los militantes. Los tres equipos prevén un resultado mucho más ajustado. Ni siquiera los partidarios de la favorita, la que cuenta con el favor de los poderes del PSOE —también en el Congreso—, esperan una victoria tan abultada, conscientes de que el mensaje de Sánchez ha calado hondo en las bases, que son las que votan. A ellas, a los militantes que no comparten el modelo representado por la baronesa andaluza y que están cabreados con sus cuadros, se dirige precisamente el ex secretario general, confiado en que cabalgar a lomos de la indignación por la abstención a Mariano Rajoy le lleve de nuevo rumbo a Ferraz. López, mientras, espera que la "mayoría silenciosa" que rechaza un "choque de trenes" entre Díaz y Sánchez le beneficie a la postre.
El dibujo que arroja ahora mismo el Grupo Socialista, y que El Confidencial ha recompuesto a partir del testimonio directo de la mayoría de sus miembros o bien de responsables próximos, no tiene por qué ser el mismo que el que exista en mayo. Como recuerdan los veteranos y admiten en las candidaturas, el avance de la campaña puede cambiar las posiciones, definir a los indecisos, provocar un apoyo más nítido al que se percibe como caballo ganador. Pero, a estas alturas, la mayoría de los diputados ya tienen hecha su apuesta, salvo un puñado que se muestra neutral —entre ellos, el portavoz, Antonio Hernando— o que prefiere no adelantar su voto, como los parlamentarios del PSC, que guardan lógica prudencia por el compromiso de "neutralidad" contraído por la dirección.
Trevín fue el primero en abrir fuego tras el anuncio de Díaz. Los posicionamientos pueden ir cambiando a lo largo de esta campaña de dos meses
El pasado martes, dos días después de que se confirmara el salto de Díaz a las primarias, el portavoz de Interior en el Congreso, el expresidente asturiano Antonio Trevín, manifestó públicamente su apoyo a la presidenta y animaba a sus compañeros a hacer lo mismo porque los diputados, afirmaba, "son, de alguna manera, referencia para los militantes". Forman parte de la élite del PSOE, de ahí la importancia de su posicionamiento, aunque está por ver su capacidad de prescripción en este momento tan convulso para el partido.
Victoria por goleada para la presidenta
"Tengo la sensación de que somos mayoría", decía el pasado martes Trevín en los pasillos de la Cámara baja. No se equivocaba. Díaz cuenta con el apoyo declarado de 47 de los 84 diputados, más otros cinco que le son cercanos. La presidenta disponía, de entrada, del respaldo de los 20 parlamentarios andaluces. Todos elegidos por ella y todos de probada lealtad. La cabeza visible es el líder provincial de Málaga, Miguel Ángel Heredia, número dos del Grupo Socialista. En la bolsa de andaluces pesa también el coordinador de la Interparlamentaria del PSOE-A y exmiembro de la dirección federal, el sevillano Antonio Pradas —que en 2014 se encargó de recoger avales para Sánchez en su comunidad y ahora lo hará para Díaz—; la cordobesa María Jesús Serrano, integrante de la gestora, y la jiennense Micaela Navarro, expresidenta del PSOE, presidenta del PSOE-A y vicepresidenta segunda de la Cámara.
La jefa de la Junta tiene como sostenes muy potentes, fuera de Andalucía, a los diputados Eduardo Madina —que concurrió como número siete por Madrid— y Soraya Rodríguez, exportavoz en el Congreso, cabeza de lista por Valladolid y mujer muy próxima a Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano, ambos hoy con Díaz. Madina y Rodríguez son dos de sus acérrimos defensores. También lo es otro peso pesado, el cántabro Ricardo Cortés, dirigente relevante dentro de la gestora.
Díaz tiene el aval de los 20 diputados andaluces y delegaciones casi completas de territorios grandes. Madina y Rodríguez son dos apoyos importantes
Además, federaciones próximas a la baronesa le aportan delegaciones de diputados casi completas. Así, seis de los siete parlamentarios manchegos —el expresidente José María Barreda, Isabel Rodríguez, José Miguel Camacho, Luis Carlos Sahuquillo, Pablo Bellido y Guadalupe Martín, la misma que se enzarzó este viernes por Twitter con la sanchista Zaida Cantera— respaldan a Díaz. También lo hacen cinco de los seis valencianos (el exsecretario de Organización federal Ciprià Císcar, Ana Botella, Patricia Blanquer, Artemi Rallo y Julián López) y tres de los cuatro aragoneses (el coordinador de una parte de la ponencia políticaIgnacio Urquizu, Óscar Galeano y Gonzalo Palacín).
De Extremadura, dos de sus representantes se alinean con rotundidad con Díaz (el madinista Nacho Sánchez Amor y el exsanchista César Ramos, que incluso estará en el equipo de la baronesa), y otra más, la pacense Marisol Pérez, es cercana a ella. Todos estos diputados siguen el criterio, por tanto, marcado por su respectivo presidente autonómico: Emiliano García-Page, Ximo Puig, Javier Lambán y Guillermo Fernández Vara. Los cuatro confían en que Díaz gane en sus federaciones, aunque el valenciano Puig sabe que tiene su territorio muy dividido y no sería extraño que allí venciera Sánchez.
El otro presidente autonómico susanista es el asturiano Javier Fernández, jefe de la gestora. De los dos diputados del Principado, solo uno, Trevín, defensor de las tesis del exlíder hasta poco antes de su caída, está con Díaz. La otra, Adriana Lastra, es una de las dos coordinadoras de la campaña de Sánchez, junto con el valenciano José Luis Ábalos.
La baronesa también tiene la simpatía de diputados de Castilla y León, Madrid, Galicia o Canarias. Es cercano a ella un pata negra del PSOE, Pedro Saura
Díaz tiene otros respaldos dispersos por federaciones. En Madrid, la portavoz de Igualdad, Ángeles Álvarez. En Castilla y León, el segoviano Juan Luis Gordo, el abulense Pedro Muñoz —ambos sanchistas hasta el pasado otoño— y el salmantino David Serrada. El soriano Javier Antón es cercano a ella, pero su posición como secretario de Organización provincial —y por tanto número dos del susanista Carlos Martínez, alcalde de la ciudad— le obliga a una mayor prudencia.
La leonesa Aurora Flórez prefiere mantenerse en un segundo plano, aunque es de la máxima confianza del secretario provincial, Tino Rodríguez, defensor a ultranza de Díaz, y por tanto "seguirá su criterio", indican fuentes próximas a este. En Galicia, sostiene a la baronesa la diputada por Lugo Margarita Pérez, y es proclive a ella el coruñés Ricardo García Mira.
Madrid, Castilla y León y Galicia son territorios divididos, lo que explica la pluralidad de posicionamientos. También lo están Murcia y Canarias. En la primera, Díaz sabe que cuenta con la simpatía de Pedro Saura, portavoz de Economía, uno de los pilares del grupo y defensor, ante todo, de "la marca PSOE", que trabaja sin problemas con el líder que se siente en Ferraz. En las islas, es susanista la parlamentaria por Tenerife, Tamara Raya. En Euskadi, una federación en cambio muy compacta, la presidenta de la Junta dispone del apoyo cerrado del alavés Javier Lasarte.
Sánchez y los 'diputados del no'
Pedro Sánchez tiene a su lado a un pequeño pero muy movilizado y muy visible grupo de parlamentarios. Los dos con mayor peso son sus dos coordinadores de campaña: Ábalos, secretario provincial valenciano —es él su dirigente orgánico de mayor relieve—, y Lastra, secretaria de Política Municipal de la ejecutiva saliente, que ha logrado, con la ayuda del sindicato minero, SOMA-UGT, hacer un enorme agujero a Javier Fernández, que no tendrá nada fácil conseguir que Díaz gane en el Principado.
Los coordinadores de la campaña del exlíder son dos diputados, José Luis Ábalos y Adriana Lastra. Elorza, Cantera, Hernanz o Robles son muy activos
Con el exlíder están los 'diputados del no' a Rajoy Susana Sumelzo (Zaragoza), Luz Martínez Seijo (Palencia), Odón Elorza (Gipuzkoa), Rocío de Frutos (Ourense), Sofía Hernanz (Baleares) —amiga personal de Sánchez—, la comandante en retiro Zaida Cantera (Madrid, ya afiliada) y la magistrada e independiente Margarita Robles —estas dos últimas, fichajes estrella para las generales—. A ellos se suma el secretario provincial de Albacete, Manuel González Ramos, y la zamorana Mar Rominguera, que ya en la investidura se planteó desobedecer el mandato del comité federal pero que finalmente se abstuvo.
Marc Lamuà, parlamentario por Girona, es de los contados catalanes en el Congreso que sí está más decantado. Y Chano Franquis, diputado por Las Palmas, también se sigue mostrando cercano a Sánchez, indican fuentes muy próximas, aunque como secretario general de la agrupación más grande de las islas, la de la capital, y posible aspirante al liderazgo socialista en el archipiélago, es consciente de que ha de guardar el "equilibrio" y preservar cierta neutralidad.
López y el aval de los 'orgánicos'
Patxi López es, de los tres candidatos, el único que tiene escaño en el Congreso. Sus principales apoyos en el Congreso proceden del núcleo duro de colaboradores de Sánchez, del que él mismo formaba parte. Así, están con el exsecretario de Organización César Luena, también líder socialista en La Rioja, y la exresponsable de Ciencia y Política en Red, la murciana María González Veracruz, así como el exjefe del PSM Rafael Simancas, uno de los pilares de su candidatura.
Acompañan a López en su viaje el médico navarro Jesús Mari Fernández, el profesor pontevedrés Guillermo Meijón —ambos han colaborado en la redacción de su proyecto político—, la exedil madrileña Carlota Merchán y Pere Joan Pons, exjefe de Gabinete de la presidenta balear, Francina Armengol, y uno de los diputados que rechazó la investidura de Rajoy. Los patxistas subrayan que cuentan con la complicidad de la cabeza de lista por Barcelona y portavoz adjunta del grupo, Meritxell Batet, una de las mujeres de la confianza de Sánchez durante su mandato en Ferraz, aunque ella no lo confirma y se mantiene discreta.
Los parlamentarios en gris
En el cajón de los no clasificados se hallan 10 diputados. Cuatro de ellos, catalanes: Lídia Guinart, Mercè Perea, Joan Ruiz y José Zaragoza. Este último, exsecretario de Organización del PSC —y hombre muy cercano a la exministra Carme Chacón, susanista convencida—, subraya que velará por el buen desarrollo del proceso y la neutralidad de los aparatos. Los diputados del partido tienen despistados a sus compañeros por su prudencia y nadie sabe cómo ubicarlos, aunque al menos Guinart, Perea y Ruiz podrían situarse cerca de Sánchez o López. A fin de cuentas, hace apenas dos semanas que Javier Fernández y Miquel Iceta firmaron la actualización del protocolo de relaciones, que permitirá a los militantes catalanes al corriente de pago votar en las primarias.
Los diputados del PSC mantienen la discreción. A Meritxell Batet se la supone afín a López, y Marc Lamuà, en cambio, se sitúa próximo a Sánchez
Otro catalán, el filósofo Manuel Cruz, se quedará al margen del proceso. Es independiente, sin carné del partido, así que no vota. Igual que la jueza Lola Galovart, diputada por Pontevedra, aunque en su caso destaca su proximidad con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, uno de los sólidos apoyos de Díaz. El portavoz parlamentario, Antonio Hernando, también está en el club de los neutrales, y así lo repite una y otra vez. Él era uno de los más estrechos colaboradores de Sánchez, pero siguió en el cargo tras su caída.
Tres parlamentarias se debaten entre López y el ex secretario general. La cacereña Pilar Lucio, exmiembro de la ejecutiva federal y portavoz de Energía, orbita ahora en torno al exlendakari, pero es amiga personal de Sánchez y es a su vez una dirigente que se considera afín al presidente Fernández Vara. La coruñesa Pilar Cancela rehúsa explicitar su apuesta. Su posición es muy precaria: es presidenta de la gestora gallega desde hace un año, aunque muy contestada, y su puesto peligra, ya que Ferraz sopesa relevarla. De ahí que opte por manifestarse "neutral", pese a que los sanchistas subrayan que "no hay duda" de que está con ellos. Esther Peña es secretaria provincial de Burgos y mujer muy próxima al barón castellanoleonés, Luis Tudanca. Este se inclinaba en un principio por Patxi López, pero su situación de debilidad en la federación y el empuje de Sánchez (y en menor medida de Díaz) en ella le ha aconsejado ponerse más de perfil. Peña secunda esa actitud.
El retrato del Grupo Socialista es este. Pero aún quedan dos meses para la votación. Demasiado juego por ver. También en el Congreso, epicentro de la vida política del país y hervidero de corrillos de las distintas familias. Porque la fractura le alcanza. Como a todo el PSOE.
Las razones de los cambios de caballo
Pedro Sánchez era secretario general del PSOE hasta hace casi seis meses. Y fue él y su dirección quienes aprobaron las listas a las generales del 20-D y del 26-J. ¿Por qué ahora la mayoría del grupo está con Susana Díaz?
Los partidarios de la baronesa andaluza subrayan varias razones. Una primera la explica Antonio Trevín: la preocupación que provocó en varios diputados "el peligro de ir a terceras elecciones" y dar la cara de nuevo ante los ciudadanos. "Se debe también a que vamos a ganar. Y quieren un proyecto socialista solvente que valoren nuestro patrimonio, nuestra historia, y dé ilusión y esperanza en el futuro", añade un colaborador de la presidenta. Otros alegan que no compartieron el viraje final de Sánchez ni su actual posicionamiento.
Para los partidarios del exlíder, los susanistas pura cepa no son tantos. "Hay otros que responden a lo que les dice el barón de turno, porque esos diputados no representan nada en sus territorios y deben su cargo al jefe. Otros están ahí por estar al abrigo del poder. Y otros son puros supervivientes, que hasta hace nada estaban con Pedro y ahora han dado el salto para salvarse, como César Ramos, Ángeles Álvarez, Juan Luis Gordo, Pedro Muñoz o el propio Antonio Trevín", sentencia un alto cargo del equipo de Sánchez, que añade que habrá varios parlamentarios que volverían a virar si ganara él las primarias.
"No creo que tengamos menos diputados nosotros -sentencia por su parte una dirigente de la confianza de Patxi López-. Por lo que sea les cuesta más decirlo. Había compañeros que decían que Pedro no y ahora están que si son neutrales... Estoy convencida de que somos más, pero muchos no dicen lo que piensan".
Si la partida a tres entre Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López se dilucidara en el Congreso, en el seno del Grupo Socialista, no harían falta ni urnas. Vencería con holgura la presidenta de la Junta de Andalucía: al menos 52 de los 84 diputados apoyan o se manifiestan cercanos a la baronesa, por 13 ya más o menos decantados hacia el ex secretario general y otros ocho más implicados con el proyecto que representa el exlendakari. En números redondos, más del 60% de los miembros del PSOE en la Cámara Baja apuestan, al menos en este punto de la larga batalla congresual, por Díaz.