C's cerca al presidente de Murcia y se debate entre la moción de censura y las elecciones

Ciudadanos no se pliega ante el PP. Tras semanas de vacilación, el partido de centro decidió dar un golpe de efecto este jueves en su reunión con el presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez, tras la que el portavoz naranja, Miguel Sala, anunció la ruptura del acuerdo de investidura al constatar que Sánchez no dimitirá pese a estar imputado en el caso Auditorio. El partido de Albert Rivera lleva tiempo exigiendo la marcha del dirigente popular, sin entrar en otros escenarios posibles. "Es la única opción que contemplamos. Está firmado por escrito. Si está imputado, se tiene que ir", insistían desde la cúpula naranja. Los días pasaban y en el PP no hacían sino cerrar filas en torno a Sánchez. Ayer se confirmó: "El presidente se ha enrocado", afirmaba Sala tras el encuentro.

La formación naranja anunció contactos con el Partido Socialista de Murcia en búsqueda de "soluciones" a la crisis institucional abierta en la región: el PP no tiene mayoría absoluta y los cuatro diputados de Ciudadanos no continuarán apoyando al Gobierno autonómico. Sin embargo, la vía de la moción de censura está muy verde y en el partido de Rivera la consideran la última posibilidad. El secretario general, José Manuel Villegas, admitía este jueves por la tarde que habrá que "ir paso a paso" y enfriaba las conclusiones que se podían obtener de la reunión celebrada en el Palacio de Aguirre de Cartagena. Una moción de censura encabezada por Rafa González Tovar, candidato del PSOE, solo prosperaría con la ayuda de los diputados de Podemos. Y una fotografía de acuerdo entre Ciudadanos y estas dos formaciones no entra en el imaginario real de los de centro. Al menos, de momento.

Pero tampoco entra la continuidad de Pedro Antonio Sánchez por ahora. Aunque la declaración del presidente murciano el lunes ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia podría ser crucial, en tanto a la posibilidad de que el juez archive la causa, el portavoz naranja descartó que su partido dé marcha atrás si se produce ese supuesto: "El presidente está imputado y no se trata de una cuestión administrativa. Que nadie se engañe", aseguró Sala. Los populares rechazaron la oferta de Ciudadanos, que proponía designar un sustituto para el actual presidente para que continuara gobernando la lista más votada. Pero el PP dio recientemente un paso más allá: la candidatura de Sánchez a la presidencia del PP regional es la única, por lo que el 18 de marzo tendrá vía libre para ser proclamado sin pasar por primarias en el congreso.

Ante esta situación, entra en juego un escenario que en Ciudadanos ya contemplan: elecciones anticipadas. Teniendo en cuenta que Sánchez descarta marcharse antes de la apertura de juicio oral —momento en el que realmente estaría imputado, según la doctrina de los populares—, el presidente murciano podría optar por convocar nuevos comicios para librarse de la presión actual. El Estatuto de Autonomía de Murcia prevé en su artículo 27 la posibilidad de que el jefe del Ejecutivo disuelva la Asamblea, "previa deliberación del consejo de gobierno" bajo unas condiciones que actualmente se dan: ya ha transcurrido un año desde las anteriores elecciones, falta más de uno para la próxima convocatoria y actualmente no se está tramitando una moción de censura.

Eso sí, el Estatuto también contempla que habrá nuevas elecciones "por término natural de la legislatura originaria", por lo que aunque se convocaran comicios adelantados en los próximos meses, sería un mandato limitado hasta 2019. Por este motivo, el PP prefiere no abordar esa posibilidad. Los populares esperan que el juez archive la causa y el presidente resulte 'desimputado'. Si se produjera esa situación, entienden que no habría discusión acerca de la continuidad de Sánchez.

En todo caso, el anuncio de la ruptura escenificada ayer por el partido de centro fue un verdadero golpe al PP, y por primera vez los de centro 'se levantaron de la mesa' abriendo la posibilidad de retirar su apoyo al Gobierno conservador. Una declaración de intenciones que no tendrá una respuesta inmediata, pero que da aire al partido naranja y arrincona más a los populares.

Eso sí, la decisión que tome el TSJ murciano en la jornada del lunes será crucial. El PP se apoya ahora en la falta de consistencia de la acusación contra el presidente autonómico y, a su juicio, en la previsión de un rápido archivo de la misma. Los populares insisten en que el pacto firmado con Ciudadanos contempla la dimisión por corrupción política cuando se produce la apertura de juicio oral y no antes, aunque Sánchez acuda a declarar en calidad de investigado (antes llamado 'imputado'). Si algo tienen en común hoy por hoy PP y Ciudadanos es el objetivo de su estrategia: ganar tiempo.