Cospedal reafirma el compromiso de España en Líbano y su apoyo a los refugiados sirios

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, continúa en Líbano su programa de visitas a las tropas españolas destinadas en el exterior, en este caso para reafirmar el compromiso de España con la misión de ONU destinada a vigilar la frontera con Israel e impedir las infiltraciones de las milicias de Hezbolá. Casi 11 años después de que el ejército israelí se retirara del sur de Líbano, 600 militares españoles continúan patrullando desde la base Miguel de Cervantes, cerca de Marjayún, la zona asignada de la Línea Azul que separa a ambos países. Y lo hacen como el resto de las fuerzas de 40 países sin que exista perspectiva de cerrar la misión y pendientes de la guerra en la vecina Siria que ha llevado ya a un millón de refugiados a cruzar la frontera libanesa.

Los progresos del ejército del país de los cedros en el control de su frontera con Israel amparado por las tropas enviadas por la ONU en los últimos años han chocado con el nuevo problema de los refugiados sirios. A su vez, los planes del Gobierno español de reducir el contingente de tropas se tuvieron que frenar en 2012, cuando se quedó en los actuales 620 soldados que hay sobre el terreno, una cifra que de todas formas es casi la mitad del despliegue de los primeros seis años.

Cospedal fue recibida por el primer ministro de Líbano, Saad Hariri, recién llegado al cargo, y aprovechó para expresar su apoyo a las autoridades del país en el principal problema nacional a la que ahora se enfrentan, los cientos de miles de refugiados que han tenido que acoger después de casi seis años de guerras, primero civiles y después multinacionales, en el país vecino.

"Para que vuelvan a casa cuanto antes"

La ministra de Defensa transmitió los mejores deseos del Ejecutivo español y su solidaridad a Hariri en el empeño de atender a esos refugiados y "para que puedan volver cuanto antes a su país". Cospedal también alabó los esfuerzos y avances del Gobierno y las fueras armadas libanesas en su objetivo de garantizar la estabilidad y la seguridad del país al tiempo que reiteraba que España sigue "muy comprometida" en la misión de la ONU.

Las FAS llevan en la zona desde septiembre de 2016. Un total de 24.000 militares han pasado ya por Líbano en los sucesivos contingentes (26 rotaciones ya) y 15 de ellos se han dejado la vida entre accidentes de tráfico, el ataque de la milicia de Hezbolá contra seis paracaidistas en junio de 2007, o error de la artillería israelí que sumó otra baja hace menos de dos años.

En su visita a la base Miguel de Cervantes, situada al sur de Líbano, séptima misión a la que se desplaza, Cospedal se mostró "orgullosa y satisfecha, como española y como ministra" de la labor de nuestras tropas en la zona. Ante la mayoría de los miembros del contingente, formado sobre el núcleo de la Brigada de Infantería Guzmán el Bueno, la titular de Defensa recordó a los militares que la seguridad de los españoles se empieza a cimentar con la acción exterior en zonas de conflicto como es Oriente Próximo y que contribuir a la estabilidad en el Líbano es hacerlo para toda la región y para todo el contexto internacional.

Cospedal acudió acompañada del jefe del mando de operaciones, el almirante Teodoro López Calderón, pero no del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Fernando García Sánchez, pendiente de relevo en un próximo Consejo de Ministros. La ministra incorporó al viaje a dos representantes de grupos parlamentarios: Ricardo Tarno, del PP, y José Antonio Delgado, de Podemos pero muy correcto en todos los actos en su condición de ex guardia civil. En la visita a Iraq llevó a un diputado del PSOE y a otro de Ciudadanos.