Zoido coloca al frente de la Policía Nacional al hombre que pacificó la calle tras el 15-M

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha nombrado este lunes al comisario principal Florentino Villabona Madera, hasta ahora comisario general de Seguridad Ciudadana, nuevo director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, el máximo puesto de responsabilidad en el cuerpo ocupado por un policía.

Su elección termina con un vacío de seis meses, pero solo de forma provisional. El último DAO, Eugenio Pino, se jubiló el pasado junio. Desde entonces, el cargo había sido ocupado de forma provisional por otro comisario principal en funciones, Antonio Rodríguez. Sin embargo, el nombramiento de Villabona también tendrá un fuerte componente de interinidad. El próximo noviembre cumple los 65 años, por lo que Zoido se verá obligado a poner de nuevo en marcha el proceso de designación dentro de 10 meses para elegir a un nuevo DAO. En la Policía Nacional, no existe la posibilidad de posponer la fecha de jubilación.

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Roberto R. Ballesteros

Villabona fue nombrado comisario general de Seguridad Ciudadana en enero de 2012 por el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz. Desde su llegada, como máximo responsable de las Unidades de Intervención Policial (UIP), tuvo que gestionar las protestas y manifestaciones contra las políticas de austeridad del Gobierno de Mariano Rajoy. Entre ellas, dos huelgas generales, movilizaciones estudiantiles, las concentraciones de Rodea el Congreso y las Marchas de la Dignidad. Tras un inicio de la legislatura convulso, las protestas comenzaron a perder fuelle.

Antes de recalar en la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, Villabona participó en los años ochenta en operativos policiales que consiguieron la detención en Madrid y Navarra de más de una treintena de miembros 'legales' y 'liberados' de ETA, así como la localización de pisos francos donde los etarras ocultaban armas y munición. Igualmente, intervino en la desarticulación de un comando de los Grapo.

Además, Villabona, licenciado en Derecho, tuvo un papel destacado en la liberación de la menor Melody Nakachian, secuestrada por un grupo de delincuentes franceses en Estepona (Málaga) en 1987. Según ha informado el Ministerio del Interior, cuenta con 112 felicitaciones públicas. Ha sido condecorado con dos cruces rojas (pensionadas de por vida) y dos cruces blancas.