Los 'best sellers' en el tráfico de medicamentos falsificados
Se estima que en España este negocio movió unos 1.400 millones de euros en 2015, vendiéndose entre un 10 y un 15% de todos los productos falsificados que se distribuyen en Europa
Aumentar la masa muscular, mejorar el rendimiento deportivo, solventar la disfunción eréctil... Demandas que han ganado peso en los últimos años, dando lugar a un mercado en el límite entre la salud y el bienestar. Las farmacéuticas no han dudado en aprovechar este filón, lanzando nuevos productos conocidos como 'lifestyle drugs', fármacos que no responden a una enfermedad o dolencia, sino a problemas que en muchas ocasiones van más allá de lo sanitario. De todos modos, no son los únicos que luchan por conquistar este negocio, y es que los traficantes de medicamentos falsificados también quieren su trozo del pastel.
Según explica Manuel Ibarra, consejero técnico del departamento de inspección y control de medicamentos de la AEMPS, en los últimos años se han vuelto "relativamente frecuentes las falsificaciones de anabolizantes, esteroides, viagra, cialis o levitra", siendo estos productos los más habituales en las incautaciones. El experto aclara lo que se entiende por medicamento falsificado, un concepto que incluye las imitaciones de fármacos, pero también los productos que mienten en su composición, origen o historial. De esta manera, el comprador cree estar adquiriendo unas pastillas que van a revolucionar su vida sexual, pero en el mejor de los casos recibe un simple placebo. "El medicamento falsificado es aquel que se hace con la intención de engañar", resume Ibarra.
Una actividad que mueve millones
"Como en casi todas las actividades ilegales, solo tenemos una percepción marginal sobre el tráfico de medicamentos falsificados", advierte el experto una y otra vez conforme avanza la entrevista, y es que por muchas incautaciones que se lleven a cabo, solo los traficantes saben lo que se esconde en las sombras de este negocio.
Lucrativo, peligroso e ilegal, esas son las únicas características irrefutables sobre el tráfico de medicamentos falsificados. De hecho, tal y como expone la estrategia elaborada por el Ministerio de Sanidad para combatirlo, el beneficio económico que presenta esta actividad puede llegar a ser "muy superior al que obtienen otros sectores ilegales como, por ejemplo, el tráfico de drogas". La afirmación puede parecer un tanto exagerada, pero, según explica Ibarra, hay que tener en cuenta que "fabricarlos suele ser barato, mientras que el beneficio por comprimido es muy grande".
"Hemos visto casos de inyectables que contenían componentes nocivos: microorganismos, partículas o esporas de determinados hongos..."
Según apuntan diversos estudios, el comercio ilegal de fármacos es el tercero o cuarto en rentabilidad —por detrás del de seres humanos y armas—, compitiendo en este 'ranking' de forma directa con el de drogas. Se estima que en España este negocio movió en torno a 1.400 millones de euros en 2015, vendiéndose en nuestro país entre un 10 y un 15% de todos los productos falsificados que se distribuyen en Europa. Desde entonces, el número de intervenciones policiales contra los traficantes ha aumentado, haciendo que varios expertos apunten a un incremento en la actividad de este negocio ilegal. De todos modos, Ibarra avisa de que conviene analizar estos datos con precaución, y es que "no sabemos hasta qué punto el número de incautaciones refleja el panorama general".
El peligro de los inyectables falsificados
En lo que respecta al peligro que supone su consumo, Ibarra apunta a las condiciones en las que se fabrican: "Con un medicamento autorizado, se controla el ambiente, la calidad de sus componentes... En el caso de uno falsificado, todo son incógnitas e incertidumbres". En este sentido, Ibarra comenta el caso de los inyectables, medicamentos que, en el caso de no haber sido fabricados de forma adecuada, pueden acarrear graves consecuencias cuando se consumen. "Hemos visto casos de inyectables que contenían componentes nocivos. Si el fármaco presenta microorganismos, partículas o esporas de determinados hongos, al inyectárselo el paciente puede tener una reacción adversa importante", advierte Ibarra.
En España no se han dado "casos constatados de medicamentos falsificados que hayan entrado en el canal legal"
De todos modos, el técnico insiste en señalar que los fármacos falsificados también son peligrosos cuando sus componentes resultan inocuos, y es que la falta de efecto que producen en el paciente se traduce en un tiempo extra para que la enfermedad avance. Ibarra pone como ejemplo los antibióticos que dicen tener un principio activo y en realidad tienen otro, una situación que no se ha dado en España pero sí en países de nuestro entorno, o "el caso flagrante de vacunas que se enviaban a países en vías de desarrollo y que no tenían el contenido que decían tener, por lo que el paciente pensaba que estaba protegido contra una enfermedad y realmente no lo estaba".
De Asia a España, a través de internet
"El perfil no es muy distinto de las falsificaciones de otros productos", explica Ibarra, y es que las mercancías que se mueven en este negocio también provienen en su mayor parte del sudeste asiático. De todos modos, según explica el experto, las autoridades aduaneras se han encontrado con varios casos de fabricaciones realizadas en África, Oriente Medio o países de Iberoamérica. Preguntado sobre la existencia de laboratorios ilegales en España, Ibarra reconoce que la Guardia Civil y la Policía han intervenido 'cocinas' en los últimos años, pero aclara que "en sentido estricto, no fabricaban falsificaciones, sino simplemente productos no autorizados, ilegales".
Un punto que el experto se preocupa por subrayar es que, a diferencia de otros países, en España no se han dado "casos constatados de medicamentos falsificados que hayan entrado en el canal legal, es decir, en laboratorios, almacenes de distribución o farmacias". Según explica, "la vía que presenta mayor riesgo, no solo en España sino también en los países de nuestro entorno, es internet". De esta manera, las ventas 'online' se convierten en la principal forma de entrada de fármacos falsificados, por lo que las autoridades sanitarias han puestos en marcha, en el marco de la normativa europea, un sistema de venta 'online' de medicamentos no sujetos a prescripción.
Pese a la gran cantidad de iniciativas para combatir este tráfico ilegal, los casos con los que se encuentran las autoridades sanitarias "reafirman la necesidad de concienciar a los consumidores sobre los riesgos asociados al consumo de medicamentos falsificados e ilegales", tal y como señala la Estrategia Frente a Medicamentos Falsificados 2016-2019. En este sentido, la recomendación es simple: comprar los medicamentos en la cadena legal, desde antibióticos hasta viagra, ignorando en todo momento los anuncios 'online' de productos milagrosos.
Aumentar la masa muscular, mejorar el rendimiento deportivo, solventar la disfunción eréctil... Demandas que han ganado peso en los últimos años, dando lugar a un mercado en el límite entre la salud y el bienestar. Las farmacéuticas no han dudado en aprovechar este filón, lanzando nuevos productos conocidos como 'lifestyle drugs', fármacos que no responden a una enfermedad o dolencia, sino a problemas que en muchas ocasiones van más allá de lo sanitario. De todos modos, no son los únicos que luchan por conquistar este negocio, y es que los traficantes de medicamentos falsificados también quieren su trozo del pastel.