Rajoy reflota la conferencia de presidentes autonómicos con foto y guion para expertos
Ante la necesidad de pactos para todo, el presidente del Gobierno consagra el foro inventado por Zapatero para intentar que las autonomías se pongan de acuerdo sobre su financiación
Una foto de familia, un acuerdo genérico para que los expertos se pongan a trabajar y todo un año para cambiar el modelo de financiación. Es lo que dio de sí la sexta reunión de la Conferencia de Presidentes autonómicos, peculiar instancia semiinstitucional inventada por José Luis Rodríguez Zapatero que Mariano Rajoy rescata ahora forzado por la nueva etapa de pactos obligatorios para todo, también para los ajustes presupuestarios de la Administración regional.
La reunión de jefes de ejecutivos autonómicos estuvo mejor organizada que las de la etapa socialista, porque contó con acuerdos precocinados previamente por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con los consejeros de cada autonomía y la vigilancia del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Carles Puigdemont protagonizó el plantón previsto para continuar con el reto secesionista e Iñigo Urkullu hizo lo mismo, pero porque ya tiene modelo aparte, el concierto y el cupo vascos. No le afectan los futuros cambios.
[Lea aquí los acuerdos alcanzados en la Conferencia de Presidentes]
El Senado dio soporte una vez más a los debates y los compromisos de buena voluntad de los presidentes autonómicos para que los expertos hagan un primer borrador del nuevo modelo de financiación que deberá conjugar los intereses de todos los reunidos, y hasta del ausente representante de la Generalitat catalana. La mayoría considera que sus gobiernos están "infrafinanciados" con el sistema vigente y se preparan para volver a la senda previa a la crisis: más gasto y engrosar las plantillas de funcionarios y contratados.
El amago de debate más concreto que se dio en "el plenario" de los jefes de los ejecutivos regionales se basó en una propuesta sobre "armonización fiscal" entre las autonomías. Frente a esa idea lanzada por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se alzó la voz de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, defensora de los impuestos más bajos posible. No hubo frentes de partido, sino de capacidad recaudatoria o de riqueza. La socialista Francina Armengol se puso de parte de la sucesora de Esperanza Aguirre.
Como cualquier acuerdo en ese punto era imposible y contrario al propio desarrollo del Estado autonómico, la cuestión se derivó no a una comisión, sino a "un estudio". Habrá un informe sobre cómo está la aplicación de impuestos y exenciones en cada comunidad, es decir, una recopilación sobre los datos de presión fiscal a que están sometidos los ciudadanos en cada rincón del territorio español: tramo regional de IRPF, sucesiones, patrimonio y demás tributos cedidos o compartidos.
El principal acuerdo de los reunidos consiste en comprometerse a ponerse de acuerdo antes de que acabe el año en un nuevo modelo de financiación autonómico. Como la conferencia, ajena a los poderes del Estado, no pasa de ser un foro de debate, el pacto se tiene que convertir después en una ley aprobada por el legislativo. El Gobierno y los ejecutivos regionales tendrán que avalar primero ese texto, entre otras cosas porque en las Cortes solo la mayoría compuesta por el PP y el PSOE puede convertirlo en ley.
Mariano Rajoy disfrutó en su nuevo papel de auspiciador de pactos de Estado, al mismo tiempo que recordaba a los reunidos que sin crecimiento económico y creación de empleo no podrán contar con más recursos y que la recaudación está aún lejos de los niveles previos a la crisis. También invitó a Carles Puigdemont a paliar los efectos de su desmarque de la conferencia y que envíe a sus expertos a las reuniones de la comisión correspondiente. "La cordura y el sentido común se impondrán", remachó. Todavía no se cree que los nacionalistas catalanes falten a un cita donde se hablará de reparto de fondos.
Una foto de familia, un acuerdo genérico para que los expertos se pongan a trabajar y todo un año para cambiar el modelo de financiación. Es lo que dio de sí la sexta reunión de la Conferencia de Presidentes autonómicos, peculiar instancia semiinstitucional inventada por José Luis Rodríguez Zapatero que Mariano Rajoy rescata ahora forzado por la nueva etapa de pactos obligatorios para todo, también para los ajustes presupuestarios de la Administración regional.
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