Es noticia
Marchante Bárcenas: desde cómo le engañó Naseiro a las acciones de 'Libertad Digital'
  1. España
la fiscalía cree que son operaciones de blanqueo

Marchante Bárcenas: desde cómo le engañó Naseiro a las acciones de 'Libertad Digital'

El extesorero del PP intentó explicar sus aventuras y operaciones con el mundo del arte. "Mi mujer y yo disfrutábamos viendo los cuadros colgados en el salón de casa"

Foto: Luis Bárcenas, a su llegada a la Audiencia Nacional.
Luis Bárcenas, a su llegada a la Audiencia Nacional.

Luis Bárcenas y su esposa Rosalía Iglesias eran unos amantes de las obras de arte (no sabemos si lo siguen siendo). "Disfrutábamos viendo los cuadros colgados en el salón de casa", señaló este lunes en la primera sesión de su declaración ante el tribunal que le juzga como uno de los principales acusados del caso Gürtel. "Incluso fuimos al extranjero a visitar varias ferias", señaló serio e intentado mostrar contundencia para convencer a la Fiscalía. El futuro le va en ello. El ministerio público cree que lo del arte, lo de los bodegones del Siglo de Oro, es pura fachada, una herramienta para blanquear dinero. "No, no lo es", repitió varias veces el extesorero del PP. "A mi mujer le gusta el arte y yo le regalé varias obras". Pinturas de ida y vuelta.

Parte del testimonio de Bárcenas se centró en su vida como marchante, y si sus palabras de este lunes difirieron de lo que ya declaró en el pasado, hay una explicación: "Ahora estamos en el momento de la verdad y antes no quise implicar a personas que no tienen nada que ver con el procedimiento". No hay otra razón. Bárcenas es un tipo considerado. Capaz de ayudar a un amigo, prestándole 325.000 euros, si este no tiene liquidez para comprar un par de lienzos del pintor español Juan van der Hamen, contemporáneo de Velázquez, famoso por sus bodegones y especialista en naturalezas muertas.

Foto:

El amigo era Rosendo Naseiro. Uno de sus predecesores al frente de la tesorería del PP. Implicado en el escándalo de financiación ilegal que saltó en 1990, tras la llegada de José María Aznar a la presidencia del partido, y que fue archivado por el Tribunal Supremo porque las grabaciones que acreditaban las corruptelas habían sido autorizadas por un asunto distinto, sobre narcotráfico. A partir de entonces, Naseiro fue adquiriendo una pinacoteca multimillonaria (parte de la cual vendió al Museo del Prado en 2006) y, con el tiempo, trabó amistad con Bárcenas. "Naseiro, simplemente con mirar un cuadro, sabía si pertenecía a un determinado autor", declararía Bárcenas en junio de 2013.

Bárcenas y Naseiro se convirtieron en socios financieros. Uno aportaba los conocimientos en un exclusivo y reducido mercado del arte, es decir, encontraba las gangas, y el otro ponía los fondos. Así justificó Bárcenas este lunes ante la fiscal el crédito de 325.000 euros que el Banco Popular le concedió en diciembre de 2002. "Una operación que me plantea Rosendo Naseiro", que al parecer no tenía liquidez porque acababa de ejecutar otra operación de compra de arte y pidió ayuda a su amigo Bárcenas, que ya había hecho sus pinitos en el sector. El chollo, comprar dos cuadros de Juan van der Hamen en poder de la galería Ática.

¿Cómo ha justificado Bárcenas que un mes después de sacar el dinero volviera a meter en el banco 330.000 euros, 5.000 euros más? "El crédito se me otorgó gracias a la garantía personal de mi cartera de valores en el Banco Popular. Se me concede el 9 de diciembre de 2002 [tras solicitarlo el día 4] y el día 10 vamos al banco y retiro en efectivo 325.000 euros en billetes de 500 euros. Nos desplazamos al domicilio del señor Naseiro donde nos estaban esperando dos señores, creo que una madre y su hijo, y yo les dejé el paquetito", ha señalado Bárcenas.

La jerga de Bárcenas

Tras dejar 'el paquetito', Bárcenas abandonó la reunión. "Yo no intervine en la cita con los dos compradores, pensarían que yo era el escolta de Naseiro". Esa fue la versión del extesorero. Ante una fiscal incrédula, que no se creyó que Bárcenas no interviniese en un encuentro en el que él ponía el dinero. Simplemente lo dejó y se fue. "Lo habitual en el mercado del arte es pagar en efectivo. Al final, Naseiro me dijo que la operación no se hizo porque el precio no fue el convenido. A los 40 días Naseiró me devolvió 330.000 euros y los volví a ingresar en el banco". Es decir, 5.000 euros más que la cantidad prestada inicialmente. ¿Por qué? Porque Naseiro pagó los gastos de cancelación del préstamo. "Supongo que tendría mala conciencia", señaló Bárcenas. Y es que la compraventa, en contra de lo que presuntamente le contó Naseiro a Bárcenas, sí se produjo. Es decir, Naseiro se la ocultó a su amigo para no compartir los beneficios de una posterior venta. "Naseiro usó mi dinero para lo que fuera, y luego me dijo lo que me dijo. El que vendió los cuadros aclaró en sede judicial que Naseiro los compró, y que los billetes llevaban la faja del Banco Popular", los que le entregó Bárcenas.

Foto: Luis Bárcenas y Miguel Blesa.

Testigos de esta operación declararán en la causa. Al parecer, para acreditar la versión de Bárcenas. "Es ilógico que yo pidiera ese préstamo para blanquear dinero. Eso supondría que yo tendría en casa 660.000 euros, los 325.000 que me da el banco y los 325.000 que ya debería tener y quería blanquear. Si devuelvo a los pocos días al banco 325.000 euros, no blanqueo nada. No tiene sentido", recalcó el extesorero, que en todo momento intentó convencer a la fiscal de que su mujer no tuvo nada que ver en ninguna operación de arte. "Las obras estaban a su nombre porque eran un regalo mío, pero ella no intervenía en nada. Solo firmaba".

Las acciones de 'Libertad Digital'

La explicación más peregrina de Bárcenas llegó cuando relató la compra que el partido hizo de las acciones de 'Libertad Digital', una operación por la que está acusado de apropiación indebida, ya que la contabilidad B del PP (esa que definió este lunes como contabilidad extracontable) refleja que se llevó los 149.600 euros que el PP destinó a ampliar el capital del medio de comunicación. "Yo no me he apropiado indebidamente de nada", sentenció Bárcenas. Y comenzó entonces la película. Esta es la sinopsis. Todo un argumento.

Bárcenas tuvo un cuadro de un tal Ponce —se refiere a Antonio Ponce, discípulo y pariente de Juan van der Hamen—, un lienzo que le costó unos 4.000 euros y que vendió años después por 270.000 euros a su amigo Naseiro. Todo un negocio, debido a su fino olfato. De ese dinero, 150.000 euros los guardó en la caja fuerte que tenía en el despacho de su casa, ya que le gustaba tener liquidez en su residencia tras las turbulencias económicas que empezaron en el año 2000. Los otros 120.000 euros los ingresó en su cuenta de Caja Madrid. Bárcenas tiró de memoria: "El dinero en efectivo estuvo en mi caja fuerte desde febrero de 2004 hasta octubre", momento en que lo utilizó para comprar las acciones de 'Libertad Digital'.

Bárcenas le hizo un favor al partido. El PP quería ayudar a 'Libertad Digital', el medio fundado por Federico Jiménez Losantos, y mientras esperaba un donante que entregara el dinero que luego sería utilizado para esta operación, el extesorero le ofreció a su jefe, Álvaro Lapuerta, adelantar los fondos porque en ese momento "tenía liquidez" tras haber vendido el 'ponce'. Fue un adelanto momentáneo, ya que cuando el PP consiguió una donación le reintegró el dinero a Bárcenas. "Por eso en la contabilidad extraoficial aparece el pago de 149.600 euros a mi mujer. Porque las acciones de 'Libertad Digital' estaban a nombre de mi esposa".

Ya con los 149.600 euros de vuelta, Bárcenas y su esposa se compraron un pisazo en la estación leridana de Baqueira Beret, en el municipio de Naut Arán, en los Pirineos. El inmueble costó un millón de euros y el primer pago la pareja lo hizo el 8 de abril de 2005, precisamente con dos cheques de 149.000 y 52.000 euros. La casa está situada en el Residencial Val de Ruda. Se trata del apartamento A del Bloque A1, donde hay cinco chalés adosados. El de Bárcenas tiene una superficie de 151,76 metros cuadrados y dos plazas de garaje, la 266 y 286, además de dos guarda-esquís. Apenas a 100 metros de la puerta de la casa, empieza una telecabina que transporta a los esquiadores hasta la base de la estación. Lo que no aclaró es si de sus paredes cuelgan obras de arte. Este martes, segunda parte.

Luis Bárcenas y su esposa Rosalía Iglesias eran unos amantes de las obras de arte (no sabemos si lo siguen siendo). "Disfrutábamos viendo los cuadros colgados en el salón de casa", señaló este lunes en la primera sesión de su declaración ante el tribunal que le juzga como uno de los principales acusados del caso Gürtel. "Incluso fuimos al extranjero a visitar varias ferias", señaló serio e intentado mostrar contundencia para convencer a la Fiscalía. El futuro le va en ello. El ministerio público cree que lo del arte, lo de los bodegones del Siglo de Oro, es pura fachada, una herramienta para blanquear dinero. "No, no lo es", repitió varias veces el extesorero del PP. "A mi mujer le gusta el arte y yo le regalé varias obras". Pinturas de ida y vuelta.

Luis Bárcenas Caso Gürtel
El redactor recomienda