Felipe VI impulsa al consorcio español del AVE a La Meca: "Se finalizará con éxito"

Felipe VI finalizó su viaje a Arabia Saudí -en la tercera intentona tras dos anulaciones el pasado año- con un encuentro empresarial con delegaciones de ambos países en el que el Rey no dudó en ‘sacar pecho’ ante el papel que juegan las empresas españolas -4.000 operan ya con clientes saudíes- e insistió en los vínculos económicos que existen entre ambas naciones, “cada vez mas profundos”. Tras asegurar sentirse “muy honrado” por la confianza del país de Oriente Medio, el monarca insistió en “el proyecto más emblemático” -el AVE entre las ciudades santas de La Meca y Medina- que “será finalizado con éxito y servirá de exponente de la mejor tecnología mundial”.

Sin duda, uno de los objetivos de la visita a la que también acudieron los ministros de Fomento y Asuntos Exteriores, Íñigo de la Serna y Alfonso Dastis, pasaba por dar un empujón al contrato de construcción y explotación del corredor de alta velocidad que tiene un presupuesto de 6.700 millones de euros y que consiguió una prórroga hace apenas unos meses. Como publicó este diario, la delicada situación que atraviesan algunas empresas del consorcio obligó a ceder parte de los sobrecostes a cambio de ampliar ese plazo.

En ese sentido, Felipe VI se postuló como garante de la actuación de las empresas españolas, “que continuarán estando a la altura” y enumeró una retahíla de ejemplos que prueban su trayectoria. “También se han confiado a nuestras empresas una parte importante del metro de Riad, la ampliación del Canal de Panamá, la conexión ferroviaria de alta velocidad en Turquía, las concesiones de autopistas en Estados Unidos…”. Un sinfín de etcéteras destinados a defender a las organizaciones empresariales con sello nacional frente a sus interlocutores que terminó incluso con una disculpa del monarca: “Me van a disculpar de no citar más ejemplos porque la lista es ciertamente larga”.

El Rey aprovechó asimismo para dirigirse a empresarios españoles presentes, a quienes agradeció “la importancia de lo conseguido hasta hoy” y reiteró su “convicción y deseo” de que la cooperación económica y comercial entre Arabia Saudí y España “siga reforzándose en el futuro”.

El acuerdo con Navantia

El otro gran objetivo del viaje real a Riad se enmarca dentro de otra importante operación empresarial, cuando el acuerdo entre Navantia y el Gobierno saudí para la construcción de cinco corbetas por más de 2.000 millones de euros depende solo del visto bueno del país de Oriente Medio, ya que todos los informes técnicos están listos. La visita de Felipe VI es crucial para sellar el acuerdo, retrasado en estos meses por la situación de interinidad en el Gobierno español, y que abordó directamente con el rey Salman. Al viaje acudió también al presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, para mentener encuentros con los ministros de Fianzas y Comercio del país del golfo Pérsico.

La visita a Arabia Saudí de este fin de semana estuvo exenta de las críticas que sufrió el pasado noviembre, cuando se convirtió en uno de los viajes más cuestionados por la clase política española, especialmente por los nuevos partidos. Precisamente el pasado noviembre, el Congreso de los Diputados vivió una importante polémica en torno al viaje del Rey, que solo PP y PSOE apoyaron públicamente.

Los representantes de la vieja política defendían los "intereses económicos" tras la visita, mientras otras formaciones tradicionales, como la antigua Convergència, pusieron reparos criticando también la falta de transparencia. Ciudadanos tampoco dudó en mostrar desavenencias e insistió en que "mantener las buenas relaciones" no estaba reñido con evitar "plegarse" ante un país. "Una cosa es la diplomacia y otra no defender tus posiciones", afirmaba Albert Rivera. El caso de Unidos Podemos fue de lejos el más crítico. Ya en el primer viaje, agendado para febrero, el secretario general morado pidió formalmente a través de un escrito a los Reyes no acudir a un país que no respeta los derechos humanos, especialmente de las mujeres.