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Los equipos de Iglesias y Errejón reciben con escepticismo los espacios para forzar pactos
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señalan trabas por la fuerte polarización

Los equipos de Iglesias y Errejón reciben con escepticismo los espacios para forzar pactos

Ni los oficialistas ni la corriente alternativa liderada por Errejón confían en la posibilidad de alcanzar acuerdos por la fuerte polarización, a pesar de las iniciativas creadas para tal fin

Foto: El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el número dos, Íñigo Errejón, durante la reunión del último consejo ciudadano celebrado en diciembre. (EFE)
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el número dos, Íñigo Errejón, durante la reunión del último consejo ciudadano celebrado en diciembre. (EFE)

Las repetidas llamadas al debate sereno entre las tres principales corrientes de Podemos para buscar consensos de cara al congreso de Vistalegre II han superado ya la fase de los manifiestos y comienzan a materializarse en forma de espacios creados para tal fin. Los últimos movimientos han sido protagonizados tanto por destacados dirigentes de la formación como por sectores de base que han recibido el apoyo de representantes públicos vinculados con los distintos sectores.

La más reciente fue lanzada este martes por los dirigentes Carolina Bescansa y Nacho Álvarez, ambos pertenecientes al consejo de coordinación, el órgano que rige el día a día de la organización, y con distintas afinidades: la diputada y secretaria de Análisis es más cercana a Pablo Iglesias y el economista a Íñigo Errejón. Bajo la denominación 'Colectivo Mayo-2011' pretenden promover un espacio de encuentro entre las diferentes sensibilidades para “oxigenar el debate y colaborar en que la próxima Asamblea no nos aboque a un choque de trenes, innecesariamente desgarrador", según afirmaban en un artículo de opinión firmado conjuntamente en el diario 'infoLibre'.

Otra de las iniciativas que no ha pasado desapercibida entre miembros de la dirección fue la creación de una nueva organización juvenil, con la denominación de Juventud Morada, que echa tierra de por medio entre la oficialista Marea Joven y la errejonista Juventud en Pie. Su objetivo, según se recoge en el manifiesto fundacional, “superar los problemas surgidos de la lógica de familias existente en Podemos, cuya toxicidad y malas dinámicas han llegado a impregnarnos de una forma nunca deseada”. Ambas propuestas han recibido un aplauso obligado de entrada por parte de los tres equipos -pablistas, errejonistas y anticapitalistas- representados en el equipo técnico que capitanea la asamblea, seguido de varios “peros” marcados por un acusado escepticismo.

No se están produciendo negociaciones, ni bilaterales ni multilaterales, para fusionar propuestas o tratar de formar listas conjuntas

Todos ellos mantienen de momento sus respectivas hojas de ruta de cara a la elaboración de los documentos que pretenden defender por separado en el congreso así como sus propios actos con tintes de campaña, movilizando para ello a las caras más visibles de cada sector. Asimismo niegan que se estén produciendo negociaciones, ni bilaterales ni multilaterales, para fusionar propuestas o tratar de formar listas conjuntas.

El “espectáculo” de Navidad, como definió Pablo Iglesias al enfrentamiento público en las redes entre pablistas y errejonistas y que el número dos tildó directamente de “bullying”, unido al cruce de declaraciones en los medios de comunicación y la posición de fuerza de los errejonistas tras el equilibrio de apoyos salidos de la consulta a la bases sobre el método de votación, están produciendo una fuerte polarización interna. Un extremo que reconocen tanto desde los entornos de Iglesias y Errejón como desde el de Miguel Urbán, aunque con los matices de que se trate de una polarización más o menos buscada o generada artificialmente.

​Sin credibilidad entre la militancia

Esta situación, que se aproxima a un punto de no retorno, tampoco contribuye a que las iniciativas para buscar puntos de encuentro lanzadas por dirigentes afines a la corriente pablistas o errejonistas sean creíbles para la militancia y los inscritos llamados a votar en Vistalegre II. En los últimos días, tanto Iglesias como Errejón se han afanado en recalcar en sus intervenciones públicas que es un “clamor” de las bases que ambos deben llegar a un acuerdo en lugar de confrontar posturas políticas. Declaraciones que, sin embargo, van acompañadas de argumentos que remarcan las diferencias políticas y estratégicas entre ambos.

Más allá de la retórica, cada sector sigue desarrollando su estrategia de campaña de cara a la segunda asamblea ciudadana. Los últimos en poner en marcha su maquinaria, el sector anticapitalistas, que echará mano de caras visibles como la coordinadora anduluza Teresa Rodríguez, el eurodiputado Miguel Urbán o el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', para realizar una campaña a nivel territorial con el objetivo de promocionar y acabar de cerrar las líneas maestras de su proyecto para el congreso, denominado 'Podemos en Movimiento'.

Con todo, desde esta corriente emplazan al equipo técnico, encargado de organizar la asamblea, a que defina formalmente “espacios de discusión y participación plurales, por abajo, abiertos, donde se pueda potenciar el debate político, normalizar las diferencias y avanzar en la discusión que se espera que tengamos en Vistalegre II”. Por su parte, a lo largo de esta semana mantendrán encuentros territoriales donde definirán las propuestas que recogerán sus propios documentos.

Las repetidas llamadas al debate sereno entre las tres principales corrientes de Podemos para buscar consensos de cara al congreso de Vistalegre II han superado ya la fase de los manifiestos y comienzan a materializarse en forma de espacios creados para tal fin. Los últimos movimientos han sido protagonizados tanto por destacados dirigentes de la formación como por sectores de base que han recibido el apoyo de representantes públicos vinculados con los distintos sectores.

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